"Este descubrimiento ha sacado a la luz a una nueva especie y género desconocidos hasta ahora, pero lo más importante es que gracias al hallazgo de este fósil hemos podido revisar que todo lo que se conocía de estos mustélidos desde hace 150 años hasta ahora era erróneo". Así resume Alberto Valenciano, investigador 'Juan de la Cierva-Formación' de la Universidad de Zaragoza (UNIZAR) y del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA) y autor principal de la investigación, la importancia científica del reconocimiento del Aragonictis araid.

Desde 1850, cualquier fósil de mustélido del Mioceno inferior y medio (18-11 millones de años) de pequeño tamaño (entre 1 y 3 kilogramos) se clasificaba inicialmente dentro de los géneros actuales Mustela (comadrejas, armiños y hurones) y Martes (martas y garduñas), pero con el paso del tiempo se interpretaron como Martes. En conversación con El Independiente, Valenciano señala que "el género se utilizaba mal, ni es una marta, ni es un hurón". Hallazgos recientes sugieren que algunas de las formas del Mioceno inferior y medio han sido erróneamente asignadas a este género, "convirtiéndolo en un claro ejemplo de cajón de sastre taxonómico (término usado en taxonomía, ciencia que clasifica a todos los seres vivos, cuando varias formas se describen dentro de un mismo nombre, ocasionando verdaderos problemas sobre la diversidad en el pasado)", indica el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

El tamaño del Aragonictis araid en comparación con mustélidos actuales de la península ibérica es "más pequeño que la marta común, Martes martes, y la garduña, Martes foina, teniendo una talla muy similar al hurón, Mustela putororius" indica Jorge Morales (Profesor de Investigación del MNCN), que incide en la importancia de las características de los dientes del animal. "Son más gráciles y simples que los de las martas actuales y otros mustélidos extintos de Eurasia de su época, sugiriendo parentesco con Circamustela; un mustélido del Mioceno superior de España y Alemania. Ambos depredadores se interpretan como hipercarnívoros, es decir, basaban su dieta en una importante cantidad de carne, a diferencia de las martas actuales que poseen una dieta más omnívora".

"Connotaciones paleoambientales y climáticas"

Los restos dentales del pequeño carnívoro han sido recuperados durante los últimos años en los yacimientos de Andurriales y Toril 3A (provincia de Zaragoza) y Escobosa de Calatañazor (Soria), de unos 12 millones de años de edad (Mioceno medio). El estudio, publicado por la revista internacional Journal of Vertebrate Paleontology, ha sido dirigido por la Universidad de Zaragoza y ARAID del Gobierno de Aragón y ha incluido a Beatriz Azanza (catedrática UNIZAR), Jorge Morales (Profesor de Investigación del MNCN), y Daniel DeMiguel, (investigador ARAID en UNIZAR / IUCA y autor senior de la investigación).

Además del cambio de catalogación, Valenciano apunta que "con esta nueva especie y otros fósiles con los que estamos trabajando así como otros que ya hemos analizado, se infiere que estas zonas eran más boscosas de lo que se pensaba".

"Aragonictis araid recibe su nombre en reconocimiento a Aragón, y más concretamente al intervalo temporal de los yacimientos donde se han encontrado los fósiles (el Aragoniense, definido en el área de Villafeliche -Zaragoza-, que es un referente internacional para la paleontología de mamíferos), y a la fundación ARAID, en reconocimiento a su intensa labor en pro de la investigación aragonesa”, comenta De Miguel. Asimismo, De Miguel concluye que “este descubrimiento tiene también importantes connotaciones paleoambientales y climáticas, ya que la presencia de Aragonictis araid y de otros pequeños mustélidos (que estamos estudiando ahora) confirma la presencia de ambientes más boscosos de lo esperado en Aragón a finales del Mioceno medio”.