Hacer deporte no solo es bueno en invierno o en verano, sino que debemos realizarlo siempre. Eso que quede claro. Ahora bien, aprovechar el buen tiempo del verano para optimizar nuestras horas de ejercicio con actividades que nos motivan más y son más fáciles que en los días de invierno es un aspecto a tener en cuenta.

El doctor Alfonso del Corral Salas, experto en Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Ruber Internacional de Madrid recuerda que el deporte aporta múltiples beneficios a la salud, y además ayuda a mantenerse en forma también en vacaciones. “El verano puede ser una época muy oportuna para iniciarse o continuar con la práctica deportiva, pero requiere tomar determinadas precauciones para evitar los efectos del calor”, resalta.

Por su parte, el doctor Fulgencio Molina Zapata, jefe del servicio de Urgencias, y de Medicina de la Educación Física y el Deporte del Hospital Quirónsalud Murcia, advierte de que "la deshidratación, los calambres, la pérdida de consciencia, el agotamiento o los golpes de calor constituyen las principales enfermedades producidas por el calor" por lo que es muy importante en esta época mantener una serie de precauciones.

Es tiempo de ir a nadar al aire libre

En cuanto a los deportes más veraniegos y saludables, el doctor Del Corral subraya que existe una gran variedad de actividades físicas para poner en práctica en verano, ya sea en la playa, en la piscina, en la montaña, o en las ciudades, y selecciona en primer lugar a la natación, de la que destaca sus bondades tanto en el caso de los adultos como de los niños, quienes en verano pueden nadar tanto en la piscina, como en la playa.

Por otro lado, este traumatólogo habla del vóley, del tenis, y del fútbol en la playa: “Son algunos de los deportes cardiovasculares que se pueden trasladar de la pista a la arena de la playa, y además se pueden practicar en familia o con amigos. Estos deportes ayudan a fomentar ciertas habilidades como la fuerza, la resistencia, y la coordinación”.

Running: atención a la arena

En cuanto a los beneficios de correr dice que estos no solo se notan en el cuerpo, sino también en la mente; sin embargo, sí advierte de que en verano debemos incorporar ciertas precauciones, ya que el pie puede sufrir cambios debido al calor, e incluso se pueden producir lesiones, como ampollas y uñas hincadas.

A juicio del traumatólogo de Ruber Internacional, el running es igualmente recomendable en verano, pero no sobre la arena porque tiene recovecos en los que se puede meter el pie. Además, alerta de que algunas playas presentan una inclinación que obliga a cargar más una de las dos piernas y plantea en consecuencia hacerlo sobre la hierba con zapato adecuado, ya que así evitaremos el dolor de rodilla, del tobillo, de la planta del pie, o de la columna.

El running es mejor practicarlo sobre hierba y con calzado adecuado porque en la arena puede provocar lesiones

Defiende igualmente que el verano es idóneo para caminar por la montaña, el campo y las rutas urbanas: “Es una de las mejores actividades para mantener un estilo de vida activo a cualquier edad, siendo beneficioso para perder peso y para el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la hipertensión, y la prediabetes. Se recomienda hacerlo una intensidad moderada entre media hora y una hora diaria”.

Resalta a su vez este experto que montar en bicicleta es un ejercicio cardiovascular “muy completo” y con múltiples ventajas, como prevenir la depresión y el dolor de espalda, mantener saludable el corazón, y tonificar algunos músculos.

El yoga al aire libre y navegar

Por otro lado, hace referencia al yoga al aire libre ya que, según defiende este especialista de Ruber Internacional, solo requiere una esterilla: “Los beneficios se perciben en la mente y en el cuerpo. Ayuda a ganar musculatura y flexibilidad, y permite aliviar la tensión diaria. Se puede adaptar a diferentes edades, e incluso se practica durante el embarazo”.

En último lugar menciona a la navegación, un deporte apto para todas las edades, según apunta, y que se practica en equipo y “proporciona múltiples beneficios” al cuerpo y a la mente: “Mejora la concentración, tonifica los músculos, favorece el equilibrio, alivia el estrés, y refuerza el sistema cardiovascular. Eso sí, es importante que antes de subirnos a la embarcación, protejamos muy bien la piel, con ropa adecuada, protector solar, y gafas”.

Precauciones al practicar deporte en verano

Mientras, el doctor Fulgencio Molina Zapata avisa de que el deporte y las altas temperaturas pueden suponer una mala combinación si no se aplican ciertas medidas y llama especialmente la atención sobre los calambres, “un signo que nos indica que podemos estar a punto de sufrir una lesión asociada con el calor”.  

Recuerda la nocividad de los rayos del sol y aboga por proteger la piel de la exposición solar: “Se deben seguir las medidas de prevención generales, como llevar gorras y aplicar crema solar con un índice mayor de 30 y resistente al agua siempre, ya que el propio sudor puede eliminar parte de la protección. Es importante cuidar la vista usando gafas de sol, sobre todo si vamos a realizar actividades cerca del agua, al igual que en la arena”.

Además, sostiene que en verano lo mejor es evitar la práctica de deporte durante la franja más calurosas del día, entre las 12.00 y las 16.00 horas; siendo en su opinión lo más adecuado el elegir las primeras horas de la mañana o las últimas del atardecer.

Por otro lado, este experto de Quirónsalud Murcia destaca la importancia de la hidratación adecuada en verano, y de no descuidar la ingesta regular de líquidos antes, durante, y después de practicar ejercicio físico. A su vez, menciona al agotamiento, uno de los síntomas que pueden aparecer en verano después de practicar deporte, y resalta que los jóvenes presentan un mayor riesgo de sufrirlo. “También se pueden producir otros efectos secundarios, como debilidad, confusión, vértigo y cefalea, entre otros”, apostilla.

En último lugar, hace referencia a los golpes de calor, uno de los problemas de salud más graves provocados por las altas temperaturas y que afectan sobre todo a los deportistas, los jóvenes, los niños, los ancianos y las personas con determinada medicación. "Hay que hidratar el cuerpo con la ingesta lenta de agua, aunque no se sienta sed", concluye.