El pabellón 14 de la mastondóntica Feria de Madrid esperaba ansioso el arranque de la 73ª edición de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid. La mañana de jueves olía a rutilante rutina para España, mientras que para otros afortunados se convertía en un mazo que rompía el hielo de la cotidianidad.

Andrés Sardá, la marca de lencería que inauguraba el evento más importante de la moda en España, daba a sus asistentes un caramelo a la entrada: un sofá de terciopelo rojo presidía la sala, mientras que todas las miradas se posaban sobre él. El desfile empezó con un fashion film interpretado por la actriz del momento, la argentina Lali Espósito, y el actor Enric Auquer, ambos presentes en Sky Rojo, el nuevo pelotazo de los creadores de La Casa de Papel. Tras el visionado, las modelos comenzaron a salir a la pasarela. Inspiradas por Liza Minnelli y por la sensual elegancia de los años 20, el Cabaret ocupó su espacio en el punto central del recinto.

Entre bailes y tocados, y piezas con una delicadeza extrema, Andrés Sardá empleó el método híbrido, fusionando lo digital con lo presencial, para dar el pistoletazo de salida a una edición del MBFW que planteará un antes y un después en el gremio de la moda.

Para Nuria Sardá, directora creativa de la marca, que Andrés Sardá haya abierto las dos ediciones pandémicas de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid es un orgullo. "Siempre nos hace muchísima ilusión inaugurar, es una responsabilidad extra, te pones más nerviosa, pero vale mucho la pena", afirma en su entrevista con El Independiente.

Presentación de la colección otoño-invierno de la firma de lencería Andrés Sardá que abre la 73 edición de la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. EFE/ Mariscal

Con respecto a la edición del pasado año, retrasada a causa del confinamiento domiciliario que se vivió en España en 2020, la diseñadora considera que principal diferencia fue "que en septiembre todo estaba bien y empezó a ponerse mal y aquí ha sido al revés", indica. Eso sí, reitera que la incertidumbre se ha convertido en un modelo más de su colección, pues siempre viajan con la maleta cargada de dudas acerca de si los desfiles podrán salir adelante o no.

Para evitar dejar las creaciones colgando de la percha, la marca catalana ha decidido abrirse al uso de medios visuales que consigan acercar las colecciones al público. "Decidimos combinar la pasarela tradicional con un fashion film con tal de darnos nuevas oportunidades y expresar las cosas de forma diferente" explica Sardá. "Nunca habíamos hecho un fashion film, ha sido toda una experiencia", ríe. La fusión del vídeo -bajo el nombre Who is she? y que emplea el baile y el movimiento como elemento dinamizador de la colección- con la pasarela se ha convertido en el híbrido que marcará esta nueva edición de la semana de la moda en la capital.

La lencería nunca pasa de moda

Delicada, sofisticada y, por ende, valiosa."La ropa interior son prendas para uno mismo y en estos momentos la gente necesita subirse la moral, cuidarse por dentro y tener unas piezas que le hagan sentir bien", afirma la directora de Andrés Sardá. Puede sonar algo lejano, pues los looks que han conformado los armarios de la población en los últimos meses han sido chándales, pijamas y deportivas.

Nada más lejos de la realidad, la lencería parece haberse reencontrado en el mercado y con el cliente. La ropa interior se ha erigido como una pieza "que la gente ha ido comprando más", pues para Sardá, "da ese punto de subidón" al vestirla.

La ropa interior son prendas para uno mismo y en estos momentos la gente necesita subirse la moral"

NURIA SARDÁ, DIRECTORA CREATIVA DE Andrés Sardá

La colección, que se ha mostrado al público más tarde que en su presentación comercial, buscaba conjuntos que "fueran agradables para la mujer, como una caricia para el cuerpo, y que sean agradables de llevar para que nos transmitan ese bienestar", afirma Nuria Sardá.

Presentación de la colección otoño-invierno de la firma de lencería Andrés Sardá. EFE/ Mariscal

Aunque la directora de la marca afirma que llegar hasta aquí "ha sido muy difícil a todos los niveles", en el sector "la gente se ha ayudado de una manera u otra". "Nosotros hemos colaborado con nuestros proveedores y clientes, hemos buscado soluciones para que todos sobreviviéramos y es en estos momentos donde se ve ese sentido gremial y asociativo" de la industria.

Enunciar la palabra futuro en una coyuntura como la actual requiere valor, esperanza, o ambas. Las incógnitas se posan hasta en las noticias más rigurosas, pero para Andrés Sardá, no hay límites que se puedan resistir, pues el plan de cara a los próximos años es "seguir haciendo la marca fuerte y ganando clientes internacionales". La diseñadora afirma que "hay muchos retos" pendientes, entre ellos, "seguir adaptándonos al mercado, seguir creciendo y seguir dándole a la mujer la ropa interior que le apetezca llevar por muchos años".