El Grupo Prisa ha superado hace unas horas uno de los pasos burocráticos que serán necesarios para la confirmación de la venta de Media Capital, su negocio en Portugal. La Entidade Reguladora para a Comunicação Social ha dado el visto bueno a su fusión con Cofina, que implicará la salida de la compañía española del accionariado, en una operación en la que recibirá 255 millones de euros.

La autoridad difundió en la noche del miércoles un escueto comunicado en el que confirmaba que no se opondrá a la venta.

“La Junta de la Entidade Reguladora para a Comunicação Social ha decidido no oponerse a la fusión de Cofina y Media Capital, sin perjuicio de las advertencias establecidas en la resolución respectiva, ya que no se concluye que dicha transacción ponga en peligro los valores del pluralismo y diversidad de opiniones, que el ERC es responsable de proteger allí”, expresó.

A continuación, comunicó que ha trasladado su decisión a la autoridad de competencia, que deberá dar el visto bueno definitivo a la operación de concentración. Hay que tener en cuenta que este supervisor vetó el acuerdo que alcanzaron Prisa y Altice en 2017 para la venta del negocio en Portugal de la compañía de los Polanco. Lo hizo por los riesgos que implicaba para la competencia en este mercado.

La dimensión de Media Capital

El negocio de Media Capital aportaba alrededor del 15% de los ingresos y del resultado operativo EBITDA de Prisa. Esta filial explota televisiones y radios de referencia en el país luso, como son TVI, Comercial, M80 y Cidade. La compradora, Cofina, por su parte, posee los medios Correio da Manhã y CMTV, así como el rotativo económico Negócios y el deportivo Record.

Con la venta de su participación en Media Capital, por 255 millones de euros, Prisa pretende reducir su deuda financiera, que llegó a superar los 5.000 millones de euros y que actualmente es de 1.115 millones de euros.

La última palabra, en este sentido, la tendrá el regulador portugués de la competencia, que deberá pronunciarse próximamente sobre la operación. El Sindicato de Periodistas (SJ) portugués ha expresado sus reservas con respecto a este movimiento empresarial, en cuanto a que considera que podría perjudicar al pluralismo informativo, toda vez que permitiría la creación de un gran holding de medios con algunas de las grandes televisiones, radios y cabeceras.