España no fue capaz de rehacerse de la voracidad de Cristiano Ronaldo, que firmó un triplete en un trepidante duelo. Cristiano Ronaldo al principio, Cristiano Ronaldo al final. Con VAR (Árbitros Asistentes de Vídeos) o sin VAR. El delantero portugués inauguró Mundial, el día que se supo que ha asumido la pena de dos años de cárcel y un pago de 18,8 millones de euros por su litigio con la Agencia Tributaria, con tres goles para la selección portuguesa: en el minuto 4, en el 44 y en el 87. Este resultado (Portugal 3- España 3) se dio en el segundo choque del grupo B, tras la victoria in extremis de Irán sobre Marruecos (0-1).

Entre ambos tantos de Cristiano en la primera mitad, España jugó bien al fútbol a ratos: con un zapatazo de Isco al larguero que también parecía precisar de la tecnología VAR, con un disparo de Iniesta -muy activo siempre- y, finalmente, con el broche de un golazo de Diego Costa. En su especialidad: recibiendo solo de espaldas a la portería, deshaciéndose de Pepe primero y colocando la pelota en la red con un tiro preciso que sorteó a otro par de defensas y al portero Rui Patricio.

En los dos primeros goles de Cristiano fueron determinantes la pierna de Nacho en el penalti pitado por el árbitro italiano Gianluca Rocchi y la flojera de manos de De Gea, que no daba crédito al 2-1 al borde del descanso. Los tormentosos días que precedieron al debut de España (Lopetegui, despedido por Rubiales y con Hierro como relevo) se prolongaban en esos inauditos primeros 45 minutos.

Pero fue otra Diego Costa quien igualó el partido al rematar a bocajarro un servicio de cabeza de Busquets en una falta de estrategia.

Apenas cuatro minutos después, Nacho tuvo la oportunidad de sonreir y sacar el puño tras el impacto inicial del penalti a Cristiano con su disparo directo a gol desde el borde del área. El balón se cuadró de poste a poste y el defensa suplente que casi siempre juega puso a la selección por delante. El gol de su vida. Otra cosa ya.

En el minuto 70 Costa estuvo a punto de lograr el tercero, cuando ya Thiago había sustituido a Iniesta. España ya jugaba a su aire, a su estilo, alejando fantasmas. Aspas entró por el gran Costa, que firmó su mejor partido sin duda con la selección tras su extraordinario final de temporada con el Atlético de Madrid.

Sin embargo, a tres minutos del 90 Cristiano la volvió a colocar en la red con una magistral falta ante la que De Gea se quedó inmóvil. La voracidad de Cristiano no tuvo límites.

Este próximo miércoles, también a las 20 horas, Irán-España, en la segunda jornada del grupo B.