Coger un resfriado es algo muy común en estas fechas primaverales, en las que la temperatura oscila mucho entre el día y la noche y en la que los cambios entre semanas también son notables.

Mocos, dolor de cabeza y malestar general son algunos de los síntomas de esta enfermedad leve, pero que incomoda y mucho en estos días. Sin embargo, entre tanta causa surge una pregunta. ¿Los resfriados se producen realmente por el cambio de temperatura? Basándonos en los expertos, intentamos dar una respuesta a este asunto.

Al contrario de lo que podamos pensar, los resfriados no están producidos por las bajas temperaturas, que, sin embargo, sí que colaboran a que se den ciertas condiciones para que los virus nos ayuden a coger esta enfermedad. La evidencia científica es lo que destaca, el aumento del riesgo de contagio, pero no, per se, que el frío o el cambio de temperatura derive en un resfriado. 

El impacto del frío o, más bien, de la bajada de temperaturas si hablamos de la época de primavera, existe, pero no ejerce de actor principal en la relación con los resfriados. El resfriado cuenta con un origen vírico y comparte síntomas, en gran medida, con la gripe, siendo esta más grave, normalmente y con un cuadro clínico distinto. 

El resfriado, también conocido como constipado, es la enfermedad más común de cuantas existen, ya que puede producirse a través de unos 200 virus, tal y como delimitan los expertos.

Podemos encontrar un resfriado casi en cualquier situación, y en una bajada de temperatura del ambiente se propone con mayor fuerza, ya que se colabora así con que los virus se encuentren cómodos, algo que no hacen, en el mismo efecto, con temperaturas más altas. Según la doctora Isabel Valdez, asistente médico de medicina interna general en Baylor College of Medicine, "un virus como el resfriado común se propaga a través de lo que respiramos, no por el clima".

La debilidad del frío que se convierte en enfermedad

El frío puede, por tanto, ayudar a coger un resfriado, pero no provocarlo. El primer hecho que favorece al contagio por resfriado es que el frío es una combinación de baja temperatura y escasa humedad, lo que favorece a la sequedad de la mucosa nasal, arma, la mucosa, que es muy eficaz para frenar la entrada de los virus en el cuerpo humano. Si hay un cambio de temperatura y pasamos de un ambiente más cálido a uno frío, los virus tendrán más sencilla la infección

También hay que resaltar una realidad, que es que el frío debilita las defensas y también, por ende, la respuesta antiviral, por lo que los resfriados se expandirán mejor cuando las temperaturas son bajas.

El frío favorece los virus y los resfriados

Ya ha quedado claro que el frío es beneficioso para que los virus, como el que provoca el resfriado o el virus influenza, de la gripe, tengan un mejor ambiente para expandirse, pero falta dar la explicación científica al asunto. Con las mencionadas temperaturas más bajas, la membrana formada por lípidos de los virus se solidifica en un gel y una vez entrada en el cuerpo, en el tracto respiratorio, el calor corporal la derrite y permite que infecte las células del ser humano. La solidificación no es posible cuando acaban los meses fríos, por lo que la protección del virus no se da y, por consiguiente, infecta mucho menos y provoca, entre otras enfermedades, menos resfriados. 

La bajada de temperatura, también la corporal, afecta a la inmunidad, y si bien el cambio de tiempo no es directamente proporcional al aumento de resfriados, sí que sube las opciones de sufrir este tipo de patologías que tanto incomodan durante el año y especialmente en invierno y primeras semanas de primavera