Somos un colectivo de personas que, consumidoras o no, nos sentimos preocupadas por el uso de drogas que se da en los espacios de fiesta y en la sociedad”, así se presenta Energy Control, que es el nombre del proyecto de la ONG Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD). Se trata de una organización de ámbito de actuación estatal que cuenta con sedes en  las Comunidades Autónomas de Cataluña, Madrid, Islas Baleares y Andalucía.

Una de las actividades más conocidas de esta organización es el análisis de droga e información sobre éstas en los lugares donde se consumen, principalmente en las discotecas, festivales de música y en localidades en fiesta. Analizan lo que los consumidores llevan y les informan de su contenido, efectos y los riesgos de consumo.

La organización nació en 1997, en pleno boom del MDMA y la Ruta del Bacalao. Su actividad siempre ha recibido críticas porque no todo el mundo termina de ver clara su labor. Pero ha recibido apoyo institucional de ayuntamientos, comunidades e instituciones nacionales como el Plan Nacional de Drogas.

Una de las ventajas de esta organización es que su cercanía a las drogas que hay en la calle permite detectar partidas de droga con mezclas especialmente peligrosas por estar adulteradas o por su composición. La organización forma parte del Sistema Español de Alerta Temprana, que avisa de la presencia en las calles de sustancias peligrosas junto con organismos como el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses o el Centro Nacional de Epidemiología, entre otras instituciones.

El ministro de Interior se hacía recientemente eco en Twitter de una droga peligrosa de las que detecta Energy Control en las calles.