Llevamos más de siete meses acompañados por una enfermedad hasta ahora desconocida, pero si algo hemos debido aprender en este tiempo de pandemia es que ganar tiempo al coronavirus es clave. Y para actuar con rapidez el diagnóstico es clave.

Mientras se sigue investigando para conseguir la esperada vacuna, la tecnología sigue evolucionando para poder ofrecernos nuevos métodos para detectar lo antes posible la enfermedad y evitar así nuevos contagios.

En ese sentido, los hospitales están comenzando a incorporar a sus servicios las pruebas rápidas de antígenos, una nueva prueba que permite la detección del virus desde inicio del contagio con una alta fiabilidad, similar a los que ofrece una PCR, pero con la ventaja de ofrecer los resultados en apenas 15 minutos. Un hecho que permite una mayor agilidad en la toma de decisiones, no sólo a nivel individual sino también colectivo, dado que permiten determinar si existen brotes en un momento concreto y lugar.

Estas pruebas, al dar respuesta en un menor tiempo frente a la PCR de urgencias, permiten tomar decisiones inmediatas sobre tratamiento y medidas de aislamiento del paciente y sus contactos directos evitando mayores riesgos de contagio. “La prueba se basa en la detección de una proteína de la estructura del virus que se encuentra en su superficie, por eso resulta tan específica”, explica el doctor Rafael Cuenca, jefe de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Córdoba, que al igual que el resto de hospitales de la compañía ya han comenzado a utilizar estas pruebas.
De hecho, con esta incorporación, Quirónsalud ofrece todas las pruebas de detección del Covid-19 que existen actualmente: la detección de anticuerpos por inmunoanálisis y por inmunocromatografía (test serológicos) y la PCR. Porque en cuestión de coronavirus, no todas las pruebas sirven para todo.

Así, en el caso de pacientes sintomáticos de 1 a 6 días de inicio o casos de contactos estrechos con pacientes positivos, se debe realizar test de antígeno o PCR. Por su parte, “para pacientes con síntomas de más de 6 días de inicio se debe realizar una PCR y un test de anticuerpos, y, por otro lado, si lo que queremos saber es si una persona ha pasado la enfermedad y si tiene inmunidad se debe realizar el test de anticuerpos, en este caso recomendamos inmunoanálisis a las pruebas rápidas”, explica el doctor Paolo Ciardo, médico de Familia y responsable del servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud Toledo.

Los test serológicos se realizan a través de una muestra de sangre extraída mediante venopunción, normalmente en el brazo, y se recomienda en pacientes a partir del séptimo día con sintomatología, así como en pacientes asintomáticos para determinar si han tenido contacto con el virus y, en su caso, han generado anticuerpos. “El test que se está utilizando en Quirónsalud presenta una sensibilidad y especificidad cercana al 100%”, añade el doctor Ciardo.

En cuanto a las PCR se realizan con la toma de un exudado nasofaríngeo y/u orofaríngeo y/o nasofaríngeo mediante una torunda. Es la técnica más sensible, alcanzando una especificidad y sensibilidad del 100%, señala el doctor Christian Leyva, jefe del servicio de medicina interna de Quirónsalud Huelva. “La prueba PCR detecta la carga viral en fases tempranas de la enfermedad estando indicada en pacientes con sintomatología desde los primeros días de inicio de ésta y en contactos estrechos con casos positivos. El resultado estará en 24 horas para muestras no urgentes”, destaca el doctor Leyva.

El escenario ideal, señalan los especialistas, sería combinar de forma secuencial, PCR o Test Rápido de Antígeno, para la detección precoz de la enfermedad o en caso de contactos estrechos. Los test serológicos de tipo cuantitativo nos dirían si hemos estado en contacto con el virus y el grado de inmunidad que poseemos.