Es una de las películas españolas más taquilleras del año y un filme de tintes apocalípticos que no deja indiferente, alabado por la crítica y con reacciones diversas entre el público. Sirat, trance en el desierto lleva recaudado más de 2 millones de euros y ha llevado a las salas de cine a más de 300.000 espectadores desde su estreno en junio. Un detalle ha pasado hasta desapercibido: en los créditos finales, en la lista de agradecimientos, figura el ex ministro de Exteriores español Miguel Ángel Moratinos.

La cinta que protagoniza Sergi López retrata el singular viaje de un padre, acompañado de uno de sus vástagos, en busca de su hija y hermana Mar, desaparecidos meses atrás en una rave por la árida geografía de Marruecos. Una misión en la que se terminarán enrolando con un atípico grupo de personajes fascinados por la música electrónica. La película de Óliver Laxe fue rodada parcialmente en Marruecos, con ayuda del fondo marroquí de cinematografía.

Moratinos junto al ministro de Exteriores marroquí Naser Burita. | ALIANZA DE CIVILIZACIONES

Marruecos como nexo

Y es el país vecino el que explica la conexión de Laxe con quien fuera ministro de Exteriores socialista Miguel Ángel Moratinos, hoy al frente de la Alianza de Civilizaciones de ONU. Consultada por El Independiente, la productora se ha limitado a precisar sobre esta mención en los títulos de créditos: “Sobre Miguel Ángel Moratinos, es un agradecimiento a nivel personal de director y productores, por relación, no porque haya participado en la peli”.

El cineasta gallego vivió casi doce años en Marruecos. Una experiencia que, aseguró en Cannes, le ha permitido estar “muy familiarizado” con la inmigración. Laxe comparte pasión por el país vecino con Moratinos, a quien entre saharauis y argelinos se considera un “lobbista” de la monarquía alauí.

Moratinos es un ferviente defensor de las tesis marroquíes en el contencioso del Sáhara Occidental, la ex colonia española ocupada ilegalmente por Marruecos que sigue siendo hoy un territorio pendiente de descolonización. De hecho, es una de las piezas clave que asesoró y recomendó acometer el histórico cambio de posición en el conflicto saharaui firmado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez en marzo de 2022, con el rechazo unánime del arco parlamentario salvo el PSOE.

Moratinos, que ha tenido polémicas previas por sus negocios familiares con algunos países árabes, es un asiduo en Marruecos, como quien fuera su jefe, José Luis Rodrígues Zapatero y otros miembros de su Consejo de Ministros, entre los que figuran María Antonia Trujillo o José Bono. En marzo de 2022, Moratinos negó cualquier cambio de posición. “Es que no hay ningún giro copernicano en la posición de España sobre Sáhara. Esta posición ya quedó manifestada tanto por el presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero como por mí mismo en múltiples declaraciones e intervenciones en donde acogíamos lógicamente los esfuerzos creíbles, serios y realistas de la intervención de Marruecos a través de su propuesta de plan de autonomía para el Sáhara Occidental”, alegó.

Escenas rodadas en Aragón

Según el director de fotografía de la película, Mauro Herce, AEC, “por motivos de producción, la película se rodó principalmente en Marruecos, pero también un 30 % en España”. A propósito de las localizaciones, fuentes de la productora señalan a este diario que las localizaciones se ubican en las zonas de Erfoud, Er-Rich, Goulmima y Bouarfa. En principio, no se rodaron escenas en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. En suelo español el equipo trabajó en los alrededores de Teruel (Rambla Barrachina, Parque Natural de Tortajada y Villarquemado) y Foz de Zafrané, un espectacular barranco de dos kilómetros de longitud cercano a la localidad zaragozana de La Puebla de Albort.

“Sin embargo, los lugares que encontramos en España no tenían el mismo impacto que los del desierto marroquí. El verde de la vegetación aparecía a menudo al girar la cámara, y la sensación de estar perdido en el desierto se rompía rápidamente en la imagen. Así que tuvimos que investigar mucho para poder mezclar ciertos lugares a lo largo de la película e integrarlos en el viaje de nuestros personajes. Recuerdo que empezamos dibujando una especie de progresión de la película en una gran hoja de papel basándonos en los paisajes, con el perfil de la montaña siguiendo la llanura, el cruce del río…”, declaró Herce.