La hinchazón abdominal y la producción de gases son molestias más habituales de lo que parece y condicionan la calidad de vida cotidiana. Aunque suelen asociarse a los alimentos que se toman, la forma de consumirlos resulta ser un factor igual o más determinante que los mismos. Comer con rapidez, hablar o seleccionar ciertos ingredientes altera la digestión y genera una sensación de pesadez. Mantener unos hábitos correctos y cuidar la forma con que se toman los alimentos permite prevenir el malestar.
Qué evitar al comer para prevenir los gases
No masticar demasiado los alimentos o comer rápidamente, facilita que el organismo trague más aire del necesario, lo que facilita que aparezca la flatulencia acompañada del malestar. Comer rápido significa que el sistema digestivo no tiene el tiempo suficiente para asimilar bien los alimentos, lo que provoca que se produzca fermentación y la consiguiente sensación de hinchazón y del malestar intestinal en forma de gases. Dar tiempo suficiente para masticar bien cada bocado, saborear los alimentos, facilita la digestión, la absorción de nutrientes y disminuye la sensación de plenitud abdominal.
Hablar y comer al mismo tiempo
Mantener una conversación en la comida incrementa la cantidad de aire que se ingiere. Este aire adicional se mezcla con el alimento y se acumula en el intestino, lo que puede dar lugar a ciertos malestares que, a la larga, pueden convertirse en gases. Por lo tanto, comer en un entorno sosegado, sin distracciones y evitando mantener una conversación continua, favorece una mejor masticación, una mejor digestión y la entrada de aire al aparato digestivo será mucho menor.
Cómo evitar gases innecesarios
Masticar de forma pausada y a su vez reflexionada favorece la mejor trituración y ayuda a la acción de las mismas enzimas digestivas. Esto hace que el estómago pueda procesar mejor la comida con menor esfuerzo, por lo que la posibilidad de generar gases y acidez disminuye así. A más masticación más saciedad, lo que ayuda a controlar raciones y a comer menos. Esto evita que se pueda colapsar el sistema digestivo.
Evitar el estrés mientras se come es clave
El estado de estrés influye de manera directa en la digestión, así como también en la manera de comer. Hacerlo de forma tensionado o ansioso puede interferir en el ritmo intestinal y dar lugar a una digestión más pesada y más lenta. Los momentos tranquilos dedicados a las comidas ayudan a una mejor asimilación de los nutrientes y a disminuir la hinchazón abdominal, así como a mejorar el bienestar general.
Alimentos y costumbres que incrementan los gases
Por muy importantes que sean las verduras y las legumbres en una dieta equilibrada, algunas de ellas son pesadas. Las crucíferas (col, brócoli, coliflor) y las legumbres mal cocidas producen más gases. Cocer bien el alimento y acompañarlo con especias digestivas (comino, hinojo) puede modificar este efecto y hacer la digestión más fácil.
La ropa ajustada también influye en la hinchazón
La vestimenta en algunas ocasiones agudiza la sensación de presión abdominal. Las prendas ajustadas son las que impiden el movimiento normal del intestino, lo que empeora la sensación de pesadez y la aparición de gases. La elección de una vestimenta cómoda alternativa, el mantenimiento de una regularidad del descanso, la postura en la silla, caminar cada día, es decir, un ejercicio moderado, contribuyen a mejorar el tránsito intestinal y a evitar la producción de gases.
Con una forma más consciente de alimentarse junto con una buena elección de los alimentos y unos hábitos saludables, conseguimos tener un vientre más liviano, una digestión equilibrada y mantener un bienestar digestivo más prolongado.
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