Hemos perdido la serenidad de la escritura, ya no escribimos a mano, sólo con teclados y hasta los más habilidosos les bastan los pulgares para redactar en un móvil. La escritura manual es una de esas cosas que nos quitamos abrazando la tecnología y ahora descubrimos que es bueno para nosotros. 

Igual que andar es bueno para nuestro corazón, mejor que usar el coche, la escritura manual es buena para nuestra mente. Cuando escribimos a mano usamos todas nuestras estructuras cerebrales vinculadas al pensamiento, al lenguaje, a la memoria y al movimiento. También sabemos que cuando escribimos algo a mano lo fijamos más en nuestra memoria. 

La moda del lettering recupera la escritura a mano con preciosismo, la buena letra de toda la vida, por su estética y por su capacidad para centrarnos en una actividad que nos ayude a desconectar. Los evangelistas del lettering lo defienden como un arte terapéutico. Laura Massana de Three Feelings, es una experta en lettering y ha publicado Momentos para escribir bonito (Planeta) a modo de diario para iniciarse en esta práctica relajante. “El comienzo nunca es fácil porque estamos haciendo algo totalmente nuevo. Entonces tenemos que venir primero con la mente muy abierta y con muchas ganas, porque al final las ganas es lo que nos hace poder centrarnos y ser constantes en ellos”, afirma. 

Es un arte que nos ayuda a desconectar, a pensar en otro tipo de cosas

La norma es muy básica cuando se escribe en dirección hacia arriba se hace trazo fino y hacia abajo grueso. Suena fácil y lo es si practicas. “Primero no nos saldrá, luego saldrá un poco mejor y cuando llevamos cien letras ya no tiene nada que ver la primera con la última. Es una cuestión de constancia y mucha práctica”.

Para la autora y diseñadora gráfica la mejor forma de iniciarse es con un boli de punta de pincel que está de moda, “es un pincel hecho rotulador que permite hacer dos tipos de trazos, uno más fino otro más grueso”, explica. “Hay que coger bien el rotulador, cuando se ejerce más presión tiene un trazo grueso y cuando se presiona menos obtienes un trazo más fino”, añade.

El objetivo del lettering es la creatividad. “Nos puede servir simplemente como algo artístico y demás para aplicar a ciertas cosas. Tanto carteles, personalización de todo tipo de elementos pero también es un arte que nos ayuda a desconectar, a pensar en otro tipo de cosas, en un mundo en el que vivimos constantemente con un móvil pegado a las manos hace que podamos evadirnos” asegura la creativa.