Netflix ha encontrado su nueva gallina de los huevos de oro en tres guerreras de animación que cantan y exorcizan demonios al ritmo de K-pop. KPop Demon Hunters, traducida en España como Las guerreras K-pop, la película que en apenas tres meses se ha convertido en la más vista en la historia de la plataforma, ha generado un fenómeno cultural que desborda la pantalla: su banda sonora domina las listas mundiales, sus protagonistas han invadido TikTok y los disfraces de Halloween, y ahora, por primera vez, Mattel y Hasbro, las dos compañías jugueteras más grandes del mundo, fabricarán juntas productos inspirados en el filme.
Netflix acaba de anunciar un acuerdo sin precedentes con ambas empresas, a las que ha designado "co-maestras globales" de licencias para Las guerreras K-pop. Cada una desarrollará su propia línea de juguetes, muñecas, peluches, juegos y coleccionables basados en las heroínas de Huntr/x, el trío protagonista formado por Rumi, Mira y Zoey. El lanzamiento comercial está previsto para la primavera de 2026, aunque Mattel abrirá una preventa en noviembre con un set de tres muñecas, y Hasbro hará lo propio con una edición especial del Monopoly Deal tematizado, que llegará a tiendas el 1 de enero.
Un fenómeno sin precedentes
El acuerdo rompe un tabú histórico: Mattel y Hasbro han sido rivales durante décadas, con guerras abiertas por franquicias como Barbie o Transformers. Que ambas compartan una misma propiedad intelectual es, según Variety y The Hollywood Reporter, un hecho sin precedentes en la industria. "Esta colaboración significa que los fans podrán tener en sus manos los productos que llevan meses exigiendo en todas las redes posibles", afirmó la directora de marketing de Netflix, Marian Lee. "Huntr/x nos ha mostrado que una gran tríada –Netflix, Mattel y Hasbro– puede ser mucho más que la suma de sus partes".
El entusiasmo empresarial tiene una explicación: Las guerreras K-pop ha superado los 325 millones de visualizaciones en tres meses y su banda sonora ha alcanzado cifras que rivalizan con el K-pop real. El álbum encabezó el Billboard 200 y sus temas han acumulado más de 8.000 millones de reproducciones en streaming, según datos del propio Netflix. El sencillo Golden, interpretado por la cantante Ejae, se ha convertido en la canción más escuchada de un grupo femenino en lo que va de siglo.
La película, dirigida por Maggie Kang y Chris Appelhans y coproducida con Sony Pictures Animation, narra la historia de Huntr/x, un trío de superestrellas del K-pop que en su tiempo libre combate demonios disfrazados de ídolos masculinos –los Saja Boys– para proteger a sus fans. Es una mezcla de musical, shōnen –anime para adolescentes– y fantasía urbana, animada con deslumbrante precisión y rebosante de referencias a la cultura coreana. Los creadores han conseguido que la música no sea un mero acompañamiento si no que forme parte del corazón de la historia.
Música 'de verdad'
La música, producida por veteranos del género k-pop como Teddy Park (Blackpink) y Lindgren (BTS, Twice), ha sido clave para su éxito. En el universo del filme, los temas de Huntr/x no solo conquistan estadios: funcionan como armas mágicas para expulsar el mal. "Queríamos que las canciones fueran realmente increíbles, que conectaran con los fans del K-pop y que estuvieran integradas en su mundo", ha explicado Kang en varias entrevistas.
Pero más allá de la música, Las guerreras K-pop ha resonado por su manera de representar la cultura coreana sin caer en clichés. El equipo viajó a Corea del Sur para documentar escenarios reales –desde las murallas de Seúl hasta los baños públicos y templos tradicionales– y estudió los movimientos de los mudang (chamanes coreanos) para incorporarlos a las coreografías de las protagonistas. Los animadores incluso sincronizaron los labios de los personajes con la pronunciación coreana original, aunque la versión final sea en inglés.
Esa autenticidad visual y simbólica –los tigres y urracas que acompañan al grupo, las armas con motivos tradicionales, los espíritus de la mitología local– ha permitido que el filme funcione tanto como homenaje cultural como fenómeno global. "Durante décadas, el k-pop ha tenido dificultades para integrarse en la cultura popular occidental", apuntaba en declaraciones a la BBC el crítico Kim Youngdae. "La animación, sin embargo, permite introducir lo desconocido con naturalidad".
Un éxito para todos los públicos
El resultado es un éxito transversal. Los fans del k-pop lo celebran por su exactitud a la hora de representar los rituales del fandom, el público infantil lo vive como una epopeya de heroínas y los adultos lo disfrutan como una parábola fantástica sobre la identidad y aceptarse a uno mismo.
La actriz y cantante Ejae, coautora de Golden, confiesa que el fenómeno "parece un sueño": ha ganado cien mil seguidores en un mes y se ha visto arrastrada por una ola que, según ella, refleja una necesidad colectiva. "Creo que la gente busca esperanza, y esta canción la ofrece. Es poderosa, te eleva. Quizá eso es lo que el mundo necesita ahora".
Netflix, por su parte, ha capitalizado el fervor. En agosto reestrenó la película en salas con versiones sing-along –algo inusual en la estrategia de la compañía– y planea nuevas proyecciones para Halloween. También está en conversaciones con Sony para una secuela. Mientras tanto, las Huntr/x se preparan para conquistar las estanterías de los supermercados.
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