El escritor Lorenzo Silva ha invitado hoy a la ciudadanía catalana a reflexionar "en qué situación queda una sociedad cuando prácticamente declara abolidas todas las reglas" y trata como "apestados" a quienes han demostrado su sacrificio para defender las leyes que amparan los derechos y las libertades.

Así se ha pronunciado Silva, a preguntas de los periodistas esta tarde en Toledo, sobre la expulsión de guardias civiles y policías nacionales de varios hoteles catalanes, antes de pronunciar la conferencia La Guardia Civil en Castilla-La Mancha.

En opinión del escritor madrileño, Premio Planeta 2012 por La marca del meridiano, una sociedad que hace eso "no sólo está perdiendo una parte de sus defensores, y de sus defensores más sacrificados", sino también sus armas para, "a partir del día de mañana, exigir a nadie un deber o ampararle a alguien un derecho".

Silva ha criticado también que, "cuando la ley se reescribe cada mañana, prácticamente cualquiera puede salir a la calle y hacer cualquier cosa, siempre y cuando venga amparado por una causa superior que se ha declarado válida por encima de todas las cosas".

En cuanto a la actuación de la Policía y la Guardia Civil el pasado 1 de octubre, el escritor se ha rebelado contra la tendencia de "simplificar lo que sucede en función del último acontecimiento y de la imagen que nos interesa seleccionar" para forzar interpretaciones, "sin tener en cuenta el contexto".

Violencia en el 1-0

Sobre el 1-0 ha opinado que el pasado domingo "se pecó de cierta ingenuidad" al tomar la decisión de "irrumpir en centros donde hay ciudadanos interpuestos con buena o mala intención para generar determinadas imágenes".

Y aunque ha recalcado que él no ha visto "escenas de una enorme brutalidad policial", si uno las analiza todas, "hay momentos en que puede haber un cierto exceso, alguna actuación que no era del todo ortodoxa o se podía haber evitado".

Y ha puntualizado que "también hay que estar ahí, con una grave inferioridad numérica, rodeados de personas que te increpan y con antecedentes muy recientes de agentes del orden sitiados por miles de personas durante dieciocho horas".

En cualquier caso, el escritor ha reflexionado que lo sucedido el pasado domingo en Cataluña "partió de un error estratégico, sobre todo porque no era necesario", dado que el referéndum, ha dicho, "ya estaba desactivado y el sistema nervioso central de esa demostración no tenía ya ninguna validez ni posibilidad de ser presentada ante el mundo como la base de una decisión válida".