Un icono de la F1 es Ferrari, de los rallyes Lancia, y de los 4x4, el Suzuki Jimny. Pocos coches han revolucionado tanto el mundo de la conducción off-road como el pequeño todoterreno nipón. Su llegada en un momento de crisis hace ya 48 años supuso acercar las capacidades off-road a millones de personas. Su tamaño compacto demostró ser excelente en terrenos accidentados y su fiabilidad lo hizo inmortal y un buen compañero de aventura en el que confiar. Hoy tenemos ante nosotros el nuevo Jimny 2019 y todo pinta de maravilla.
Aunque la expresión “si algo funciona para que cambiar” sea más propia de alemanes, lo cierto es que el anterior Jimny llegó al mercado en 1998. Esta nueva generación no es una actualización sino un salto generoso. Sigue siendo tres puertas pero ahora es más ancho, más largo y más alto. Aun así seguirá siendo el más pequeño de los caminos del bosque, con 3,65 metros de largo, 1,65 de ancho y 1,73 de alto, con una batalla de 2,25.
Sigue siendo adorable, con rasgos vintage como sus faros redondos en los extremos y su calandra, pero todo ha cambiado, ahora parece más cuadrado, más retro, y sus protecciones exteriores son de plástico negro. Se nota el cambio y ha sido a mejor, es como tener un Samurai de aquellos con los que podías subir por cualquier monte, pero en 2018. Nos encanta, y a todo el que hemos preguntado, también.
es como tener un Samurai de aquellos con los que podías subir por cualquier monte
Si bien es cierto que hay todoterrenos que cambian su filosofía para ser SUV, aquí Suzuki sigue fiel y bajo su carrocería hay un chasis de travesaños y largueros, diseñado para enfrentarse a terrenos accidentados y no a grandes resaltos de la ciudad. Sacarlo al campo es una gozada, es ponerse en la piel de un explorador, pues es uno de esos coches tan capaces y confiables que lo único que debes vigilar es no quedarte sin gasolina o entrar a un coto de caza sin permiso. Y es que con 41 grados de ángulo de ataque, 28 de ángulo ventral y 51 de salida, no hay cuesta, desnivel o cortafuegos que se nos resista. Además la tecnología ha llegado y si nos da miedo la pendiente que nos hemos encontrado después de la trialera que acabamos de subir, hay un control electrónico de descenso y un sistema de frenado para evitar pérdidas de tracción. Con sus 21 cm de altura libre al suelo, no es el coche más cómodo para subir al abuelo a dar un paseo por el campo, pero tu cárter respirará tranquilo en muchos puntos peligrosos.
Al inquebrantable Jimny 2019 lo impulsa un motor de 1.5 litros atmosférico. Con poco más de 1.100 kilos de peso los 102 CV y 130 Nm de par no tienen problema para moverlo, ni en carretera ni fuera de ella, y además los consumos son moderados si no hacemos el tonto por carretera ni en los caminos. Asociado tenemos el cambio manual de cinco velocidades, muy preciso y fácil de engranar, y que viene con una reductora, porque esto sigue siendo un puro 4x4. La tracción total conectable nos ayuda en cualquier momento a salir de terrenos blandos o pedregosos y la reductora nos ayuda a hacerlo con mayor confianza. Con ella no ha habido obstáculo grande para el Jimny. Con este nuevo vehículo no hay dudas, el icono seguirá siéndolo en esta generación.
Cargado hasta los dientes
Además podremos tener un Suzuki Jimny muy completo, ya que en el catálogo de accesorios, además de barras para el techo o ruedas más grandes, se podrán pedir defensas para la carrocería o incluso añadir una tienda de campaña en la parte trasera del coche. De serie llevamos llantas de 15” y neumáticos 195/80, ideales para el campo, y podremos elegir entre ocho colores exteriores, pero nosotros nos quedamos con este “verde lima” que queda de maravilla entre la naturaleza.
Por dentro el Jimny sigue fiel a su origen, sencillo, práctico y resistente, pero ahora hay más tecnología gracias a una pantalla multimedia táctil con navegador, y bluetooth. Además, destacamos los numerosos sistemas de seguridad como el asistente de frenada, el reconocimento de señales de tráfico, o la alerta de cambio de carril. Detrás caben dos adultos, bien de alto y de hombros, pero deberán entrar abatiendo los asientos delanteros, pues solo hay dos puertas laterales. Desde la parte trasera hasta el maletero todo está forrado de plástico, por lo que no hay que tener miedo a cargar nuestro Jimny. Sin abatir sus plazas traseras solo tendremos 83 litros de capacidad, pero si las plegamos tendremos 377 litros, un espacio suficiente para las cestas de piñas y setas y algún compañero cánido.
Más de 4000 KM por los Andes
Si a Indiana Jones le hubieran dejado un Jimny quizás no se habría querido subir a otro vehículo para sus aventuras. Pasando a la realidad, Moli Jones, arqueólogo y profesor universitario, ha recorrido buena parte de la Autopista Panamericana y ha atravesado la cordillera de los Andes con un Suzuki Samurai. Amante de los TT clásicos, Moli usa Suzukis par sus trabajos y aventuras. En este caso ha recurrido al infalible Samurai, un modelo cuya producción también tuvo lugar en España, muy popular por su robustez y capacidades off-road. Con él ha recorrido más de 4.000 km atravesando los Andes llegando a Argentina, donde le esperaba un vuelo a Belgrado para su próximo trabajo.
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