El 10 de enero de 2016 decía adiós David Robert Jones, más conocido por todos nosotros como David Bowie. El que es considerado por todos nosotros como toda una eminencia de la industria musical, puso punto final a su existencia en Manhattan, Nueva York. Ese mismo año salió a la luz su álbum testamento, 'Blackstar', concretamente dos días antes de su fallecimiento.
Pero el adiós del 'Camaleón del Rock' va más allá de un legado de 26 exquisitos trabajos musicales. Su memoria perdura en cómo su figura supuso todo un punto de inflexión, tanto dentro como fuera de la industria musical. Su homónimo álbum debut vio la luz en el año 1967. Con tan solo 20 años, un joven del distrito londinense de Brixton comenzó a sentar las bases de una carrera en la que, a pesar de alcanzar su esplendor en los años 80, nunca dejó de reinventarse.
La portada de 'Aladdin Sane', quizá la imagen por la que más será recordado, sentó los precedentes de lo que estaba por venir. Con la "Triología de Berlín" —nombre que reciben los tres álbumes de estudio que grabó mientras vivía en la ciudad alemana— dejó claro que iba a ser una de las grandes figuras de la experimentación.
'Low', 'Heroes' y 'Lodger' salieron a las estanterías de las tiendas de discos de aquel entonces con mucha expectación, a pesar de que ahora tengamos sus discos a un simple click en Spotify. Entre 1976 y 1978 David Bowie alquiló un apartamento en el barrio de Schöneberg, actualmente una de las zonas más exclusivas de la capital de Alemania. Por aquel entonces, dividida en dos, con vecinos como Iggy Pop se convirtió en una de las zonas más alternativas y referentes de creación cultural de Europa.
74 cumpleaños con un sencillo inédito
Para celebrar el que habría sido el 74 cumpleaños de David Bowie, este pasado 8 de enero, se han publicado dos versiones inéditas. 'Mother' de John Lennon y 'Tryin to get to heaven' de Bob Dylan, como una edición limitada en formato vinilo de 7 pulgadas. El sencillo cuenta únicamente con 8147 copias numeradas para todo el mundo, 1000 de las cuales son en vinilo color crema, y el resto serán en negro.
Ambas grabaciones están disponibles en streaming y descarga digital a través de diferentes plataformas. Además, se puede adquirir en la tienda oficial de David Bowie. La primera de las dos canciones fue grabada por Lennon para su álbum de 1970 'Plastic Ono Band', la versión de Bowie de MOTHER fue producida por Tony Visconti en 1998 para un tributo a Lennon que nunca llegó a buen término.
Por otra parte, el tema 'Tryin to get to heaven' original de Bob Dylan fue lanzado en su disco disco 'Time Out Of Mind' ganador de un GRAMMY al Mejor Álbum en 1997. La versión de David se grabó en febrero de 1998 durante las sesiones de mezcla del álbum en vivo "LiveAndWell.com".
Los años 80, el esplendor de su carrera
Su popularidad no paraba de crecer hasta que 'Scary Monsters (and Super Creeps)', 'Let's Dance', 'Tonight' y 'Never Let Me Down' —sus trabajos musicales en la década de los años 80— consagraron a un artista. Según Joan S. Luna, jefe de redacción de la revista musical española Mondosonoro, destaca que Bowie será recordado como uno de los artistas "más eclécticos" de la historia musical.
"Siempre ha dirigido sus propios cambios estilísticos, estamos acostumbrados a que la mayoría de las formaciones cuando cambian de estilo ha sido un poco por lo que mandaba en el mercado", expone. "Se le recordará por haber firmado discos fundamentales del pop-rock, discos que dieron un golpe de timón a lo que se estaba haciendo".
Paso de ser una estrella, a toda una super estrella entre el 1980 al 1989. Con el primer disco mencionado experimentó con guitarras sintetizadoras trasladadas al hard rock de la época. Además, Bowie colaboró con Queen en 1981 en el sencillo 'Under Pressure'. El dúo fue todo un éxito, erigiéndose en el tercer número uno de Bowie en el Reino Unido.
'Let's Dance', quizá uno de sus trabajos más comerciales, lo llevaron al culmen de su carrera. El trabajo musical se convirtió en disco de platino tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos. Sus tres sencillos entraron en el Top 20 de ambos países, donde la pista homónima llegó al número uno. Con un ritmo muy bailable en 'Tonight', cerró esta década con sus primeros pasos en la electrónica con 'Never Let Me Down'.
La madurez de final de siglo y una despedida
Joan S. Luna, jefe de redacción de Mondosonoro, expone que a pesar de que en los años 90 el artista no gozó de tanta popularidad, demostró ser "un artista maduro" que fue capaz de experimentar "con su propia música". "La etapa de la segunda mitad de los 90 fue una completa reinvención, hacía lo que le apetecía", apunta.
Rompió fronteras y tópicos, se distanció de aquellos grupos que parecían machos rockeros
JOAN S. LUNA, REDACTOR JEFE DE MONDOSONORO
En 1995 lanzó al mercado '1. Outside', su decimonoveno álbum de estudio. Este álbum significó la reunión de Bowie con Brian Eno, productor musical con quien había trabajado, entre otros, en su "Trilogía de Berlín" en la década de 1970. Este álbum conceptual relata las historias de los personajes de un mundo distópico en la víspera del siglo XXI.
Con otros trabajos en la guantera, Joan S. Luna define a 'Blackstar' como "un testamento". Este disco salió a la venta dos días antes de su fallecimiento, y según sus propias palabras, demuestra todo el talento que tenía Bowie. "No hay un disco de Bowie que no tenga nada que destacar, es un artista que ha demostrado haberlo hecho todo", sostiene.
Una aportación social sin precedentes
Otro punto a destacar de su carrera es su aportación a la comunidad LGTB. El experto en música narra cómo en la época a pesar de que había otros artistas que jugaban con la estética, Bowie fue el primero en llevar a los escenarios una sexualidad fluida hablando de la bisexualidad de forma totalmente abierta.
"Rompió fronteras y tópicos, se distanció de aquellos grupos que a pesar de tener una estética femenina, parecían machos rockeros de toda la vida y su actitud era al fin y al cabo la misma". En el caso de David Bowie fue más allá, y demostró que todo lo que hacía era sincero, lo hizo por romper todos los tabúes posibles dentro del mundo del rock.
En último lugar, Joan S. Luna reflexiona sobre cómo Bowie, a título personal, es un artista al que te puedes trasladar dependiendo del estado anímico en el que te encuentres. "Hay discos más festivos, más oscuros, no es un artista para escuchar en cualquier momento", detalla. "Su trabajo quiere atención por parte del oyente, tienes que estar metido en esas canciones para entender y disfrutar todos sus matices".
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