En verano, los mosquitos se convierten en enemigos sin tregua. Las altísimas temperaturas aumentan la presencia de estos insectos que constituyen, sin duda, una molestia ineludible que afecta a multitud de personas. Sin embargo existen diversos remedios caseros que afirman poner fin a las picaduras. Quizás uno de los remedios que más está funcionando este verano llega avalado por la ciencia, que si bien no es nada atractiva visualmente, sí que ha ganado popularidad debido a su base biológica.

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Por qué los mosquitos pican más a algunas personas

El grupo sanguíneo es uno de los factores que influye en los mosquitos a la hora de escoger a sus víctimas. Hay estudios en los que se ha constatado que las personas con sangre tipo 0 exponen más ácido láctico que las demás -a través de la piel- algo que los mosquitos detectan con facilidad. Lo que hace que sean un objetivo más frecuente que aquellos que tienen otros tipos sanguíneos.

Cómo influye la temperatura corporal

Las hembras del mosquito, que son las que pican realmente, son capaces de percibir el CO2 que exhalan los humanos a más de 60 metros de distancia. Además, la posibilidad de sufrir una picadura también aumenta si la temperatura corporal es relativamente alta, tal como sucede cuando se realizan ejercicios físicos. Ambas cosas juntas hacen que algunos sean verdaderos imanes para el insecto volador.

Consejos para combatir los mosquitos

Vinagre y limón

Uno de los remedios caseros más viejos y simples consiste en mezclar medio litro de vinagre de limpieza con rodajas de limón en un frasco abierto. Aunque, pese a tener un aroma ácido muy disuasorio, su efectividad como método contra mosquitos es claramente reducido. En cambio, parece que contra las moscas sí parece tener un cierto efecto. Pero eso sí, es conveniente renovarlo cada ciertos días si se quiere mantener ciertos niveles de eficacia.

Café quemado con clavo

Un truco consiste en quemar una mezcla de posos de café secados, clavos de olor y una mecha, lo que promete ahuyentar las plagas y los mosquitos. Sin embargo su elaboración es compleja y nada práctica: el café impide que la mecha se encienda de la manera adecuada, con lo que es imposible comprobar si realmente el truco funciona o no. Aunque huela bien, realmente no se traduce de ninguna manera como un truco que da resultados.

La trampa de vino

Su funcionamiento se basa en cómo se sienten atraídos los mosquitos por el dioxido de carbono, y para hacerla se necesitaba agua, azúcar, levadura y una botella de plástico (la levadura fermenta el azúcar liberando así el CO2). Suena muy bien, tiene una buena base científica, pero en varias pruebas realizadas en el hogar ha sido nula y además huele fatal.

Repelentes con DEET o icaridina, lo más efectivo

Frente a los fracasados remedios caseros, los repelentes químicos con DEET o icaridina siguen siendo la opción más segura y eficaz para poner fin a las picaduras de los mosquitos. El DEET en concentraciones del 20% es capaz de ofrecer una protección de al menos cinco horas, aunque puede ser muy agresiva para ciertas pieles. La icaridina es una alternativa menos agresiva para la piel que da muy buenos resultados. También existen fórmulas naturales, desde aceites esenciales de menta, citronella o albahaca, pero su eficacia es escasa y necesita de aplicaciones frecuentes.

A pesar de la llegada del verano y, por lo tanto, de los mosquitos, confiar en los trucos caseros no va a dar muy buen resultado. Hoy por hoy, los productos repelentes respaldados por la ciencia son la mejor defensa de cara a disfrutar del buen tiempo sin acabar cubiertos de picaduras.

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