El cáncer se desarrolla cuando las células del cuerpo dejan de comportarse de forma lógica y empiezan a dividirse de forma descontrolada y alterando su composición genética. Este fenómeno se conoce como inestabilidad genómica y cuanto mayor es, más se asocia a tumores graves y de mayor mortalidad, por lo que su tratamiento es más complicado.

Un reto para la ciencia, que hoy da un paso adelante con la publicación en la prestigiosa revista Nature de un descubrimiento español, desarrollado por científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en colaboración con científicos británicos, canadienses, belgas y alemanes.

"Lo que hemos desarrollado es un método con el que podemos decodificar e interpretar el ADN de estos tumores complejos y así poder seleccionar el tratamiento más óptimo para cada paciente", explica Belén Hernando, una de las científicas españolas que han participadoa en el proyecto codirigido por Geoff Macintyre, jefe del grupo de Oncología Computacional del CNIO.

La investigación ha analizado las causas, la diversidad y el alcance de la inestabilidad cromosómica de 7.880 muestras de tumores de 33 tipos de cáncer diferentes. Después, los han asociado a las características de la enfermedad a la que pertenecían y los han convertido en patrones. Esos patrones, a su vez, han podido asociarse a información sobre su posible respuesta a los fármacos que habitualmente se utilizan contra ellos.

La científica compara, en conversación con El Independiente, su trabajo con el de los detectives que han de resolver un crimen. "Cuando llega un forense, se encuentra un escenario con un montón de huellas mezcladas. Lo que hace es ir analizando las huellas, separarlas y así lograr determinar quién ha sido y resolver el crimen. Nosotros lo que tenemos son un montón de huellas o patrones en los tumores y lo que hacemos es separarlas para ver los mecanismos que han dejado esas huellas en el tumor y así conseguir poner un tratamiento a las causas y no a los síntomas de un tumor".

Y es que uno de los grandes avances en el tratamiento del cáncer los últimos años es la llamada medicina de precisión. Pero, explica Hernando, "solo el 5% de los pacientes se beneficia de esta medicina personalizada", explica Hernando. La causa es que en los tumores más graves no hay un único gen mutado sino todo un caos genético motivado por la inestabilidad cromosómica. Con este nuevo método, los científicos prevén que los patrones permitan tratar este tipo de cánceres con mayor eficacia. "Calculamos que hasta un 80% de los pacientes oncológicos podrán beneficiarse de este descubrimiento, sobre todo aquellos que tienen cánceres con mayor tasa de mortalidad como ovarios, páncreas, pulmón o esófago", incide Hernando, "este trabajo abre la puerta a que ese 80% de pacientes que tienen muchas mutaciones puedan beneficiarse de tratamientos personalizados".

Esos patrones, por tanto, serán biomarcadores que permitirán elegir entre una u otra terapia para un paciente con mayores garantías de eficacia. Los científicos identifican el método con "la detección de huellas en el genoma de los tumores que permiten conocer el mecanismo mutacional causante del desarrollo del tumor y, gracias a ello, posibilita identificar la vulnerabilidad de estos tumores contra la que dirigir el tratamiento". Por un lado permite un diagnóstico más preciso y por otro la elección de un mejor tratamiento.

Junto a Macintyre ha codirigido la investigación Florian Markowetz, investigador senior del Cancer Research UK Cambridge Institute de Reino Unido. Todos ellos han creado una empresa denominada Tailor Bio, radicada en ese país y que ha creador una patente sobre el método descrito, que se une a otra patente que ya habían desarrollado anteriormente.

El objetivo de los investigadores es que el avance pueda llegar lo antes posible a la práctica clínica. "Nuestra idea es que pudiera ser utilizado de forma masiva. La muestra necesaria es la que se obtiene con una biopsia de las que se realizan habitualmente en los hospitales. De ese material podemos hacer una secuenciación con una tecnología que no necesita ser de alta resolución, es decir, aunque se haya degradado será suficiente. Después hará falta un bioinformático que haga el análisis de los datos, pero nosotros hemos desarrollado un software que cualquiera puede descargarse", explica Hernando.

En cuanto a fechas, Hernando distingue entre "la utilización del método para determinar la causa del tumor, que puede ayudar al médico a decidir el tipo de tratamiento", que podría llegar pronto gracias a la empresa lanzada por los científicos. Y por otro, que se convierta en "herramienta de previsión de un tratamiento". "Esto se ha testeado in vitro [con células en laboratorio] y necesita de ensayos clínicos para que pueda establecerse como una herramienta complementaria a la selección del tratamiento", concluye.