La gripe es una de las enfermedades respiratorias más comunes y conocidas a nivel mundial, especialmente en las temporadas frías. Cada año, millones de personas padecen distintos tipos de gripe, siendo la gripe estacional la más habitual.

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Sin embargo, existen variantes menos frecuentes pero que generan gran preocupación por sus características y potencial de contagio. Una de ellas es la gripe aviar, que en España está ganando relevancia en los últimos días debido al aumento de casos en aves tanto silvestres como de corral.

¿Qué es la gripe aviar?

La gripe aviar, también conocida como influenza aviar o influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP), es una enfermedad viral causada por virus de la familia Orthomyxoviridae que infecta principalmente a las aves. La cepa más preocupante en la actualidad es la H5N1, detectada en brotes en múltiples países europeos y que ha obligado a España a tomar medidas estrictas para contener su propagación. La gripe aviar se transmite principalmente entre aves a través de contacto directo o indirecto, como el contacto con secreciones o excrementos de aves infectadas. Las aves migratorias silvestres son el principal vehículo de dispersión del virus, infectando aves domésticas cuando comparten espacios o recursos.

En España, hasta noviembre de 2025, se han registrado 14 focos de gripe aviar en aves de corral y decenas de casos en aves silvestres y cautivas. Esto ha desencadenado prohibiciones para criar aves al aire libre en ciertas regiones y otras restricciones sanitarias. El Ministerio de Agricultura y Pesca ha alertado sobre el aumento de riesgo en el suroeste y centro del país. Además,ha recomendado la intensificación en la vigilancia y protocolos de prevención en explotaciones avícolas.

¿Es probable su "salto" a los humanos?

Aunque el virus afecta mayoritariamente a las aves, existe la posibilidad de que las mutaciones permitan el salto a otras especies. Entre ellas, se incluyen mamíferos y humanos, aunque en España y Europa no se han confirmado contagios humanos por el momento. Sin embargo, los expertos advierten que el virus evoluciona con rapidez, y algunos brotes recientes en mamíferos, como visones o zorros, demuestran su capacidad de adaptación.

Por esta razón, las autoridades sanitarias mantienen una vigilancia constante sobre los focos detectados en granjas y aves silvestres, reforzando las medidas de bioseguridad y los protocolos de control. El objetivo es prevenir una posible transmisión interespacial que pudiera facilitar la aparición de una nueva pandemia de origen zoonótico. La coordinación entre la OMS, la Unión Europea y los ministerios de Sanidad y Agricultura es clave para anticiparse a cualquier cambio en el comportamiento del virus y garantizar una respuesta rápida y eficaz.

¿En qué se diferencia la gripe aviar de la gripe A?

La gripe A (influenza A) es un virus que afecta principalmente a humanos y que causa epidemias estacionales habituales. Sus síntomas son respiratorios, además de fiebre, fatiga y malestar general. Puede ser causada por distintos subtipos, como H1N1 o H3N2. La gripe aviar pertenece también a la familia de virus influenza A, pero son variantes específicas que afectan más a las aves. Por otro lado, tienen un riesgo distinto para la salud humana, ya que el contagio persona a persona es muy raro y las infecciones humanas suelen ser casos aislados o con contacto directo con aves infectadas.

En resumen, la gripe común A es una enfermedad que se contagia fácilmente de persona a persona. Mientras, la gripe aviar se transmite mayoritariamente entre aves, aunque puede afectar esporádicamente a humanos en contacto con aves infectadas. La gripe aviar tiende a provocar una mortalidad alta en aves, con impactos también económicos y medioambientales importantes. Por su parte, la gripe A en humanos tiene un comportamiento más controlado y estacional. Sin embargo, ambos virus pueden ser motivo de vigilancia epidemiológica para prevenir riesgos mayores.

¿Qué implica este brote de gripe aviar?

España ha perdido recientemente el estatus de país libre de gripe aviar debido a los brotes de este año. Esto supone un cambio en las políticas y medidas sanitarias, además de un esfuerzo coordinado para limitar la expansión del virus. Se prohíbe la cría al aire libre en zonas de riesgo, se busca evitar la mezcla con aves migratorias y se restringen ciertas prácticas agroganaderas para minimizar contagios. La vigilancia epidemiológica sigue activa, detectando focos tanto en granjas como en espacios naturales.

Este panorama sanitario exige atención continua para proteger no solo la salud animal sino también la humana, considerando el impacto potencial de los virus zoonóticos emergentes. La gripe aviar sigue siendo una amenaza latente en varios países, incluida España, que afronta la temporada con un sistema de detección y respuesta mejorado para controlar la enfermedad y disminuir su impacto en la sociedad.

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