Las postales vivieron a finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX su momento de esplendor. La posibilidad de enviar una postal por correo a familiares y amigos se convirtió en un constumbre. No era necesario estar de viaje, se enviaban instantáneas de la ciudad como una manera de mostrar las cosas buenas de la localidad, las cosas curiosas, acontecimientos históricos y, en ocasiones, hasta imágenes meramente documentales que retratan hábitos sociales del momento, costumbres o profesiones de la época.

En España la imprenta de Hauser y Menet fue la principal productora de postales, podía llegar a imprimir hasta medio millón de postales al año. Su proliferación hizo que surgieran los coleccionistas de postales. Una afición que todavía hoy perdura y es fácil adquirir postales históricas en las tiendas de libro viejo. 

Los Archivos de la Comunidad de Madrid albergan una colección más de 1100 postales, muchas de las cuales se pueden consultar en su web. La mayoría son en blanco y negro del periodo comprendido entre 1857 y 1960. La gran mayoría son correspondencia entre Francia y España y provienen de imprentas como como Hauser y Menet, J. Laurent o J. Lacoste. 

Atentado contra Alfonso XIII y Victoria Eugenia

Esta postal con la temática del Atentado contra SS.MM. los Reyes de España el 31 de mayo de 1906 es muy llamativa. La foto capta el momento de la deflagración de la bomba arrojada por el anarquista Mateo Morral al paso de los reyes el día de su boda. La bomba mató a 24 personas, los reyes se salvaron porque el ramo de flores en el que iba metida la bomba cuando la lanzó dio con los cables del tranvía que desviaron su trayectoria. Hoy no haríamos una postal igual ni se la enviaríamos a un familiar, pero por las redes sociales una noticia equivalente en importancia sería Trending Topic mundial y volaría por nuestros móviles.

Un Toboggan junto a la Cibeles

Donde hoy se encuentra el Ayuntamiento de Madrid, en el Palacio de Comunicaciones estuvieron los Jardines del Buen Retiro, un lugar de esparcimiento de finales del siglo XIX, en el que había desde un teatro, un restaurante y un quiosco para bandas de música. El cierre para construir la sede Correos y Telégrafos fue muy criticado en la época. Entre el cierre de los jardines y la construcción del palacio se instaló un aparato de recreo, de carácter efímero, llamado El Toboggan, hacia 1908. Los toboganes proliferaron por Europa como una sensacional forma de hacer sentir vértigo a los que se deslizaban por ellos.

Graff Zeppelin sobre la Gran Vía de Madrid

Si ahora ver un Zeppelin es muy llamativo, en los años 20 y 30 era todo un acontecimiento. El Graff Zeppelin era la aeronave más grande del momento. Daba la vuelta al mundo en 21 días. La foto de esta postal está tomada desde el edificio de Telefónica de la Gran Vía.

El nuevo Matadero

Ante el crecimiento de la ciudad y la necesidad de abastecerla de manera higiénica se creó el matadero y mercado municipal de ganados de Madrid. Un conjunto de 48 edificios agrupados en cinco sectores de producción. En 1911 comienza la construcción de este complejo, que no se inaugurará hasta 1924. En los años 70 las instalaciones se empezaron a quedar obsoletas y se empezaron a dar otros usos a las naves. En 2006 Matadero abre como centro cultural, una institución en continuo crecimiento que junto con Madrid Río ha renovado la zona de La Chopera y sus servicios.

Las casas baratas

El tiempo en el que se construían viviendas sociales es, sin duda, algo del pasado en Madrid. Estas casas baratas de la colonia del Pico del Pañuelo, ubicadas junto al Matadero de Madrid nos lo recuerda. Erigidas durante la dictadura de Primo de Rivera, estas edificaciones fueron levantadas sobre cimientos de hormigón, lo que hizo que sobrevivieran a la Guerra Civil, pese a estar en primera línea del frente.

Plaza de España

Plaza de España Según los Archivos de la Comunidad de Madrid así estaba la Plaza de España entre 1921 y 1933. Sin sus emblemáticos rascacielos casi no se identifica esta estampa que después de la Guerra Civil se convirtió en la imagen de modernidad. Tras la crisis financiera de hace una década la plaza vivió un proceso de decadencia. Su paulatina recuperación con nuevos edificios y la restauración del edificio España y la Torre de Madrid está cerca de su culminación con la renovación del parque.

Vendedora de juguetes

Las postales no recogían sólo monumentos y vistas de la ciudad de Madrid, sino que su valor documental era suficiente para valer su envío a un familiar o amigo. Una vendedora de juguetes. Sin fecha.

La Fábrica de El Águila

Este es el complejo neo-mudéjar, edificado entre 1912 y 1914 por el arquitecto Luis Sáinz de los Terreros, en el que se elaboraba la popular cerveza El Águila. El edifico rehabilitado es ahora una sala de exposiciones de la Comunidad de Madrid y, además, alberga la Biblioteca y el Archivo Regionales de donde provienen estas postales.

Manicomio de los Hermanos de San Juan de Dios. Vista parcial del patio de pensionistas

Las postales de la época no podía ser más variopintas. Ésta la compone una imagen del Manicomio de los Hermanos de San Juan de Dios en Ciempozuelos. La insólita postal, recoge una vista parcial del patio.

El barquillero

Ilustración de un barquillero, atribuida al dibujante Ángel Díaz Huertas. El barquillero vendía sus barquillos con una ruleta en la que se podía aportar de varias maneras, aunando el juego y la venta. Podía participar varias personas a un tiempo, quien sacaba el número más bajo de la ruleta, pagaba los barquillos.