Para el españolito medio era una buena voz. Muy clara, melódicamente impecable, la señorita Evangelina Sobredo era un símbolo de que se podía ser cantautora, y moderna, sin entrar expresamente en política. La poesía abierta en canal de sus letras le abrió camino en el sendero de lo social, ganándose así a todos. Cecilia se convirtió en un símbolo artístico imborrable que no se desvaneció en absoluto la noche del 2 de agosto de 1976, el día que un accidente de tráfico acabó con su vida en un pueblo de Zamora cuando regresaba a Madrid de un concierto en Vigo.
Con solamente tres discos en su carrera, nadie que viviera aquella época la olvida en esta su querida España, esta España nuestra.
Con solamente tres álbumes se creó el mito. Cuando llegó la ola digital, de los tres, el del medio, no salió. Cecilia (1972) y Un ramito de violetas (de 1975) sí se transformaron en cadenas de unos y ceros para formar parte de la vorágine de consumo fácil a golpe de dedo. Pero Cecilia 2 no.
Esta historia no es solamente sobre la cantante de “Dama, dama”. Es la historia de una lucha. Eduardo Bravo no se conformaba con el silencio como respuesta a sus correos a Sony Music. En el universo de las plataformas y a un clic de los dedos faltaba nada menos que un tercio del legado de la mujer que simbolizó una época. Y se puso a escribir. Comenzando por su periplo y continuando con todo tipo de detalles que todavía nos hacen descubrir mucho más sobre la madrileña criada en Londres y de padre diplomático. Todo un desafío y también una experiencia, que traslada al lector con su libro Cecilia 2, la historia del disco que no pudo ser (Lengua de Trapo).
Pregunta.- ¿Por qué Cecilia 2 no ha estado entre los discos que podemos ir a comprar en cualquier tienda de discos de las que sobreviven?
Respuesta.- Creo que principalmente por el desinterés de la compañía discográfica. Es un disco que nació problemático, decepcionando tanto a la artista como a la compañía. Han pasado 50 años, y en todo este tiempo Sony, que heredó los archivos de CBS, podría haber rescatado el trabajo y haberlo tratado mejor. Incluso podrían haber hecho algún tipo de comunicación con motivo del medio siglo de su grabación, pero por desinterés no lo han hecho.
P.- Quizá tiene algo que ver que este disco no vendió tanto como el primero ni como el tercero.
R.- Es cierto. Cecilia 2 no vendió tanto. Con el tiempo, algunas canciones se han incluido en recopilaciones, pero el disco completo no estaba disponible. Aunque salió en CD, hoy no está ni siquiera en la colección Legacy de Sony, dedicada a discos clásicos en vinilo. Los otros dos sí están, pero este solamente apareció en plataformas de streaming a finales de 2023, mucho más tarde que otros trabajos de Cecilia, incluidos los duetos, que considero menores.
"Me gustaría que Cecilia fuera reconocida no como una figura comercial y amable, sino como una artista independiente y combativa"
Eduardo Bravo, autor de 'Cecilia 2, la historia del disco que no pudo ser'
P.- Leyendo tu libro, uno se solidariza mucho con tu lucha. Primero, en esa especie de David contra Goliat que suponen tus persistentes preguntas a una de las compañías discográficas más potentes del negocio a nivel mundial. Y después, la narrativa de tu investigación nos lleva a una aliada muy especial: la hermana de Cecilia. ¿Hasta qué punto fue fundamental?
R.- Teresa Sobredo ha sido una gran cómplice en este proyecto. El libro no se habría hecho sin el apoyo y la autorización de la familia. Aunque no intervinieron en la escritura, leyeron el manuscrito. Algunos lo aceptaron más que otros, pero no hubo problemas. Teresa fue muy colaboradora y me proporcionó muchos contactos, incluido el de la discográfica. El apoyo de los herederos fue crucial. Sin su autorización, el libro no se habría podido hacer. Ellos son muy protectores con el legado de Cecilia, y era importante que supieran todo sobre el proyecto. No tenemos nunca que olvidar que se trata de una figura significativa, con una carrera prometedora, que de repente se vio truncada a los 27 años. La familia siempre ha sido cautelosa con su legado.
P.- Hija de diplomático español, tuvo una educación cosmopolita y era bilingüe. ¿Cómo influyó esto en su música?
R.- Cecilia volvió a España en 1969 después de vivir y crecer en varios países, como Estados Unidos o el Reino Unido. Su educación y sus vivencias la convirtieron en una figura única aquí. Traía consigo una gran riqueza musical y personal. Su experiencia era comparable a la de los grandes de la música internacional de su tiempo.
P.- La música ahora se consume de manera más inmediata, sin fijarnos demasiado en los conceptos. ¿Cómo ha podido afectar esto a la difusión de Cecilia 2?
R.- La música hoy se consume rápidamente, con canciones sueltas en lugar de LPs completos. Cecilia 2 es un disco conceptual, con una intencionalidad en sus temas. No tiene un eje central y sus canciones varían, pero están unidas por una intención de contar algo especial. Esto es menos rentable hoy, donde es más fácil descomponer un álbum en canciones que vayan a listas de reproducción variadas.
P.- ¿Hasta qué punto influyó la explosión creativa de la música de la década de los 60 a nivel mundial en la obra de Cecilia?
R.- Absolutamente. Cecilia tomó su nombre artístico de una canción de Simon & Garfunkel y su primer single pedía a los Beatles que se reunieran. Vivió la explosión de la música pop del siglo XX en persona, algo que influyó profundamente en su obra. Los arreglos y la producción de sus discos muestran una comprensión profunda de estas influencias, creando algo único.
P.- Cecilia logró transmitir su mensaje durante el franquismo gracias a su educación y su forma de ser positiva y elegante. ¿Cómo consiguió esto?
R.- Teresa Sobredo siempre destaca lo educada y correcta que era su hermana. A pesar de su fuerza y determinación, sabía cómo colar sus mensajes con inteligencia y sutileza en una época dominada por la censura.
P.- Como se suele decir, con educación se va a todas partes. ¿Cómo te gustaría que se reconociera tu trabajo y también el disco Cecilia 2?
R.- Me gustaría que el disco se conociera y se escuchara, y que Cecilia sea reconocida como la figura vanguardista que fue. No como una figura comercial y amable, sino como una artista independiente y combativa que creó un disco tremendo en 1973.
P.- Es curioso que siendo un producto propio, de un país como este que tiene músicos excepcionales, haya estas dificultades para conseguir que se reconozca nuestro propio patrimonio. ¿En España no presumimos de nuestra música tanto como hacen otros?
R.- Soy de la opinión de que antes, cuando valorábamos nuestra música, llegábamos a los diez primeros en Eurovisión. Ahora parece que despreciamos lo que tenemos, a pesar de contar con grandes artistas y trabajos que son auténticas obras maestras, valorados incluso en Japón. Allí se llegan a pagar miles de dólares por copias de artistas españoles de los años 70. Es muy común que nos valoren más fuera que aquí.
P.- En tu libro cuentas que Cecilia 2 no es el disco que ella hubiera querido publicar. ¿Veremos algún día ese trabajo?
R.- Sería hermoso, pero lo veo difícil. El disco originalmente se iba a llamar Me quedaré soltera y la portada mostraba una fotografía de Pablo Pérez-Mínguez con Cecilia posando embarazada. Eso fue algo que su discográfica, que entonces se llamaba CBS, no aceptó en su momento. Una mujer soltera y en estado era demasiado para algunos entonces. Aunque sería ideal, es muy improbable que se haga realidad.
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