Fabiano Massimi se ha convertido en unos de los autores más leídos y exportados de Italia. Su novela El ángel de Múnich (Alfaguara) le puso en la senda del éxito y ha encarrilado su escritura en un viaje que el propio autor calcula que le puede llevar más de una década con la idea de escribir hasta cinco o seis libros sobre el mismo periodo. “Si dios y los editores me dejan”, asegura por videoconferencia a El Independiente

Tras novelar la historia de la misteriosa muerte de Geli Raubal, la sobrina de Adolf Hitler, el autor italiano ha recuperado al inspector Sauer que protagonizó El ángel de Múnich para su secuela Los demonios de Reich (Alfaguara). Massimi viaja con él al Berlín de 1933 en donde tiene lugar otro acontecimiento clave: El incendio del Reichstag. 

“Hay una simetría en lo que pasa con Geli Raubal y esta segunda novela. Aquello podría haber cambiado la historia, Hitler estaba desesperado tras su muerte y su partido no tenía futuro y él pensaba que no iba a volver a la política”, afirma el autor. Un hecho que pudo cambiarlo todo, pero un año y medio más tarde sucede algo que lo cambia todo: “El incendio del Reichstag cambia la historia mundial para siempre, los historiadores lo comparan al 11 de septiembre de 2001. Yo no sabía suficiente de los hechos, cuando me puse a estudiar quise ponerlo como fondo de mi novela y me di cuenta que no era el fondo, sino la historia”.

Se necesita muy poco para pasar de la civilización a la barbarie".

Fabiano Massimi

La autoría del fuego que arrasó con el parlamento alemán sigue siendo hoy motivo de debate entre los historiadores. “No saben lo que pasó, hay muchos misterios, testigos desaparecidos. Es un tema que a los historiadores les altera, se insultan, hay enemistades; no es un episodio cualquiera. Es un episodio que separa dos mundos, un antes y un después”, asegura Massimi.

Fabiano Massimi.
Fabiano Massimi.

Una época trascendental

Massimi seguirá escribiendo sobre este periodo histórico, “siempre en novelas que se pueden leer de manera individual”, subraya. “El ascenso del nazismo es fundamental para los alemanes, para los italianos y para los europeos. Es una historia de todos los europeos, contarlo y reconstruirlo y mantenerlo en la distancia, es importante porque las semejanzas son inquietantes entre esos años y la actualidad”.

El escritor hace hincapié en las implicaciones de lo que pasó en Europa en los años treinta, porque la historia se puede repetir. “En enero cuando estaba escribiendo sobre el incendio del Reichstag -que hace que la república pase de la democracia al totalitarismo- me encuentro que en televisión hay un asalto en el Capitolio [de EEUU]. Los tiempos son un espejo, estamos ahí, lo que me ha enseñado esta historia es que se necesita muy poco para pasar de la civilización a la barbarie”.

El éxito de sus novelas revela que no sólo el autor está atrapado en ese periodo trascendental de la historia reciente. “Hace unos meses escribí un artículo que hablaba cómo es posible que no podamos desenraizarnos del nazismo y mi conclusión es que los nazis se inventaron una liturgia, una forma estética que tienen su belleza su capacidad de atracción, no se puede desinventar, como la bomba atómica. A todos nos fascinan esos años, porque estamos dentro mentalmente, por una parte y esos peligros están siempre ahí acechando”. Según Massimi  además el poder el nazismo nos ha marcado a nivel cultural. “Desde los diseños de Hugo Boss, el invento del documental moderno por parte Leni Riefenstahl o la propaganda política de medios de comunicación de masas. Somos herederos de todo eso. Nos encontramos ante un horror que nos fascina”, afirma. 

Pero la relevancia y el peso de la historia no hace perder al escritor el fin primario de su trabajo: entretener. “Los libros nos dejan evadirnos y nos entretienen. La capacidad de evasión de la literatura es fundamental. Si además de esto podemos sacar una lectura educativa para que no se repita la historia. La historia se repite de manera diferente, pero se repite. Hay que estar vigilante”, concluye.