En el vídeo de 'La perla', una Rosalía peleona y desafiante vuelve a ser un poco motomami

Sin mucha antelación, Rosalía anunciaba en redes sociales este lunes al mediodía el estreno del vídeo de La perla, una de las canciones más populares de su aclamado disco LUX y sin duda la más cantada.

Este ajuste de cuentas con uno o varios hombres de su vida –¿Rauw, Tangana?; las especulaciones siguen abiertas– se hizo viral pocas horas después de la publicación del álbum el pasado 7 de noviembre, y especialmente tras el paso de la cantante por el programa de Jimmy Fallon. Así que estaba casi cantado que fuera la siguiente canción de LUX con vídeo propio.

Hoy a las seis de la tarde hora española se desvelaba una pieza que funciona como la otra cara de Berghain: la mujer exiliada en Varsovia con el corazón roto y una orquesta sinfónica a cuestas es ahora una espadachina se pasea desafiante por Los Ángeles con todas las heridas cicatrizadas y el halo de santidad ya un poco desvaído. Vuelve (re)hecha una motomami. 

Un vídeo lleno de guiños

El vídeo, realizado por Stillz y con la dirección creativa la hermana de Pili, la hermana de Rosalía, comienza con la artista vestida de esgrimista, entrenando en una sala impoluta, antes de verla conducir un no menos impoluto Lamborghini descapotable. Rosalía fuma al volante, y luego camina por un barrio de Los Ángeles con un refresco en la mano, escuchando música en su iPhone con auriculares de cable, maxi gafas de Dior –de cuando era imagen de la marca, antes de Jonathan Anderson; ¡lo mismo la perla es él!– y vistiendo una especie de cinturón de castidad metálico con un corazón labrado sobre el pubis. Un giño a la condición de volcel, célibe voluntaria, de la que presume en las entrevistas de LUX.

Como en los vídeos de antes, Rosalía canta y se alternan varios escenarios: un estudio de esgrima sin contrincantes, el coche más fardón, una acera de Los Ángeles. También una pista de hockey en la que boxea sobre patines y un parque donde adiestra con un voluminoso traje anti mordiscos a un precioso braco albino y a un dóberman de los que hay poco que temer porque son muy cariñosos y fieles. No como la perla, claro.

Yahritza, su compañera de canción, no sale, y nos atrevemos a decir que ni falta que hace. Rosalía es la estrella, y en el vídeo de La perla vuelve con el descaro de Motomami. Solo le falta mascar chicle como en la performance que acompañaba a Bizcochito.