Comedia de capa y espada, de celos, de venganza, de honor, de suplantación de identidades, de cortejo y de amor a raudales, de engaños, de vindicación del papel de la mujer.
Ana Caro de Mallén, rescatada del olvido, autora del siglo de oro (1590-1646), poeta, posiblemente fuera una gran mujer. Que no deseaba el mal a nadie, que no pretendía establecer unas bases o criterios sobre la conducta relegada del rol femenino, pero que supo ponerse a la altura de los mejores y grandes escritores del barroco: Luis de Góngora, Luis Vélez de Guevara, Lope de Vega, Tirso de Molina o Quevedo también.
Se ganaría su respeto, suponemos, aunque no nos quede apenas obra de ella, pues la estructura y los personajes de Valor, agravio y mujer, tiene todas las virtudes del teatro áureo español: escrita en verso, conflictos humanos, la figura del gracioso, polimetría, lo trágico y lo cómico, las pendencias personales, el gusto popular, acciones secundarias frente a una acción principal, y todos los temas mencionados al principio, con un final pactado y feliz.
En cuanto a la puesta en escena que nos ocupa, su directora Beatriz Argüello mantiene el ritmo, el verso está bien dicho, el vestuario es variado y adecuado, y unas escaleras movibles nos dan pie a que la escenografía varíe en los diferentes espacios en los que se desarrolla la trama.
Y no solo la protagonista Leonor, Julia Piera, está a la altura de sus rivales o compañeros masculinos en ingenio y astucia, sino que también se maneja excelentemente con las armas, lo que le permite manejar las riendas de las situaciones que se van sucediendo. Y, por tanto, le echará valor, querrá desagraviarse, pero mostrará su sensibilidad femenina cuando prescinde de la venganza, y perdona a su don Juan amante, Pablo Gómez-Pando, porque, al fin y al cabo, este chico no sabe lo que hace.
Personajes esquivos, sorpresivos, humanos, donde toda la Compañía Nacional de Teatro Clásico se ha preparado a conciencia, dando rigor a un montaje del que salimos plenamente satisfechos. Un Don Juan sin ínfulas de conquistador y pendenciero, simplemente, un chisgarabís que no sabe a qué carta quedarse. Una doña Leonor/Leonardo autosuficiente y segura de sí misma, si bien tenga sus debilidades pero que sí sabe lo que quiere. Condesas, príncipes, bandoleros, criados, nobles, primas,… y no les quedará otra que avenirse a buenas o acabar matándose entre todos como bien se indica en un momento en la obra.
Mas es comedia y no tragedia, bien presentada y tratada, de rivales y de engañosos amores, de la mujer que no es objeto, del sujeto que no sabe estar en su lugar. Todo se solucionará, canten loas y se avengan, que el mundo debe ser un buen sitio para habitar.
Valor, agravio y mujer, no lo debió tener fácil Ana Caro y, sin embargo, ahí está y en su rescate, esta dama aguerrida para darle lecciones a su galán.
Ficha artística
Reparto: Lucía Barrado, Pablo Gómez-Pando, Jesús Hierónides, Ignacio Jiménez, Natalia Llorente, Luis Moreno, Julia Piera, Paco Pozo, Sol Vicente
Dirección: Beatriz Argüello
Versión: Juana Escabias
Producción: Compañía Nacional de Teatro Clásico
Espacio: Teatro de La Comedia
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El Independiente | El diario digital global en español
- 2 Coltán, la maldición del Congo
- 3 "Es llamativo que la Segunda República sea un ejemplo de democracia"
- 4 Claves sobre el caso de Pablo González o Pavel Rubtsov: espías, mujeres y la Guerra de las Galaxias
- 5 Amazon tira el precio del smartphone top ventas de Xiaomi Redmi Note 13: tiene un descuento de 100 euros
- 6 Prejuicios y mitos del asturiano en su lucha por la oficialidad
- 7 Estados Unidos se prepara para un cara a cara que definirá a Kamala Harris para siempre
- 8 Un coche de Policía atropella a dos mujeres y un bebé
- 9 España deniega el asilo a un saharaui perseguido por Marruecos