La vitamina A no suele estar presente cuando se habla de salud y el bienestar pero cumple funciones biológicas de la máxima importancia para el correcto funcionamiento del ser humano; desde el cuidado de la vista, hasta la regeneración de la piel y el mantenimiento del tejido óseo, parece necesario asignarle a la vitamina A un espacio en cualquier dieta equilibrada. La deficiencia de la vitamina A conduce a múltiples complicaciones, mientras que el consumo de la misma fortalece diversos pilares fundamentales de la salud.
La vitamina A y sus beneficios para el cuerpo
La vitamina A favorece el mantenimiento de la salud de los ojos en especial en condiciones de escasa luminosidad. La intervención de la vitamina A en la retina facilita la adaptación a la oscuridad, posibilitando así evitar condiciones como la ceguera nocturna. Al mismo tiempo, favorece la renovación de la piel a partir de la hidratación, la elasticidad y la protección frente a factores externos. En los huesos, participa en los procesos de crecimiento y de la regeneración, siendo primordial en las fases de crecimiento y en el envejecimiento.
Función inmunológica y celular
Este nutriente participa en la formación y renovación de las células epiteliales que cubren los órganos, las mucosas y la superficie cutánea. Adicionalmente, contribuye a la mejora de la barrera inmunológica del organismo, al colaborar en la prevención de infecciones y enfermedades. Una adecuada ingesta de vitamina A asegura una respuesta del organismo más eficiente frente a agentes patógenos y contribuye a la homeostasis de los diferentes sistemas.
Alimentos ricos en vitamina A
La vitamina A puede adquirirse de dos formas esenciales: preformada, que se encuentra en alimentos de origen animal como hígados, pescados grasos, huevos y productos lácteos, y provitamina A, en forma de carotenoides, que aparecen en frutas y verduras de color naranja, rojo y verde oscuro como zanahorias, calabazas, batatas, espinacas, mangas... ambas estas fuentes deben estar presentes en la alimentación así para una cobertura nutricional efectiva y total.
Mejora en la absorción y recomendaciones dietéticas
Para lograr la adecuada absorción de la vitamina A, particularmente la que se extrae de los alimentos vegetales, se hace necesaria su ingesta con un escaso aporte de grasas, de tipo saludable. La correcta combinación contribuye a incrementar la biodisponibilidad de los carotenoides. Las necesidades de vitamina A dependen de la edad, del sexo, o de la condición fisiológica (por ejemplo, en embarazadas), por lo que se recomienda adecuar las porciones de alimentos ricos en vitamina A a las recomendaciones que se indican.
Vitamina A, propiedades antioxidantes y prevención de enfermedades
La vitamina A es una potente sustancia antioxidante. Esto indica que contribuye a neutralizar los radicales libres, las moléculas, que por su inestabilidad destruyen las células, originan el envejecimiento y también repercuten en el bienestar. La acción antioxidante provoca que se reduzca la aparición de enfermedades degenerativas, tales como algunos cánceres y las enfermedades coronarias, y que las células del organismo se encuentren mejor durante un mayor espacio de tiempo.
Aplicaciones cosméticas y cuidados en su consumo
Aparte de tener una presencia destacada en la alimentación, la vitamina A se utiliza también en la cosmética, en sus formas retinol o ácido retinoico, por ser capaz de mejorar la textura de la piel, corregir las finas líneas de expresión y ayudar a combatir el acné. Ahora bien, un uso excesivo, ya sea en suplementos o en uso tópico puede dar lugar a otros efectos adversos. Un suplemento en dosis alta puede provocar trastornos hepáticos, pérdida de la densidad ósea o efectos indeseables si se utiliza durante el embarazo. Por ello, hay que respetar la posología diaria indicada y no automedicarse.
Por lo tanto, la vitamina A, aunque a menudo pasamos por alto, resulta fundamental para poder darle todo ese mantenimiento a la función visual, a la integridad de la salud de la piel junto con el fortalecimiento de los huesos, así como para contribuir con el sistema inmunológico. Incluirla como parte del conjunto de la alimentación en el día a día a partir de una variedad de una alimentación saludable, es un recurso ideal para poder prevenir la aparición de las deficiencias junto con el mantenimiento de un estado de salud correcto a largo plazo.
Te puede interesar