Todo empezó cuando al señor Urquijo, empleado de una constructora y gran aficionado al jazz y a la música clásica, se le ocurrió la feliz idea de regalar una guitarra a sus tres hijos, Javier, Enrique y Álvaro. Nunca imaginó que con aquel instrumento compartido iba a provocar el nacimiento de Los Secretos, una banda musical que surgiría arropada entre las paredes de su casa de Guzmán el Bueno.

La banda celebra 40 años de carrera con la publicación de una caja retrospectiva que saldrá a la venta el próximo 3 de Noviembre. Una vida a tu lado contiene un documental sobre la historia del grupo, 3CDs con sus mejores canciones y un CD con colaboraciones y canciones incluidas en discos tributo. Dirigido por Chema Vargas, el documental cuenta con la participación del grupo y la de artistas como Joaquín Sabina, David Summers, Nacho García Vega que repasan la vida y la historia de Los Secretos.

Los Secretos presentaron Una vida a tu lado el lunes en el Nuevo Teatro Alcalá ante un público entregado que disfrutó del show case previo a la proyección. El documental es la historia de una banda que está asociada a la experiencia y a los sentimientos de una generación. Una vida a tu lado surge como un trabajo entrañable, triste por momentos, esperanzado siempre.

Los Secretos presentaron Una vida a tu lado en el Nuevo Teatro Alcalá ante un público entregado

La historia de los hermanos Urquijo (son algo así como un ser indivisible) corre en paralelo, cuando se cita a uno no se puede olvidar al resto. Llegaron a la década de los 80 con dos maquetas sobre sus espaldas y con una banda que completaba el batería Canito, su inseparable compañero de escuela. Las canciones de Tos, como se bautizaron en un principio, se convirtieron en los primeros balbuceos de la Movida. Enganchados al escenario, poco a poco los tres hermanos, Javier, Enrique y Álvaro, abandonaron sus estudios de Medicina, Económicas y Ciencias de la Información para entregarse por completo a la música.

El futuro parecía más que prometedor para Tos cuando la tragedia golpeó por primera vez de lleno a sus componentes. El 1 de enero de 1980 Canito murió en un accidente de tráfico en la Nacional VI cuando se dirigía a una fiesta de Año Nuevo.

Lo que en principio anunciaba el final de la carrera de los Urquijo, se convirtió en un impulso inesperado. Los músicos cercanos a Canito decidieron organizar un concierto homenaje al batería, concierto al que se apuntaron las nuevas banda inspiradas en el punk y la new wave importadas de Londres y Nueva York, las mismas que llevaban meses agitando el panorama musical español.

El futuro parecía más que prometedor para Tos cuando la tragedia golpeó por primera vez de lleno a sus componentes

El concierto se celebró el 9 de febrero de 1980 en la Escuela de Caminos de Madrid y sirvió para dar el pistoletazo de salida de aquel fenómeno social de la Transición bautizado como la Movida. Allí se encontraron grupos como Alaska y los Pegamoides, Parálisis Permanente, Mermelada, Mamá, Nacha Pop y ellos mismos, rebautizados como Los Secretos. Rodeados de tanta vanguardia, los hermanos Urquijo y su permanente loa a la tristeza, el desamor y las penas quedaron encuadrados dentro del pop baboso de la época. Una calificación que llegaba encabezada por grupos de las llamadas hornadas irritantes (Glutamato Ye-ye y Derribos Arias, entre otros) y que marcó a los hermanos, sobre todo, a Enrique. El óxido del tiempo ha puesto a cada uno en su sitio. Mientras aquéllos no han sido capaces de sobrevivir, Los Secretos han resurgido, reforzados como un ave fénix, de todas sus desgracias.

A pesar de aquel desprecio, el grupo publicó su primer trabajo en 1981 que se convirtió en un bombazo gracias a temas como Déjame, Otra tarde o Sobre un vidrio mojado.

Todo empezó a torcerse cuando las drogas hicieron su aparición en la banda

Todo empezó a torcerse cuando las drogas hicieron su aparición en la banda. La adicción lastró artísticamente a algunos de sus miembros y los problemas empezaron a manifestarse en el grupo. Javier abandonó la formación, perdieron al segundo batería, Pedro A. Díaz, en otro accidente de coche, pero Enrique se empeñó en mantener vivo el espíritu del grupo. Décadas después, Álvaro Urquijo sostiene que "la muerte, las drogas y la industria fueron los tres enemigos de la banda".

Han pasado 40 años y Los Secretos han dejado en el camino 14 discos para el recuerdo, 14 trabajos en los que han pululado por la melancolía, han cantado al amor, al desamor, a las frustraciones, a los celos, a la mala suerte y a las chicas que les dejaban por los más guapos.

Indiscutiblemente, el alma de la banda fue Enrique, personaje taciturno, de carácter triste, melancólico e introvertido, un poeta que escribió temas como Amiga mala suerte, Qué solo estás, Y no amanece o Buscando, canciones que surgían de la experiencia y como reflejo de una vida atormentada.

El grupo vivió los 80, los 90 y sigue vigente en este nuevo siglo, a pesar de las tragedias. La tercera desdicha llegó con la pérdida de Enrique, el alma del grupo, un artista exquisito, exageradamente sensible y un creador prolífico, que se fue sin decir adiós una fría mañana de otoño. Estaba a punto de finalizar el siglo y Los Secretos, lejos de separarse, como muchos pájaros de mal agüero vaticinaban, tenían previsto grabar un nuevo trabajo. "Todo lo que hemos hecho desde entonces ha estado dirigido a suplir su carencia. A mí me dio vértigo asumir la composición y cantar".

Hoy, Álvaro ha recogido el testigo que dejó su hermano. Ahora es él, una de las guitarras más exquisitas del pop español, el alma del grupo. El enano de los Urquijo continúa con la impronta de Secretos. Parece que hay Secretos para largo.