Son fotos de 2021 y ya se han quedado muy viejas. El mundo ha cambiado mientras el jurado del premio deliberaba sobre las imágenes de esta edición. El World Press Photo reconoce el mejor fotoperiodismo y fotografía documental del año anterior. Según se ve por las temáticas de las imágenes premiadas el jurado ha querido construir una edición cargada de esperanza para el futuro, algo de lo que viene estando necesitado el mundo desde el inicio de la pandemia. Fue precisamente el Covid y sus consecuencias el centro de la edición de 2021

Este año, los ganadores fueron elegidos de entre 64. 823 fotografías y trabajos de  formato abierto, presentadas por 4.066 fotógrafos de 130 países. “Juntos, los ganadores globales rinden homenaje al pasado, mientras habitan el presente y miran hacia el futuro”, ha destacado Rena Effendi, presidenta del jurado global. El resultado está plagado de grandes fotos, pero parecen fuera de foco en un momento en el que muchos de los fotógrafos ganadores de otras ediciones están en Ucrania haciendo fotoperiodismo y jugándose la vida.

Los ganadores globales rinden homenaje al pasado, mientras habitan el presente y miran hacia el futuro”.

Rena Effendi, presiudenta del Jurado del World Press photo

En la edición de World Press Photo de 2022 se ha cambiado el concurso y se ha puesto el acento en la perspectiva regional, dividiendo el mundo en seis zonas, dentro de las cuales se se ha premiado cuatro categorías: foto individual, largo recorrido, historias y proyectos en abierto. Estas imágenes ya se anunciaron y las que ahora se anuncias son las fotos ganadoras a escala global en las mismas categorías.

La imagen ganadora, foto del año World Press Photo 2022, se titula Escuela residencial de Kamloops. Es de Amber Bracken, de Canadá, y la hizo para The New York Times. En la imagen se ven vestidos de color rojo colgados de unas cruces a lo largo de una carretera. Es la foto de un homenaje a los niños que murieron en la Escuela residencial indígena de Kamloops, una institución constituida para forzar la asimilación cultural de los niños indígenas, tras haberse hallado 215 tumbas sin señales identificativas en Columbia Británica, el 19 de junio de 2021.

REPORTAJE GRÁFICO DEL AÑO

Salvar los bosques con el fuego, este el nombre de esta serie de Matthew Abbott, de Australia, para National Geographic. Se trata de una historia que retrata a los miembros del pueblo Nawarddeken de la región de Arnhem Occidental (Australia) que practican de manera ancestral la quema «en frío» del terreno como una forma de evitar los grandes incendios al eliminar combustible del suelo antes de la temporada de más riesgo para los incendios.

PREMIO AL PROYECTO A LARGO PLAZO

Lalo de Almeida, de Brasil, es el ganador de este trabajo para Folha de São Paulo. “Este reportaje retrata algo que no solo tiene efectos negativos en la comunidad local, sino también en todo el mundo, ya que desencadena una cadena de reacciones a nivel mundial”, destacó la presidenta del jurado Rena Effendi. El trabajo de De Almeida, se centra en la devastación de la selva amazónica por la deforestación, los incendios y la minería entre otras amenazas.

PREMIO AL FORMATO ABIERTO

La sangre es una semilla se titula este trabajo de Isadora Romero, Ecuador. Se trata de un vídeo que se compone de fotografías digitales y analógicas, algunas de las cuales se tomaron con películas de 35 mm caducadas, sobre las que más tarde dibujó el padre de Isadora. En un viaje a su población ancestral de Une, Cundinamarca, Colombia, Romero analiza los recuerdos olvidados de la tierra y de las cosechas, y aprende sobre su abuelo y su bisabuela, que eran «guardianes de semillas» y cultivaban diferentes variedades de patatas, de las cuales solo dos sobreviven en la actualidad.