Mucho antes de que conociéramos a la doctora Asya y su ex marido Volkan en Infiel, a los protagonistas de Inocentes, Tierra Amarga, La hija del embajador o, más recientemente, Secretos de Familia, el escritor andaluz Antonio Gala ya dio, allá por los inicios de la década de los noventa, con la fórmula que acabaría, muchos años después, siendo un éxito mundial. En 1993, Gala publicó La pasión turca, una mezcla entre lujuria e intriga con los preciosos paisajes del Bósforo como telón de fondo.

Gala era por aquel entonces uno de los escritores más famosos y apreciados de España, uno de esos raros ejemplos que aunaban buenas novelas con éxitos de ventas. En 1990 ganó el Premio Planeta con El manuscrito carmesí, una suerte de biografía novelada donde narraba la vida de Boabdil, último rey nazarí de Granada, un hombre traumatizado que tuvo que observar consternado la decadencia imparable de su reino.

"El amor llevado a límites extremos"

Tres años más tarde aparecía La pasión turca, una novela erótica donde el sexo y la atracción fatal furtiva tenían tanto protagonismo como la frustración de una mujer aburrida de la vida. Gala reconoció cuando lo publicó que quiso explorar "el amor llevado a límites extremos", pero lo que le salió fue mucho más interesante.

Gala, que siempre ha tenido un don descomunal para meterse en la piel de mujeres, presentó en el libro a Desideria Oliván, una mujer de Huesca, con una vida anodina, rutinaria y profundamente convencional cuyo matrimonio ha caído en el más soporífero aburrimiento. En un viaje justo a su marido, Ramiro, y unos amigos conoce al guapo e irresistible Yamán, el guía turístico y propietario de una tienda en un bazar, y entre ellos se desata una pasión arrolladora, de lujuria desorbitada.

Pero no todo será puro goce y sentimientos incontrolables. Desideria lo deja todo por él hasta el punto de que se va a vivir a Estambul, pero una vez allí descubre que su amado no es quien parece ser y tiene una peligrosa doble vida. Desi se encuentra entre la pasión desbocada que siente por su amante y el miedo al verse envuelta en tramas criminales que la van destruyendo poco a poco. Y hasta aquí puedo leer sin hacer demasiados spoilers.

Una nueva visión

La novela, desde luego, lo tenía todo: pasión, lujuria, crímenes, negocios turbios. Y exploraba la mente de una mujer insatisfecha que acaba consumida. No es de extrañar que fuera rápidamente llevada al cine: Vicente Aranda la adaptó en 1994 con Ana Belén como protagonista.

Ahora, Antena 3 vuelve a apostar por ella. Se sabe que la cadena de Atresmedia está trabajando en la creación de seis episodios, de cincuenta minutos de cada uno, que se rodarán entre Estambul y Madrid. Maggie Civantos y el actor turco Ilker Kaleli encabezarán el reparto, que contará con actores españoles, turcos e italianos.

La trama, aunque sigue las líneas generales de la novela, se permite algunas licencias. Olivia (se cambia el nombre que la protagonista tiene en el libro) es una artista consolidada, licenciada en Bellas Artes y experta en arte bizantino que se quiere presentar a unas oposiciones de profesora titular en la universidad y viaja a Estambul para profundizar en su área de conocimiento. Allí conoce a Yamán, un hombre tan exquisito y carismático como atractivo, que regenta una tienda de antigüedades centrada en arte mesopotámico.

Olivia se siente inmediatamente atraída por él y entre ambos surge un tórrido romance. Pero Yamán no es quien dice ser: casado y con un hijo (datos que oculta a Olivia), es en realidad un traficante de antigüedades y piezas de arte de países en guerra, com Irak. Yamán quiere usar los conocimientos de Olivia y la involucra en una trama criminal de la que la protagonista saldrá muy mal parada.

Tranquilos, que no estoy haciendo ningún spoiler, porque toda esta información se sabe casi al principio de la serie. De hecho, La pasión turca comienza con Olivia despertándose en un hospital de Estambul después de haber intentado suicidarse. Una inspectora de policía la interrogará sobre su papel en la red criminal de Yamán y, para evitar acabar entre rejas, Olivia deberá regresar con su amante e informar de sus movimientos. Así se verá de nuevo inmersa en un torbellino de sensaciones y pasiones donde nadie es quien dice ser, todos guardan peligrosos secretos y la lujuria descarnada, salvaje, vuelve a surgir entre los protagonistas. ¿Sobrevivirá esta vez Olivia a su historia con Yamán? Habrá que ver la serie para saberlo.