Bimba y David Delfín compartieron su amor por el arte, un carácter inconformista y un espíritu disruptivo. Ambos tenían hambre de vida, pero la fatalidad quiso que por compartir compartieran incluso la lucha contra el cáncer, con idéntico destino. El diseñador malagueño ha fallecido en Madrid a los 46 años víctima de un tumor cerebral, unos meses después de que la misma enfermedad se llevara a su mejor amiga (murió el 25 de enero).
Bimba y David eran mucho más una pareja, su historia fue más allá de la relación diseñador-musa, no en vano la firma Davidelfin surgió en el sótano de la casa de la sobrina de Miguel Bosé fruto de la relación de cuatro amigos: Bimba, David y sus parejas de aquella época, los hermanos Gorka y Diego Postigo.
El cáncer le sorprendió al diseñador en enero de 2016 dejando su lado derecho inmóvil. Más tarde, el 5 de abril le localizaron tres tumores en el cerebro y fue operado de urgencia. “Uno de los tumores no se podía tocar por la zona en la que está, los médicos ahí no entran; otro se podía quitar sin riesgo de lesiones; y el tercero era complicado pero operable», confesó David Delfín en una entrevista a la revista Vogue nada más salir del hospital. Un artículo en el que el diseñador se mostraba absolutamente desinhibido en unas imágenes realizadas por su pareja, Pablo Sáez, donde se veía perfectamente una cicatriz cosida con grapas y puntos de sutura, resultado de la operación. Lo mismo que había hecho su amiga tiempo atrás cuando posó sin pudor con el pecho al aire.
Si algo tenían en común David Delfín y Bimba Bosé era su amor por la vida, sus ganas de crear y su pasión por arte. Quizá por eso ambos reaccionaron igual cuando les diagnosticaron la enfermedad, no lo escondieron y lucharon con todas sus fuerzas para continuar con la rutina. Mientras Bimba continuaba con sus bolos como Dj, el diseñador soñaba con poner en marcha una colección de ropa de niño, incluso una exposición con todos sus bocetos. “Sé que es grave, que es una lucha real, que la enfermedad quiere seguir adelante... pero tenemos que pararla. Me siento con muchas ganas, estoy listo. No tengo miedo”, confesaba Delfín con el mismo trapío con el que lo hacía su musa.
David tenía claro que no se iba dejar vencer ante la enfermedad: ''Me parece tan poco atractivo rendirse'', comentó en más de una ocasión. ''Intento no comportarme como un enfermo''. No quería mostrarse disminuido, pero sus problemas de movilidad en las extremidades le impedían llevar una vida normal.
La muerte de Bimba fue un golpe del que ya no se recuperó jamás. La devoción que David sentía por Bimba Bosé era única y perfecta. La misma que ella sentía por él. A pesar de que los médicos le recomendaron reposo, se empeñó en ir al tanatorio para despedirse de su mejor amiga. Aguantó el embiste delante del mundo, pero cuando regresó al coche se derrumbó en brazos de su pareja. Demasiado cruel para ser verdad. Aquella fue la última vez que se le vio en público. Incluso había abandonado las redes sociales, salvo para agradecer las felicitaciones de cumpleaños. Sin embargo, sus amigos sí que compartieron una foto en la que el diseñador posaba en su casa bien acompañado.
El pasado 6 de marzo su madre, María González, confesó en una entrevista a Vanitatis que David Delfín se encontraba en un momento muy duro de su enfermedad. “Mi hijo está muy mal. Se le ha paralizado ya media parte de su cuerpo. Hay que darle de comer, porque la mano no le responde y estamos todos muy afectados”. Resignada, María lo único que pedía era que su hijo no sufriera. "Que la vida fluya como deba hacerlo, nada más".
Fue con su madre con la que el pequeño Diego David comenzó a flirtear con la costura, ella le inculcó el amor por el diseño. Pasó la adolescencia a su lado rematando las costuras de los trajes que hacía por encargo. Marbella se le quedó pequeña y a los 18 años voló a la capital. En 2001 nació la firma Davidelfín y en 2002 presentó su primera colección en la Pasarela Cibeles. Removió conciencias, escandalizó y marcó estilo. Su carácter indómito e irreverente se reflejaba en sus diseños. O los adorabas o los detestabas, el termino medio, el gris, para él no existía. Inolvidables las imágenes de Bimba Bosé encapuchada, con el pecho al aire y rodeada por una soga con nudo de ahorcado. Aquel debutante David Delfín vistió a sus mujeres con capuchas en la mejor tradición talibán, envolvió en vendas sus piernas, brazos y manos, mientras de fondo se escuchaba el sonido de un orgasmo. Una polémica que no impidió que, un año después, fuera galardonado con el premio a la mejor colección de un joven diseñador por In loving memory. Aquello sólo fue el principio de una vorágine creativa. Desde entonces siguió desfilando regularmente en Cibeles con colecciones como Mi manchi o Cuerpo extraño donde Bimba Bosé siempre protagonizaba la pasarela.
El último trabajo del diseñador coincidió con la pasada Semana de la Moda. David Delfín puso a la venta una camiseta con una foto impresa de Bimba Bosé con la intención de recaudar fondos para la Asociación Española contra el Cáncer. Aprovechó para organizar una pegada de carteles por las calles de Madrid y en las zonas de acceso al pabellón 14 de Ifema con la misma imagen de Bimba Bosé, con el hastag #bimbaforever. Hoy no queda más remedio que cambiarlo por #bimbadavidforever.
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