Las manicuras semipermanentes y de gel se han convertido en una tendencia en el mundo de la belleza y cada vez es más popular gracias a sus acabados brillantes, a la durabilidad y la comodidad de tener unas manos impecables que pueden durar varias semanas. Sin embargo si se la manicura es habitual en el tiempo, tanto las uñas como para la piel que las rodea puede sufrir graves daños, y aunque los efectos no son visibles a corto y medio plazo la estructura de la uña se va debilitando a medida que pasa el tiempo, volviéndose cada vez más propensa a daños permanentes.

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La manicura semipermanente

Deshidratación den la piel

Al realizar la manicura semipermanente hay que limar las uñas, usar productos químicos y usar a las lámparas UV o LED; con cada uno de estos pasos se está ayudando a que se pierda la hidratación y a que se reduzca la lámina ungueal; con el paso del tiempo las uñas pierden su resistencia natural, se vuelven quebradizas, se manchan y se puede levantar la piel; los disolventes que se usan para eliminar el esmalte dañan todavía más la superficie.

Hay personas que se hacen la manicura semipermanente de forma habitual sin dejar tiempo para que la uña se recupere, y así el daño es cada vez mayor y la uña se debilita de forma visible; la sensibilidad en la zona de las cutículas crece debido al contacto continuo con productos químicos agresivos y a la fricción producida con las limas. Esto afecta a la estética y altera el crecimiento saludable de la uña. Una cutícula irritada o inflamada expone más la base de la uña a agentes externos y facilítala aparición de pequeñas fisuras o infecciones.

Los riesgos por abusar

Dermatitis alérgica

Las fórmulas de los esmaltes semipermanentes están creadas por compuestos como los acrilatos y metacrilatos, que son conocido por su su capacidad para irritar; la exposición continuada a estas sustancias puede provocar dermatitis alérgica de contacto que se manifiesta con enrojecimiento, picor o escamas alrededor de las uñas e incluso en las yemas de los dedos; en personas con piel sensible, este tipo de reacción puede agravarse con cada nueva aplicación.

Infecciones

Cuando la superficie de la uña se fisura o se levanta ayuda a que proliferen hongos y bacterias; estos microorganismos se aprovechan de la humedad que se queda atrapada debajo del esmalte para desarrollarse y dan lugar a infecciones que son muy complicadas de tratar; el uso continuado de la manicura semipermanente sin una adecuada higiene o supervisión profesional, aumenta de forma notable este riesgo.

Cómo cuidar tus uñas sin renunciar a la manicura

Moderación y hábitos saludables

La clave para disfrutar de una manicura bonita sin comprometer la salud es no abusar de ella y reservar la semipermanente para aquellas ocasiones que sean especiales especiales y no realizarlo de forma común, lo que ayudará a que se regeneren las uñas. La mejor opción es la manicura tradicional en el día a día y complementarla con productos hidratantes que permitan mantener la flexibilidad en la piel para evitar la deshidratación.

Protección y nutrición constantes

Aplicar protector solar antes de usar lámparas UV o LED, acudir siempre a servicios profesionales y evitar arrancar el esmalte -mejor que se vaya cayendo de forma natural- son medidas para no sufrir lesiones en las manos; una alimentación rica en proteínas, biotina y zinc reforzará la estructura de la uña desde el interior.

Si se aplican estas recomendaciones vas a poder mantener unas manos bonitas sin poner en riesgo la salud cuticular; abusar de la manicura semipermanente puede parecer algo inofensivo, pero con el paso del tiempo sus efectos se hacen evidentes.

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