La mataron a pedradas y luego la despedazaron. Tiraron trozos de su cuerpo por toda la ciudad de Alejandría haciendo ver que aquello es lo que le ocurría al que actuase de la misma manera. Era el cadáver de Hipatia el que se repartía por las calles. La primera matemática de la Historia y la última filósofa de la Antigüedad se convirtió así en un símbolo del declive de la civilización, de cómo los fanáticos religiosos acababan con todo lo que no eran capaces de entender, con lo que no eran capaces de controlar.

Dicen de ella que "era justa, casta y permaneció siempre virgen. Bella y bien constituida" pero lo más importante de este personaje que vio el fin de Alejandría fue su inteligencia, sus estudios y, sobre todo, su moderación. "El prefecto de aquel momento, Orestes, la convirtió en negociadora entre los paganos, los cristinos y los judíos y ella fue aceptada por todos porque era una filósofa de muchísimo prestigio y reconocimiento", comenta Clelia Martínez, profesora titular en el Área de Historia antigua de la Universidad de Málaga y autora de la biografía Hipatia (La Esfera). En su publicación cuenta como los datos que tenemos de ella son exiguos y que llegaron desde la antigüedad hasta nuestros días casi a cuenta gotas, lo que sí tiene claro es la importancia de su nombre en la Historia y describe al detalle el porqué.

Portada de 'Hipatia', de Clelia Martínez Maza.

De Hipatia no se conservan trabajos porque todo se perdió tras su muerte pero sí los de uno de sus discípulos que dan pistas sobre qué enseñó y cómo lo hizo. También de cómo su influencia llegó hasta el siglo XVII. "La prolífica obra de uno de sus más renombrados alumnos, Sinesio de Cirene, constituye una estupenda vía de aproximación, no sólo para conocer los fundamentos de su magisterio sino también para reconstruir el ambiente de pacífica coexistencia entre sus pupilos paganos y cristianos, y el funcionamiento de la institución filosófica que dirige, que sienta las bases de la escuela de Alejandría, la gran competidora de la escuela filosófica ateniense a finales del tardo imperio", explica Martínez en el prólogo de su libro.

Además de contar el porqué de su importancia como filósofa. La historiadora explica que en aquel momento el neoplatonismo tenía dos vertientes, una que creía que para llegar al ser supremo, a ese conocimiento absoluto, era necesaria la magia y otra, la de Alejandría, que creía que la ciencia era el camino. "Si es una filósofa reputada lo es porque la ciencia forma parte de ese estudio filosófico. En esta época no nos encontramos con grandes avances científicos pero sí con muchísimos comentarios cuya intención era hacer accesible a los estudiantes las grandes obras de épocas anteriores. Es aquí cuando vemos porqué Hipatia era una gran matemática. A su padre Teón, que era un gran matemático y astrónomo, se le encomendó realizar el comentario de la Syntasis Mathematica de Ptolomeo y él se lo encargó a sus discípulos. Es en el tercer libro cuando dice que ese comentario ha sido realizado por "la filósofa Hipatia, mi hija", por lo que sabemos que era ella. Aquí, con sus explicaciones, se demuestra que era una matemática excepcional", explica.

Y añade que "fue capaz de actualizar todos los estudios de Tolomeo que con la tierra en el centro hablaba de que el año duraba 365 días. Ellos sabían que era un poco más y que había que ajustarlo y ella lo hace tomando como referencia la estrella sirio, no el sol, que tarda 365 días y una fracción en volver a su punto de origen".

Pero su gran trabajo en Alejandría fue quizás otro. Dentro de sus clases, que impartía en la escuela donde las familias más importantes de Alejandría llevaban a sus hijos a estudiar, tenía discípulos de todos los tipos: paganos, cristianos y judíos. Con el paso del tiempo se convirtió en fiel consejera de Orestes, que había sido uno de ellos, y también en negociadora entre estos tres sectores ciudadanos de la ciudad. Y eso es lo que a Martínez le genera dudas sobre la versión oficial de que fue asesinada a petición del obispo cristiano Cirilo por ser pagana.

"Era un obispo muy violento. Cuando fue elegido, para evitar cualquier tipo de maniobra, asesinó a su adversario y a toda su familia"

CLELIA MARTÍNEZ

"Sí, tengo dudas que fuera un asesinato por motivos religiosos, creo que no es consecuencia de un conflicto religioso entre paganos y cristianos porque tras su muerte ellos siguen conviviendo. Defiendo que el móvil tiene más que ver con motivos de carácter político ya que ella fue una pieza clave en la política de entonces. Con su asesinato se pretendía eliminar el símbolo de la alianza de paganos, judíos y cristianos que quería Orestes y que era fundamental para preservar la convivencia", asegura.

Aunque aclara que el obispo sí que realizó una campaña de desprestigio. "Era un obispo muy violento. Cuando fue elegido, para evitar cualquier tipo de maniobra, asesinó a su adversario y a toda su familia. A ella la acusó de practicar la magia negra, de ser impía, de hechizar a los creyentes y hasta al prefecto Orestes".

Algo con lo que están de acuerdo otros estudios de la filósofa. Silvia Ronchey, una de las mayores expertas en la figura de la pensadora alejandrina contó el año pasado a El País que Hipatia "murió por la libertad de pensamiento, por enfrentarse al fundamentalismo". "Fue su posición moderada lo que hizo que la asesinaran. No era un tema de paganos contra cristianos. Hipatia tenía muchos estudiantes cristianos y no era una radical pagana. Probablemente incluso enseñaba cómo mediar con la nueva religión", asegura y hace referencia también a que fue la defensa de la filósofa de la separación de poderes entre Iglesia y Estado lo que llevo a Cirilo a fomentar ese asesinato.

"Era muy consciente de la posibilidad del asesinato, pero también muy valiente. En nombre de sus principios, era capaz de hacer lo que fuera necesario", añadía. A lo que Martínez asegura que su muerte y las "macabras circunstancias" en las que se produjo "ofrecieron a escritores que se acercaban a la filósofa, con intención científica o puramente literaria, material suficiente para convertirla en símbolo del ocaso de una civilización". Porque tras este asesinato los intelectuales y filósofos salieron corriendo a Atenas en busca de seguridad.

Esas terribles circunstancias fueron peores de lo que podemos imaginar. Le quitaron la ropa y ya desnuda comenzaron a apedrearla y a arrancarle la carne con conchas marinas, luego esparcieron trozos de su cuerpo por toda la ciudad y destruyeron todas las obras que llevaban su nombre.

"El racionalismo griego, la libertad de conciencia, la búsqueda de la belleza y la armonía en el interior del ser humano habían sido finalmente derrotados"

clelia martínez

"El racionalismo griego, la libertad de conciencia, la búsqueda de la belleza y la armonía en el interior del ser humano habían sido finalmente derrotados, víctimas de un obispo ambicioso seguido por una muchedumbre de fanáticos cristianos", sentencia Martínez en su libro y añade que "convertido su asesinato en el hilo argumental, la aproximación a su vida y su entorno abandona el terreno de los datos objetivos para recrear una leyenda que incluye largas descripciones del asesinato y que sólo atiende a la trayectoria vital de la protagonista cuando sirve para enfatizar las dramáticas circunstancias de su desaparición".

Porque con su nombre se han hecho películas, novelas y documentales. Ha sido mencionada y estudiada por muchos, como Russel, Gibbon o Voltaire pero es más conocida por ser el personaje protagonista de Ágora, la película que Alejandro Amenábar estrenó en 2009 con Rachel Weisz como protagonista, o por cómo contó su muerte Carl Sagan en Cosmos: "En el año 415, cuando iba a trabajar, cayó en manos de una turba fanática de feligreses de Cirilo. La arrancaron del carruaje, rompieron sus vestidos y, armados con conchas marinas, la desollaron arrancándole la carne de los huesos. Sus restos fueron quemados, sus obras destruidas".

Todavía hoy, más de 1500 años después, se desconoce a qué edad murió. Algunos aseguran que no tenía ni 30 años pero esa teoría cada vez está menos extendida. La mayoría se sitúan en unos 40 o 50 aunque otros comentan que debía ser ya una anciana. Independientemente de su edad, se la sigue recordando como la última filósofa de la Antigüedad y la primera matemática de la Historia. También como la víctima de un extremismo que otorgaba a la moderación un riesgo absoluto.