Política y exilio forman parte de la vida de César Miguel Rondón desde la infancia. Periodista, musicólogo y opositor al régimen de Nicolás Maduro, Rondón nació en 1953 en Ciudad de México, donde sus padres se refugiaron para escapar a la dictadura del General venezolano Marcos Pérez Jiménez.

César Miguel Rondón

César Miguel Rondón

Volvió a Caracas con cinco años, en el primer avión cargado de exiliados. Ahora es una de las voces más conocidas de Venezuela y una de las más odiadas por el régimen. Para callarle le quitaron el pasaporte. Una cuestión burocrática, le dijeron. Después de dos meses se lo devolvieron. Ahora ha salido del país, otra vez exiliado, con su mujer y sus dos hijas. “El régimen ha sido tan opresivo y salvaje que en las calles se respira rebeldía -dice Rondón en una conversación con El Independiente-; estoy convencido que volveré pronto a Venezuela”.

Pregunta.- ¿Por qué tuvo que salir de Venezuela?

Respuesta.- El presidente Maduro prácticamente me condenó. El pasado 16 de mayo, durante el consejo de ministros emitido en directo por radio y televisión, afirmó que tenía que estar en la cárcel porque era un incitador al odio. Como periodista me he visto sometido a una gran presión. Puedo continuar mi programa de radio desde el extranjero gracias a Internet y todavía se puede escuchar en Venezuela. Pero por decisión del gobierno se ha interrumpido su emisión por televisión.

P.- ¿De qué lo acusa Maduro?

R.- He contado la cotidianidad y la brutal represión del chavismo. Vivimos en un régimen que no tiene el más mínimo respeto por la vida y los derechos humanos. En cien días de protesta ha habido más de 100 víctimas, cinco durante un sólo paro cívico. Es desmesurado lo que está ocurriendo.

P.- ¿Estamos ante un punto de no retorno?

R.- Es imposible que el Gobierno logre de nuevo la paz social. Ha convocado una asamblea constituyente violando las reglas escritas en la Constitución. El único objetivo de Maduro es seguir gobernando hasta que le venga en gana. Así lo dijo la misma mujer de maduro, Cilia Flores, que es también candidata. Ya no es elegir entre el Gobierno y la oposición. Es el país, incluyendo muchos chavistas, o caer en un régimen.

P.- ¿Se está produciendo una huida desde las filas del chavismo?

R.- Ha habido rupturas importantísimas en el frente chavista. La fiscal General Luisa Ortega Díaz se ha enfrentado duramente a Maduro. El general Alexi Ramírez renunció a su cargo sin renegar de sus ideales bolivarianos. El mayor temor, en este momento, de Maduro es la masiva abstención. El gobierno ha exigido a los funcionarios públicos que vayan a votar con la nómina para controlar que nadie se abstenga.

P.- ¿Qué pasará el domingo?

R.- Dar marcha atrás sería una gran derrota para Maduro. Pero si se llega a votar, se acabará la Venezuela que hemos conocido para convertirse en una dictadura a la cubana en pleno siglo XXI. ¿Tendría sentido un país así en la América Latina actual? Creo que no. Por las buenas o por las malas, el régimen de Maduro no tiene mucho futuro por delante.

P.- ¿Quién será el sucesor de Maduro?

R.- Después de este régimen tiene que haber una transición. Sospecho que ninguno de los nombres más sonados de la oposición, desde Capriles a Leopoldo López, van a estar en este proceso.

P.- Es también musicólogo. ¿Cuál es la banda sonora de las protestas contra Maduro?

R.- Me gusta decir que de cada diez venezolanos, nueve y medio son músicos. Nunca antes la música había tenido un peso tan fuerte en las protestas contra el chavismo. Empezó a crecer cuando la policía destruyó el violín del joven Willy Artiaga mientras tocaba en una concentración. La mezzosoprano Gioconda Cabrera ha fundado un coro femenino inspirado en los cantos del pilón, cantos tradicionales de la época en que se recogía a mano el maíz para las arepas. Pero son cada vez más los músicos que acuden con una guitarra o un tambor y muchos temas se han viralizado gracias a las redes.

P.- En 1980 escribió El libro de la salsa, publicado en España por la editorial Turner. Una historia de este género musical que ha llegado a su cuarta edición...

R.- Es un libro muy generoso. Ha tenido mucha fortuna y ahora tiene vida propia. Me enamoré de la salsa a los 15 años, cuando mi tío me llevó a un concierto de Eddie Palmieri. Era 1967 y desde entonces la música del caribe me conquistó. En los años 70 durante el boom de la salsa empecé a escribir sobre música para los periódicos de Venezuela. En Nueva York viví el apogeo de la salsa y entonces me planteé el libro, que se ha convertido en un fenómeno de culto entre los amantes de este género. La edición española sale ahora actualizada con las últimas tendencias.

P.- ¿Cuál es su playlist favorita?

R.- Wisdom, el último álbum de Eddie Palmieri, me parece muy interesante. Estoy escuchando al joven pianista cubano Alfredo Rodríguez, autor de un son jazzeado sumamente interesante. En Venezuela tenemos también un virtuoso magnífico que es Alfredo Naranjo. Pero siempre me gusta volver a los clásicos.