En abril de 2021 salía a subasta en Ansorena un cuadro que bajo el título de La coronación de espinas estaba atribuido al círculo de José de Ribera. El precio de salida era de 1.500 euros, muy bajo y ridículo si tenemos en cuenta todo lo que vino después.

Porque Cultura no tardó en paralizar la subasta alegando que podría tratarse de un Ecce Homo de Caravaggio y poniendo al Museo del Prado a trabajar de urgencia en un informe para comprobarlo. Mientras este se realizaba se declaró al cuadro "inexportable" para evitar su salida del país y el museo madrileño no tardó en avanzar que había "fundadas razones formales y documentales" para considerarlo obra del pintor francés.

Y así fue. Apenas ocho meses después y tras ser analizado y valorado en tiempo récord, la Comunidad de Madrid lo declaró BIC. "Con esta declaración se concluye un procedimiento iniciado hace ocho meses, inmediatamente después de que se retirara de la subasta por los indicios que los expertos nos trasladaron sobre la posible autoría del maestro italiano”, explicó entonces Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid.

Ahora, y tras haber cambiado de propietario, se expondrá durante nueve meses en el Museo del Prado. El Ecce Homo ya no es de la familia del político liberal Evaristo Pérez de Castro sino que se vendió, con el beneplácito de la Comunidad de Madrid, a otro propietario que tal y como ha publicado el diario ABC es un británico residente en España y ha pagado 36 millones de euros por el lienzo que ha ahora ha cedido de forma temporal. "Permanecerá expuesta en una instalación individual especial desde el 28 de mayo hasta octubre de 2024, mes en el que pasará a colgarse en el contexto de la exposición permanente”

"El Prado desempeñó un importante papel en la recuperación de esta obra al alertar al Ministerio de Cultura de su importancia, lo que impidió su salida de España. Gracias a la generosidad de su actual propietario, el Prado pone ahora a disposición del público y de la comunidad científica una obra excepcional de uno de los más grandes pintores de la historia", ha señalado Miguel Falomir, director del Prado, en una nota de prensa.

Y desde su equipo de comunicación añaden que "para el museo supone cerrar un ciclo que se inició hace tres años gracias al que El Prado advierte que había algo especial en aquel lienzo y habla con el ministerio y con la Comunidad de Madrid". También que cuando se cierra la venta, "ante la voluntad del nuevo propietario de exponerlo públicamente el museo llega a un acuerdo con él por el que tras siglos en manos de una familia particular ahora podrán verlo todos los españoles".

La obra, pintada por el gran artista italiano hacia 1605-09 y que formó parte de la colección privada de Felipe IV de España, es una de las, aproximadamente, únicas 60 obras conocidas de Caravaggio que existen, lo que confiere a la misma un valor extraordinario.

A preguntas de este periódico sobre si en algún momento tanto por parte del Estado como de la Comunidad de Madrid se intentó adquirirlo, desde el museo aseguran que no lo saben pero que suponen que el alto precio de la obra ha sido un impedimento.

Desde que se descubrió su verdadera autoría hasta ahora, el Ecce Homo ha estado bajo la custodia de la galería de arte Colnaghi y ha sido sometido a un proceso de restauración dirigido por el especialista Andrea Cipriani y bajo la supervisión de la comunidad.