Expectación y mucha curiosidad ha despertado hoy el nuevo trabajo de Palomo Spain que ha presentado en el Museo de Ciencia Naturales entre gigantes urnas de cristal donde se guardan singulares animales disecados. "La curiosidad me ha llevado a la moda, de ahí que me guste coleccionar prendas como si se trataran de tesoros", ha explicado hoy a EFE Alejandro Gómez Palomo, quien reconoce que en la medida que puede, y le permite su economía, adquiere "caprichos" como "una chaqueta de Yves Saint Laurent o una camisa de Versace".

Después de una cena en casa del decorador Lorenzo Castillo, de la que salió "conmovido y tocado" tras descubrir un lugar fabuloso repleto de piezas "extraordinarias y exóticas", tuvo claro que tenía "el concepto" de su próxima colección.

"De repente mi cabeza se traslado a uno de esos gabinetes y empezó a idear prendas para un explorador a caballo entre el mundo real y el onírico", explica este diseñador, quien entre risas dice que en "mi mente solo hay hombres, diseño para hombres, las prendas para mujer me resultan complicadas, aunque me hace feliz que también les guste".

En esta ocasión, Alejandro Gómez Palomo, de 26 años, hace un ejercicio de contención y rebaja su intensidad habitual para presentar una serie de prendas serenas, de gran belleza en la que están muy presentes el blanco y el negro junto a o tonos planos como azul celeste, bronce o amarillo mostaza.

Es sus seis anteriores colecciones han estado presentes los volantes, los brillos y los estampados, pero esta vez ha salido de su zona de confort y ha hecho algo más difícil, "abandonar el caos y trabajar la sencillez", dice el creador que reivindica la "madurez" de la firma.

 

mis prendas están confeccionadas con patrones y cortes clásicos, aunque con una visión renovada

Se suele pensar que Palomo Spain es extravagante, "la gente está equivocada", argumenta el diseñador, quien asegura que "mis prendas están confeccionadas con patrones y cortes clásicos, aunque con una visión renovada".

Y con esa visión más actual, transgresora y contemporánea, este muchacho de pueblo que se marchó a Londres de camarero y estudió en el London College of Fashion, propone blusas románticas con lazadas al cuello, lánguidos caftanes adornados con piezas de nácar, pantalones palazzo, muy anchos con patrones del siglo XVIII.

ADN de Palomo

Aunque a priori parece una colección muy distinta a las anteriores, en estas prendas fluidas, con mucho movimiento y volumen se ve una continuidad, tiene ese extraordinario ADN "palomo" que tanto gusta a las "celebrities". Casacas rematadas con plumas, monos con cuello 'halter', un body con capa, "shorts", vestidos con plumas, pantalones capri o conjuntos confeccionados en seda salvaje y algodones lavados a la piedra que apuntan notas rústicas, más cuando se adornan con cinturones de macramé. Prendas que ceden el paso a piezas con más carácter como vestidos de corte romano, chalecos largos rematados con hilos de cuentas o vestidos confeccionados con pañuelos rematados con largos flecos.

"Es una colección muy yo, con mi esencia y estética", añade el diseñador que en esta ocasión vuelve a confiar en la firma Tolentino para la creación de sofisticados y exóticos sombreros, y en los artesanos de Ubrique para el diseño de bolsos, un huevo realizado en piel de pitón.

Palomo Spain volverá en enero a París, quiere estar en "primera línea", aunque dice que también le gusta mucho "jugar en casa", por el momento, disfruta de este dulce momento, al que ha asistido una vez más el director de cine Pedro Almodóvar.