Ahora son influencers. En los 80, la sociedad de la televisión necesitaba iconos en los que inspirarse también. Lo de Madonna Louise Veronica Ciccone​ (Bay City, Míchigan; 16 de agosto de 1958) no fue casual. Lo buscó casi tan desesperadamente como a Susan. Hasta el punto de pillar un “globo” (literal y varios, uno de Oro por Evita) que le ha durado hasta hoy.

No le quito mérito. Finales de los 70. Érase una vez que se era una ambiciosa bailarina norteamericana con ascendencia italiana sin demasiada clase que soñaba con ser estrella del pop a pesar de cantar nasal y con poca voz. Su fuerza vital y sus relaciones personales con varios músicos en esa época le acaban sentando en un despacho frente a Seymour Stein, el descubridor de Ramones, entre muchos otros. Ambos se necesitaban. El cazatalentos buscaba una estrella sorprendente, irreverente y descarada para su querido sello Sire Records. Y la bailarina, un globo aerostático que la elevase a los altares de la cultura pop de los 80. Y así fue. 

Talento artístico le sobra a esta joven anciana que esta semana cumple 62 años. Yo mismo fui fan al escuchar “Holiday”, sin ni siquiera saber cómo era físicamente. Y es que detrás de aquella línea de bajo única, o de su percusión potente (ella fue batería de su primera banda) había un guapo latino DJ dotadísimo (para la música) llamado Jellybean Benitez, su chico. Mr. Stein tuvo unas palabras con él, porque estaban sin temas para el primer disco de la futura diva. La respuesta del pinchadiscos fue buscar en un cajón lleno de cintas de casete una canción escrita en 30 minutos que le había llamado la atención por su melodía. Curtis Hudson, un músico sin demasiado éxito, se había enfadado viendo las noticias en televisión y pensó que el mundo necesitaba vacaciones. Así que comenzó a tocar unos acordes que ahora todos conocemos, pensando más en una balada que en un tema destinado a ser de los más bailados durante casi 40 años. El gerifalte discográfico, al escuchar aquella maqueta, propuso un reto al muchacho: “Si pudieras hacer esta canción el próximo viernes, puedes hacer el álbum” El chico había hecho remixes, pero nunca había producido un disco. Aquella semana de febrero de 1983 y en cuatro días se produjo el milagro que aún hoy resuena como mito histórico en la música pop. Por cierto, Madonna, además de cantar en Holiday, toca el cencerro. 

La solista más exitosa y de mayores ventas musicales de todos los tiempos

Lo demás es Historia. Según el Guinness, ella es récord mundial como “la solista más exitosa y de mayores ventas musicales de todos los tiempos” No es raro leer en los medios más prestigiosos que se trata de la mujer más influyente de la música contemporánea. Diseñadora, activista, productora discográfica y actriz con 22 películas en su haber. Ah, y por poco protagoniza “El Guardaespaldas”. Ahora se ha convertido en influencer profesional y es capaz de beber su propia orina para generar lo de siempre, lo que necesita para seguir ahí: escándalo.

No me gustó el día que la conocí en la radio. Demasiado cool. Una sonrisa demasiado fría. La promo la hacía a rastras. Sigue siendo la adolescente rebelde que quiere la parte buena de esto. Pero eso no quita que Madonna haya sido la respuesta perfecta a la ignorancia de la que hicieron gala muchos hogares que venían de una época en blanco y negro al afrontar las cosas de la edad con los jovenes de aquellos años 80 en los que descubríamos todo. Y eso va más allá de la música. Gracias.