Empezar a practicar yoga en casa jamás había sido tan sencillo ni tan necesario; esta práctica milenaria que articula cuerpo, mente y respiración, se ha convertido en el refugio ideal para quienes persiguen bienestar físico y equilibrio psíquico sin salir de casa. Solo con el material necesario (una esterilla y algún minutillo al día) hallarás una rutina que te hará cambiar la energía, mejorar tu postura y encontrar la paz mental. Y aquí te contamos los ejercicios más básicos para practicar yoga en casa y empezar a disfrutar de sus innumerables beneficios desde el primer momento.

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Primeros pasos para hacer yoga en casa

El medio que rodea a la práctica condicionará, en todo caso, la calidad de la misma. Procura que la zona elegida, la que pretendes utilizar como espacio de práctica, sea un sitio tranquilo, ventilado, y de luz natural; coloca tu esterilla y elimina las distracciones. No necesitas mucho más, un espacio limpio, silencioso y donde te encuentres cómodo, es suficiente para comenzar la práctica. La perseverancia será tu mejor amiga; dedica un mínimo de quince minutos al día para establecer el hábito y llegar a notar que los resultados comienzan poco a poco a aparecer.

El momento del día

Hacer yoga por la mañana o por la tarde potencia la concentración y reduce el estrés. Por la mañana activa el cuerpo y mejora la circulación, y por la tarde reduce el estrés y la fatiga. Lo fundamental es seguir una rutina diaria adecuada a tus horarios y a tus necesidades.

Yoga para principiantes

Postura del gato-vaca

Este ejercicio es esencial para calentar y activar la columna vertebral; colócate a cuatro patas, que las manos estén alineadas con los hombros, y las rodillas con las caderas. Al inhalar, arquea la espalda y la mirada hacia el frente (vaca); al exhalar, redondea la espalda y la barbilla va al pecho (gato). Hazlo diez veces para liberar tensión y mejorar la flexibilidad.

Postura del niño

Ideal para desconectar entre secuencias, esta postura distiende la espalda y apacigua la mente. Siéntate en los talones, inclina el torso hacia delante, estira los brazos hacia delante. Permanece así unos minutos, respirando profunda y despaciosamente. Es un recordatorio de que en el yoga el descanso también es parte de la práctica.

Mantener la constancia en el yoga

Si te gustaría que el yoga formase parte de tu día a día, necesitas ser disciplinado. Empieza con sesiones de unos 10 a 20 minutos, y sencillamente, poco a poco, gradualmente, aumenta el tiempo. Te será de mucha ayuda el utilizar vídeos o clases online para que te guíen, pero tú siempre debes escuchar a tu cuerpo. Para no lesionarte, es mejor practicar de manera consciente y progresiva; de esa manera también conseguirás mejores resultados.

Equipamiento esencial

No es necesaria una elevada inversión. Una buena esterilla antideslizante nos puede servir para comenzar. Con el tiempo también podrás agregar bloques, cintas o cojines para lograr la alineación y la comodidad. Ten ropa ligera y elástica, sin restricciones, a la hora de ejecutarla. Lo importante es que te sientas libre y conectado con tu cuerpo en cada movimiento.

El yoga no es solamente una práctica física sino también una manera de reconectar con uno mismo. Con perseverancia, con respiración consciente establecido y con la actitud de apertura necesaria, cualquier persona puede beneficiarse de sus efectos transformadores. La iniciación al yoga con una práctica hogareña no necesita de experiencia de ningún tipo, sino más bien del deseo de comenzar. Cada posición, cada respiración y cada fracción de tiempo sobre la esterilla es una gran oportunidad para ir encontrando el sentido de equilibrio y, por lo tanto, el poder del bienestar interior.

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