Era gay o no era gay Cervantes. Esa es la cuestión. Al menos, para Amenábar, cuya última película tiene como titular al escritor durante su cautiverio en Argel allá por el siglo XVI. También lo fue y es para otros expertos en la materia, como el cervantista Daniel Isenberg. Carlos Mata, secretario de la Asociación de Cervantes y miembro del Grupo de Investigación Siglo de Oro –GRISO– de la Universidad de Navarra, asegura que la orientación sexual del autor de El Quijote es motivo de debate desde los años setenta. ¿Hay pruebas de que Cervantes fuera homosexual? No. ¿Se ha sacado Amenábar de la manga la homosexualidad del escritor? Tampoco. Digamos que el cineasta no tiene pruebas, pero tampoco dudas.

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P.- Amenábar dice que se ampara en la ficción y que una de las hipótesis que le venía mejor para contar esta historia es que a lo mejor sí tuvo una relación de carácter sexual con el gobernador de Argel.

R.- Este tema de un Cervantes hipotéticamente homosexual no es nada nuevo. En la crítica cervantina existe, por lo menos, desde los años setenta. Es cierto que hay un libro de Fernando Arrabal, Un esclavo llamado Cervantes, pero no es una biografía, sino una obra de creación que impulsa esta hipótesis. Está claro que es la pregunta del millón.

Una película es una obra de ficción. Amenábar no ha hecho un ensayo ni un documental. Cervantes nunca estuvo en América. Intentó ir; quiso que le dieran unos puestos de la administración en las Indias, pero siempre se lo negaron. Y, sin embargo, el colombiano Pedro Gómez Valderrama escribió el cuento En un lugar de las Indias, que presenta a Cervantes en Cartagena de Indias. Se ha especulado mucho con que Cervantes y Shakespeare se encontraron en Valladolid o Sevilla; no hay prueba documental.

Sin embargo, hay novelas, películas y relatos sobre ese encuentro. El problema [con El cautivo] es que la gente entienda que eso fue realidad. No hay pruebas, ni documentos, ni testimonios fehacientes de que Cervantes tuviese una relación homosexual.

P.- ¿Es legítimo hacer una película cuya hipótesis es la homosexualidad de Cervantes cuando ni siquiera se ha hecho el típico biopic de rigor histórico?

R.- No ha entrado mucho en la ficción cinematográfica, pero sí en la literaria. Desde el Romanticismo hasta ahora ha sido protagonista de numerosas novelas. Tenemos muchos Cervantes de ficción. Es cierto que no existe esa ficción épica que la vida de Cervantes podría inspirar. La película de Amenábar se centra en un momento muy concreto de la biografía de Cervantes: esos 5 años de cautiverio en Argel. A Amenábar u otro director podría haberle llamado la atención Lepanto o sus andanzas por Andalucía como recaudador de impuestos.

P.- Me da la sensación de que, al no haber mucha información sobre la vida de Cervantes, hay mayor libertad de imaginar qué era, qué le gustaba, a qué se dedicaba. ¿Estuvo casado? ¿Tuvo descendencia?

R.- Durante su cautiverio en Argel, Cervantes intenta escapar cuatro veces y en las cuatro veces fracasa. Le descubren. A veces le traiciona alguno de los que estaban en la fuga. Los intentos de escapar de Argel y presidios de otras ciudades norteafricanas se castigaban con amputaciones, pena de muerte… Cervantes, a pesar de sus cuatro intentos de fuga y cuatro detenciones, no sufre ninguna represalia. Igual Hasán Bajá estaba interesado en Cervantes. Era un renegado veneciano que tenía fama de sodomita y disoluto. Cervantes era un cautivo de rescate.

En Argel y otras ciudades como Orán había cautivos de almacén; gente de baja posición social que hacía trabajos físicos, reconstruía las murallas, adecentaban las ciudades y tenían cierta libertad de movimiento por la ciudad porque valían muy poco. Y luego estaban los cautivos de rescate: nobles o 'ricos' por los que sus captores podían pedir un rescate mucho más elevado. Es lo que pasó con Cervantes y su hermano Rodrigo. Ambos estuvieron cautivos en Argel en el mismo momento.

Miguel tuvo la mala suerte de que cuando le capturaron, cerca de las costas catalanas, llevaba encima unas cartas de recomendación firmadas por don Juan de Austria, hermanastro del rey, y por el duque de Sessa. Cervantes volvía a España tras haber sido soldado y quería que le recompensaran esos años de servicio en la milicia con un cargo en la administración. Los captores pensaron que Cervantes era un tío de postín, un noble. Estimaron su rescate en 500 escudos de oro, una cantidad muy alta para la época; por su hermano Rodrigo, sin cartas, pedían 300 escudos de oro. Mi explicación a por qué no lo matan es que nadie quiere perder esa 'mercancía'.

Otro indicio [de homosexualidad] es la acusación del dominico Blanco de Paz [Fernando Tejero en El cautivo]. Esto sí es una frase que se puede interpretar. Coincidieron en el cautiverio y él acusó a Cervantes de haber hecho "cosas viciosas, feas y deshonestas". No dice más. No alude a la sodomía, 'pecado nefando'. Hay otro indicio más pequeño como las acusaciones de cornudo y homosexual por parte de Lope de Vega o Liñán de Riaza.

Cervantes se casó en Esquivias con Catalina de Salazar y Palacios. A los dos años de casarse, él se fue a Andalucía porque trabajaba para el rey recaudando impuestos, y requisando el trigo y el aceite para la Gran Armada contra Inglaterra. ¿Por qué se separó Cervantes de Catalina? En aquella época había muchos matrimonios que por las circunstancias de la vida vivían separados o no permanecían siempre juntos. Es más, Cervantes tuvo una hija natural, fuera del matrimonio, Isabel de Saavedra, con una dama llamada Ana de Villafranca y Rojas. Sí tuvo relaciones heterosexuales.

Cervantes tuvo muchas polémicas literarias, como todos. Lope de Vega y Cervantes, Góngora y Quevedo… Se acusaban de judíos, herejes, homosexuales… Otro tema que se ha discutido mucho es si Cervantes tenía antepasados judíos conversos. Esa posible condición de judío converso o la supuesta homosexualidad no aportan nada significativo para interpretar su obra literaria. Lo que él vivió en Argel sí dejó una huella muy profunda en su escritura, en obras como Los tratos de Argel y Los baños de Argel, el episodio del capitán cautivo en El Quijote, y alusiones sueltas en La Galatea o Los trabajos de Persiles y Sigismunda. La libertad es un tema fundamental en Cervantes. Está continuamente elogiando el valor de este sentimiento de libertad; no hay nada comparable. 

P.- La película va más allá del beso entre Cervantes y Hasán. Muestra un Argel con hombres travestidos y corsarios acompañados de amantes más jóvenes.

R.- Y eso, en parte, responde a la realidad. Sí es cierto que podía haber en Argel cierta libertad sexual mayor que en esa España represiva de los siglos XVI y XVII. Muchos de estos corsarios eran cristianos capturados que se convertían al Islam y [ascendían] a puestos importantes. Estas relaciones homosexuales eran bastantes frecuentes, pero entre maduros o sodomitas activos y jóvenes, garzones, bardajes, o sea, sodomitas pasivos. Cervantes y Hasán tendrían la misma edad aproximadamente, por lo que no respondería a ese patrón. El estudioso Daniel Eisenberg se pregunta: si Cervantes estaba tan a gusto en Argel y tenía esos amoríos, ¿por qué, cuando lo liberan, regresa a esa represiva España dominada por la Inquisición donde el 'pecado nefando' [la sodomía] se castiga con pena de hoguera?

María Antonia Garcés tiene una monografía maravillosa que se titula Cervantes en Argel. Historia de un cautivo. Es una investigadora colombiana que fue secuestrada por las FARC. Ella ha vivido en primera persona el cautiverio, y habla de estas ciudades norteafricanas dedicadas al corso, un negocio completamente regulado. Hoy seguimos hablando de la trata de personas y la esclavitud sexual. Hay estudiosos que matizan lo de Argel. Los puertos han sido siempre zonas de vida más desenvuelta. Pero, ¿qué pasaría en el interior de las ciudades? No nos olvidemos de la ley islámica.

¿Pudo sufrir Cervantes violencia sexual? Entra dentro de lo posible. Muchos cautivos sufrían violaciones. Aquí, Amenábar le ha dado el tono de una relación consentida en el fondo. La realidad de lo que pasó no la sabemos porque nadie estuvo allí. No tenemos un vídeo ni ningún audio. Cervantes, para defenderse de las acusaciones de Blanco de Paz al regresar a España, sí pidió las declaraciones de testigos; muchos fueron compañeros de esos frustrados intentos de fuga y todos coincidían en decir que Cervantes era un hombre maravilloso y heroico.

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