Gracia Querejeta (Madrid, 1962) ha vuelto de México. Ha dirigido la segunda temporada de la serie de Netflix Accidente. Hizo lo propio con la primera. Hija de la diseñadora de vestuario Carmen Marín y el productor de cine Elías Querejeta, Gracia Querejeta Marín adapta junto a la guionista María Ruiz a la periodista y novelista Rosa Montero en su noveno largometraje. Se llama La buena suerte. Se estrena en cines el viernes 6 de junio. Hugo Silva (48) y Megan Montaner (37) son los protagonistas de esta historia sobre un hombre de ciudad que recala en un pueblo donde Cristo perdió el mechero. Allí conocerá a una mujer. No es La buena suerte una comedia romántica de chico-conoce-chica. Miguel Rellán, Eva Ugarte, Ismael Martínez y Álvaro Rico completan el elenco.

Pregunta.- Gracia, tu anterior película fue Invisibles (2020). Fue la última película que vi en el cine antes del confinamiento.

Respuesta.- (Gracia) Tuvimos una suerte terriblemente mala, pero como dice La buena suerte hay que mirar las cosas desde otro lado. Evidentemente, en un momento en que se estaban muriendo miles de personas, lo que me estaba pasando a mí era lo menos importante. Conseguí relativizar totalmente. Pues sí, qué mala pata. Se va a volver a ver en televisión, en Versión española, con Cayetana Guillén-Cuervo, y se seguirá viendo de una u otra manera, pero pasó lo que pasó en aquel momento y ya está. No pudimos hacer nada  evidentemente.

P.- ¿Qué recuerdo tienes de Invisibles?

R.- (Gracia) Muy bueno porque no siempre, y cada vez menos, se cuenta lo que uno quiere contar. Para mí no es tan sencillo como lo fue, a lo mejor, 20 ó 25 años atrás. Para sobrevivir y seguir adelante en la profesión y poder contar de vez en cuando lo que queremos contar, muchas veces contamos lo que no nos interesa tanto contar. No queda otra. A pesar de que Invisibles fue una película –joder– muy, muy barata y que rodamos en 4 semanas, tardamos más de 3 años en levantarla. Si no haces otras cosas, tienes que vivir del aire.

P.- Os habrán hecho encargos a lo largo de vuestras carreras.

R.- (Rosa Montero): Doy gracias por dedicarme a escribir novelas porque tú eres muy autónoma escribiendo. No necesitas más que un ordenador o incluso un cuaderno y una pluma. Yo, la primera parte de las novelas, la tomo a mano. Ya puedes tener toda la película en la cabeza, pero necesitas moverla y sacar todo ese dinero. La dificultad del novelista es que haya una editorial que te publique. Por fortuna, no tengo ese problema, pero hay gente muy buena que lo tiene. Hacer una película es muy complicado.

R.- (Gracia): Pero al menos tú tienes la novela construida. Yo, si no tengo toda esa financiación previa, no tengo la película hecha. Luego, cuando tengo la película hecha, tengo el problema de que también necesito que la película se vea porque la película está hecha, no para que la vea yo en mi casa, sino para que la vea el espectador. Por eso tengo un buen recuerdo de Invisibles; es de esas ocasiones en las que puedes contar algo que te interesa y te apetece contar.

P.- A mí me encantó.

R.- (Gracia) Era una serie que rechazaron y yo la terminé convirtiendo en película. Fue complicado levantarla. De hecho, vuelvo a intentar convertirla en serie. Yo tengo toda la primera temporada pensada con esas tres mujeres. Da para muchísimo porque es la vida misma.

P.- ¿Por qué adaptar La buena suerte de Rosa Montero?

R.- (Gracia): Porque nos ha dado la gana. ¡Qué maravilla! ¿No? Poder decir algo así. Porque queremos. Aunque la idea no fuera suya ni mía; fue del productor de la película [Gerardo Herrero], el que de repente pensó en que la novela podía transformarse en una película que a él le interesase. Me ofreció escribir el guión e intentar levantar la película.

R.- (Rosa): A mí me habló Gerardo Herrero también. Me dijo que quería hacer la película y desde el primer momento tuvo en mente a Gracia. Leyó la novela y vio la película y a su directora. Me parece atinadisimo, acertadísimo. A parte de que nos conocemos de hace mucho, me siento muy cerca del cine de Gracia y de su manera de ver el mundo. Pensé que esta novela iba a funcionar muy bien dentro de su sensibilidad.

P.- ¿Cuándo os conocisteis?

R.- (Gracia): No sabemos. Éramos pequeñas. Yo un poco más. Nos unía mi padre [Elías Querejeta].

R.- (Rosa): Yo era periodista de la revista Fotogramas y era muy amiga de Elías.

P.-  Toda adaptación, todo remake, de un libro a una película, es una infidelidad. 

R.- (Gracia): Rosa lo tenía clarísimo y me facilitó muchísimo el trabajo. Ella sabe perfectamente que la narración literaria es una cosa y la narración cinematográfica es otra. Yo releí la novela cuando me lo propuso Gerardo, intentando extraer aquello que más me interesaba para contar en una pantalla. La película es muy fiel a la novela, pero no es la novela en sí misma en la medida en que ni siquiera están todos los personajes. O sea, no todo lo que está en la novela está en la película, pero todo lo que está en la película, de una o de otra forma, está en la novela.

P.- (Rosa): A mí me gusta mucho el cine y son dos artes muy distintas. No me interesa nada cuando dicen: 'Hay que ser fiel a la novela'. A mí eso me parece un horror porque suele indicar [que son] malas películas. No me interesa nada hacer cromos de una novela. Un director o directora tiene que hacer su película. Una buena película. Esa es su obligación. Y, si para eso, tiene que distanciarse de la novela, bienvenido sea. Me interesa ver qué hace alguien a partir de ese material. Dejar libertad es lo mejor. Por eso lo hago.

P.- Rosa, ¿qué otras obras fantaseas con ver en pantalla?

R.- (Rosa).- Es muy bonito que te hagan una película, sobre todo si es alguien que te interesa su cine, pero también se magnifica eso. Parece que hagan una película de tu novela es lo más. Pues no es lo más. De repente, a mí me puede hacer más ilusión que te traduzcan a una lengua nueva y se venda tu libro en esa lengua nueva. Porque a veces te traducen y no se vende nada. Eso me hace más ilusión que una película. Y a veces una película no hace nada para la novela; la mayor parte de las veces. Me encantaría hacer una serie de Bruna.

P.- A ti, Gracia, ¿qué te gustaría hacer? En general.

R.- (Gracia): Lo que me gusta, que no es tan fácil. Me gusta contar las historias que a mí me conmueven, me llaman la atención, que me hacen pensar, me divierten o me pueden comunicar con el espectador de otra forma.

P.- Gracia, ¿tienes alguna espinita clavada?

R.- (Gracia) Sí, sí, sí. Claro que tengo. No hay casi nadie, con una carrera tan extensa como la mía, que tenga espinas clavadas. Puede que los haya, pero no es mi caso. Sí tengo espinas clavadas y tengo todavía cosas que pretendo que vuelvan a salir a la luz, como la serie de Invisibles.

Tráiler y premisa de 'La buena suerte', a partir del 6 de junio en cines

Pablo (Hugo Silva) decide bajarse del tren en la estación de un pueblo de mala muerte, comprarse un viejo y destartalado piso frente a las vías y comenzar a vivir como si no fuera el reconocido arquitecto que en realidad es. Tal vez esté huyendo de alguien, o de algo, o incluso de sí mismo. En el pueblo todo parece estancado menos Raluca (Megan Montaner), una mujer optimista abierta a las sorpresas que pueden cambiarte la vida para bien. Ella decidió confiar en su suerte, aunque la vida no siempre le presente su mejor cara. Esta es una historia en la que confluyen el mal y la bondad, el miedo y la esperanza, el amor y el más profundo odio.