El próximo 1 de enero de 2026 marcará un hito en la historia de la seguridad vial en España. A partir de esa fecha, todos los vehículos matriculados en el país -con excepción de las motocicletas- estarán obligados a llevar un nuevo dispositivo de emergencia: la luz V-16 conectada, que reemplazará definitivamente a los tradicionales triángulos de preseñalización de peligro. Este cambio legislativo, impulsado por la Dirección General de Tráfico (DGT), no solo busca modernizar la señalización en carretera, sino salvar vidas.

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En los últimos años, la seguridad vial en España ha experimentado múltiples transformaciones con el objetivo de reducir accidentes y mejorar la protección de conductores y ocupantes. En este contexto, uno de los cambios más llamativos es la implementación de la luz V-16, un dispositivo luminoso de emergencia que sustituirá de manera definitiva a los clásicos triángulos de preseñalización a partir de 2026. Este artefacto, pequeño y de fácil utilización, promete modificar de manera significativa la dinámica de actuación en casos de avería o accidente en carretera.

La luz V-16 es un dispositivo luminoso portátil que se coloca sobre el techo del vehículo cuando este queda inmovilizado en la vía, ya sea por avería o accidente. A diferencia de los triángulos tradicionales, no requiere que el conductor salga del coche para situarlos en la carretera, acción que supone un peligro relevante, especialmente en autopistas o autovías con gran circulación. Con la llegada de la luz V-16, se reduce el riesgo de atropello, ya que permite señalizar el vehículo sin abandonar el habitáculo, incrementando así la protección personal en situaciones de emergencia.

Otra característica esencial de la luz V-16 es su alta visibilidad. Utiliza tecnología LED que permite que su luz sea percibida a una distancia considerable y en cualquier condición meteorológica, ya sea durante la noche, con lluvia intensa o niebla densa. Este avance contrasta con las limitaciones de los triángulos, cuya eficacia visual podía verse sensiblemente mermada bajo condiciones atmosféricas desfavorables o en curvas y cambios de rasante. Así, el nuevo sistema facilita una mejor percepción del obstáculo por parte del resto de conductores, contribuyendo a evitar alcances y promoviendo una mejor reacción al evento.

A partir de 2026, la regulación española establece que toda luz V-16 homologada deberá contar con geolocalización y conectividad. Esto significa que, al activarse, el dispositivo no solo avisará de la emergencia con una luminaria intermitente, sino que también enviará la ubicación exacta del vehículo a la nube DGT 3.0, la plataforma de gestión inteligente de la Dirección General de Tráfico. De este modo, las autoridades podrán monitorizar en tiempo real los incidentes en carretera y proporcionar avisos automáticos al resto de usuarios, por ejemplo, a través de paneles de mensaje variable o en aplicaciones de navegación.

La integración de la nueva luz V-16 dentro del sistema global de información de tráfico es un salto cualitativo que moderniza la gestión de emergencias y agiliza la respuesta de los servicios de asistencia. Todo ello configura un entorno más inteligente, en el que la movilidad es más segura y la intervención ante un incidente resulta más eficiente y coordinada. Además, se prevé que este sistema reduzca la incidencia de atascos causados por vehículos averiados y mejore el flujo de tráfico, hasta ahora muy condicionado por la percepción tardía de estas situaciones.

La legislación relativa a la luz V-16 en España ha ido desarrollándose en los últimos años, estableciendo que, desde 2021, puede utilizarse como alternativa a los triángulos, pero será en 2026 cuando se convierta en obligatoria y su uso sea exclusivo, siempre y cuando esté debidamente homologada. Esto implica que los conductores tendrán que asegurarse de que el dispositivo que adquieran cumple con los requisitos técnicos y de conectividad señalados por la normativa vigente.

Este dispositivo es una pequeña baliza luminosa intermitente, de color amarillo auto, que se coloca magnéticamente sobre el techo del vehículo en caso de emergencia. A diferencia del triángulo, puede activarse desde el interior del coche con un simple gesto. En condiciones normales, el conductor puede permanecer sentado y seguro mientras la baliza empieza a emitir destellos visibles hasta a un kilómetro de distancia.

Pero la gran revolución está en su conectividad: las balizas V-16 homologadas incluyen una tarjeta SIM con conectividad M2M (máquina a máquina) que, al activarse, envía automáticamente la geolocalización del vehículo a la nube de la DGT. Esta información se integra de inmediato en los paneles informativos de tráfico y en los sistemas de aviso a conductores que emplean navegación conectada. La cobertura del plan de datos será de al menos 12 años, incluido en el precio de compra.

Uno de los puntos a tener en cuenta es la obsolescencia de los triángulos de preseñalización. Aquellos que sigan usándose más allá de la fecha límite estarán incurriendo en una infracción, lo cual puede derivar en sanciones. Por ello, se recomienda a los conductores renovar su equipo de señalización antes de la entrada en vigor de la obligatoriedad, comprobando que la luz V-16 seleccionada esté en el listado de productos certificados por la administración.

Desde el punto de vista del usuario, la utilización de la luz V-16 no puede ser más sencilla. Normalmente, su activación es automática cuando se coloca sobre el techo y pone en funcionamiento la intermitencia luminosa, a la par que inicia la transmisión de la localización. Su tamaño compacto permite guardar el dispositivo en la guantera o en cualquier otro compartimento del vehículo, facilitando su acceso en caso de emergencia.

Toda esta transformación redundará en un notable aumento de la seguridad en las carreteras españolas. Los informes de la DGT subrayan el alto porcentaje de muertes por atropello registradas al bajar del vehículo para instalar triángulos de preseñalización. La luz V-16 elimina este riesgo y permite atender la avería o accidente desde el interior del coche, minimizando la exposición al tráfico.

En definitiva, la incorporación de la luz V-16 como nuevo estándar de señalización de emergencia supone un avance en movilidad segura y un claro ejemplo de cómo la innovación tecnológica puede salvar vidas. España se sitúa a la vanguardia en la implementación de este tipo de dispositivos, anticipando un futuro en el que la conectividad, la inteligencia vial y el cuidado de las personas serán prioritarios en la red de carreteras. La preparación para la llegada de este nuevo requisito debe ser tenida en cuenta por todos los conductores, quienes tienen la responsabilidad de actualizar sus equipos y conocer el funcionamiento y ventajas de la luz V-16 para circular con la máxima protección posible.

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