Pese a la conciencian que hay respecto al descanso y a dormir bien, la mayoría de personas no consiguen acceder a un sueño reparador de manera habitual. El ritmo de vida, la constante exposición a las pantallas, comer con prisa o alimentos de mala calidad provocan que se alteren nuestros ritmos, lo que afecta a nuestras noches. Muchas personas buscan soluciones en suplementos a estos bajones de energía, pero es posible acceder a beneficios naturales de cada temporada: es el caso del kiwi, una fruta típica de los meses de otoño y de invierno que mejora la calidad del sueño gracia a la reducción del cortisol.

El papel de la fruta en la calidad del sueño

Una relación directa entre alimentación y descanso

La dieta influye decisivamente en cómo dormimos. Ingerir alimentos ricos en nutrientes calmantes y antioxidantes favorece un descanso más profundo, y en este sentido el kiwi se ha convertido en un inesperado aliado. Sus propiedades antioxidantes y su contenido en serotonina lo convierten en una opción ideal para la última comida del día, y tomarlo una hora antes de dormir puede reducir el tiempo que tardamos en conciliar el sueño y aumentar la duración de las fases de descanso reparador.

Por qué el kiwi ayuda a reducir el cortisol

El cortisol, denominado como la “hormona del estrés”, se eleva cuando el cuerpo experimentar tensión o ansiedad. El exceso de esta hormona por la noche dificulta el descanso nocturno. El kiwi, gracias a su composición en vitamina C, potasio y magnesio, ayuda a regular los niveles de esta hormona. Además, su bajo índice glucémico ayuda a evitar los picos de azúcar que pueden interferir en los ciclos de sueño, convirtiéndose en una fruta perfecta para aumentar la cena o como tentempié nocturno.

Los beneficios del kiwi

Más que vitamina C

El kiwi no solo destaca por su capacidad para mejorar el descanso, también es rico en fibra, lo que va a ayuda a regular el tránsito intestinal, lo que a su vez repercute también en la calidad del sueño, ya que una digestión ligera ayuda a relajar el cuerpo; gracias a su aporte de calcio, magnesio y vitamina K refuerza el sistema inmunitario y contribuye a mantener el equilibrio nervioso necesario para evitar el insomnio relacionado con el estrés.

El kiwi y los estudios

Se han realizado estudios estudios que han confirmado la efectividad del kiwi sobre el sueño, como las investigaciones publicadas en el Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition y en Nutrients, que han mostrado que consumir dos kiwis antes de acostarse mejora tanto la calidad como la eficiencia del sueño; en este caso los participantes de estas investigaciones experimentaron menos despertares nocturnos y un sueño más profundo, además de una reducción significativa de los niveles de estrés.

Cómo incorporar esta fruta en la rutina nocturna

El momento ideal para consumir kiwi

Para sacarles partido, se recomienda comer uno o dos kiwis una hora antes de ir adormir. Pueden comerse solos, en rodajas o en forma de batido suave sin azúcar. Este hábito sencillo y natural ayudará a relajarse y mejorar la conciliación del sueño sin recurrir a suplementos.

Un gesto diario que mejora la higiene del sueño

Elegir bien los alimentos de la cena es clave para descansar. Apostar por frutas como el kiwi, respetar horarios regulares, reducir el uso de pantallas y crear un ambiente relajado antes de dormir son pasos básicos que podemos seguir si queremos que nuestras noches sean reparadoras. En definitiva, esta fruta otoñal no solo aportará sabor y frescura a nuestra gastronomía, sino que también se convertirá en una herramienta natural para reducir el cortisol y dormir mejor cada noche.