A todas las ciudades le toca vivir un momento dulce para su historia y sus ciudadanos. San Sebastián vive ahora uno de esos capítulos con la capitalidad europea de la Cultura. Pero la ciudad ya vivió una época dorada en los años de la I Guerra Mundial y la década siguiente que recupera ahora con las 98 imágenes de la muestra Ricardo Martín. Fotógrafo y espectador. Se trata de la obra de “un autor poco conocido pero con imágenes icónicas y reconocibles de Guipúzcoa”, como señala el comisario de la exposición Juantxo Egaña.

Mientras Europa sufría el conflicto bélico, las élites políticas, aristocráticas, económicas y culturales, principalmente francesas, se refugiaron en San Sebastián huyendo de las bombas y disparando la vida social de la ciudad vasca, que ya era desde principios de siglo el núcleo de veraneo de una alta sociedad española que viajaba a la sombra de la realeza.

San Sebastián era, desde principios de siglo, el núcleo de veraneo de la alta socidad española

Justo en 1914, Ricardo Martín, un extremeño aficionado a la fotografía, deja su trabajo en la banca para volcarse en su pasión. Decidió abrir, en la calle Fuenterrabía, su tienda-estudio con el nombre de Photo-Carte. “Ese momento tan especial de la ciudad es el que documenta Ricardo Martín, pero lo importante no es solo el valor documental e histórico de las fotos sino que estas tienen una mirada particular y muy moderna. Eso es lo que hace destacar la figura de Martín sobre otros fotógrafos de la época en San Sebastián que estaban instalados en la tradición pictorialista”, explica Egaña.

Preocupado por estar a la última en los aspectos técnicos, se sabe que realizó varios viajes a Francia y a Alemania para hacerse con material fotográfico a lo largo de su carrera como fotógrafo, que terminó con su muerte en 1936. “Es muy probable que estuviera en contacto con el trabajo de otros grandes fotógrafos de la época”, señala el comisario. “En su obra hay imágenes que recuerdan, salvando las distancias, a grandes profesionales de la época como August Sander o Jacques Henri Lartigue”, señala el comisario.

En el escaparate de su tienda se agolpaban los curiosos para ver las fotografías de lo que había pasado en San Sebastián

Martín cubrió para revistas y diarios de Madrid y Barcelona, como ABC, El Sol o Mundo Gráfico la vida social y cultural de San Sebastián: partidos de frontón, encuentros de fútbol, baños de lujo, bailes en el Casino, pases de moda, carreras de caballos y carreras de coches. En el escaparate de su tienda se agolpaban los curiosos para ver las fotografías de lo que había pasado en San Sebastián los días anteriores.

Cubría los eventos a su manera, “Martín iba a un pase de moda y las fotos no eran de las modelos desfilando, sino de ellas en los descansos o en los camerinos; iba a un partido de fútbol y retrataba a los futbolistas en el intermedio hablando entre ellos y sacaba fotos del público”. Este es el motivo, explica Egaña, por el que la muestra se llama Ricardo Martín. Fotógrafo y espectador, “porque fue un espectador de su tiempo, además de los eventos que fotografiaba él tenía la inquietud de retratar a la gente normal y a los trabajadores y no solo a los ricos en los eventos sociales”. Esos dos mundos son los que asistió como espectador y los que se pueden ver entre las más de 80.000 imágenes que se conservan del fotógrafo.

La guerra de África y retratos

La muestra organizada de manera temática tiene un capítulo dedicado a los retratos de personalidades de la cultura y la política que pasaban por San Sebastián como Azorín, Joaquín Sorolla, Jacinto Benavente, Pío Baroja, Niceto Alcalá-Zamora, Charles Chaplin, y Buster Keaton entre otros. Otra parte destacada de la muestra es la dedicada a la a Guerra del Rif, en la que se constata la mirada antibélica del fotógrafo en los retrato de los soldados que vivieron la derrota del ejército español, en sus maltrechos equipamientos militares y en sus heridos, así como, ya de regreso en San Sebastián, las manifestaciones de protesta por la guerra en 1922.

  • La exposición Ricardo Martín. Fotógrafo y espectador permanece en la sala Kubo-kutxa (Zurriola, 1) de San Sebastián, hasta el 22 de enero de 2017. Entrada libre.
  • Gracias a la colaboración de la Filmoteca Vasca se incluye la proyección de una pequeña película de los años 20, San Sebastián y Lasarte, que contextualiza y completa la exposición permitiendo ver los escenarios de Martín en movimiento.