El precio de una caja de Romanée-Conti del 88, subastada en la casa británica Bonhams el pasado mes de octubre, se convirtió en la mayor inversión en vino de 2016. Un millonario sibarita desembolsó por el lote de caldos 129.250 libras (152.343 euros).

Entretanto, la parisina Articurial golpeó el martillo sobre el atril cuando un millonario aficionado a los clásicos elevó la puja por un Ferrari 335 Sport, del año 57, hasta 32 millones de euros.

Y la joya del año fue un diamante de más de 14 quilates con nombre y apellidos: Oppenheimer Blue. Deslumbró en una subasta de Christie's, en Génova, a alguna gran fortuna, que extendió un cheque por importe de 51 millones de dólares.

[infogram id="rentabilidad_de_bienes_de_lujo" prefix="t0z" format="interactive" title="Rentabilidad de bienes de lujo"]

Estas adquisiciones, más allá de caprichos sólo para los más acaudalados, constituyen también inversiones rentables. El índice Knight Frank Luxury Investment Index (KFLII), que replica la evolución del valor de artículos de lujo , ha aumentado un 2% en el último año y un 141% durante la última década. Sólo los muebles y la cerámica china se han devaluado en 10 años. Por el contrario, los vehículos clásicos, piezas de arte, joyas, monedas y sellos, entre otras piezas de coleccionista, se han revalorizado con fuerza.

El buen comportamiento de estos activos, considerados inversiones emocionales, contrasta con la evolución de los activos financieros tradicionales. Entre 2006 y 2016, periodo de la mayor crisis económica desde la Gran Depresión, el comportamiento de la bolsa dista mucho del registrado por los artículos de lujo. El Ibex se deja un 30,4% y el EuroStoxx 50, un 18,9%. En Estados Unidos, el S&P gana un 62%.

El índice Knight Frank Luxury Investment, que replica la evolución del valor de los activos de lujo, crece un 141% en 10 años

Dentro de cada categoría, el precio de los artículos evoluciona en función de las tendencias y gustos de la minoría de privilegiados que mercadea con ellos. Así, en la última década, el mobiliario se ha depreciado de media un 34%. Pero mientras las piezas de estilo francés del siglo XVIII han perdido el 64% de su valor, las datadas a principios y mediados de los años 20 apenas han recortado su valor.

En el lado opuesto se sitúan los coches. Según la consultora Knight Frank, las inversiones en vehículos han aumentado un 457% desde 2007, pero no todas las marcas son iguales. Los Porsches han cotizado por encima de los Ferrari y éstos muy por encima de los Mercedes.

El vino, la mejor inversión del ultimo año

Lo mismo se aplica al vino, la mejor inversión emocional que los ricos han hecho en el último ejercicio. Su valor medio ha repuntado un 24% en ese periodo y un 267% en la década. El procedente de los viñedos californianos es el más demandado y su precio se ha disparado un 440% en los últimos 10 años. El caldo proveniente de otras regiones, como el de Burdeos, gana algo más del 150%. En medio quedan los de Borgoña, norte de Italia y el champán.

En el capítulo del arte, que se revaloriza casi un 140% en los últimos 10 años de crisis, pese a que pierde un 14% en 2016, las obras contemporáneas son las más rentables. En la década su valor sube un 300%, es decir, cuadruplican su precio. Tras éstas, las obras de arte europeo del siglo XIX muestran alzas en el precio de más del 100%, seguidas por piezas de art decó e impresionistas.

El arte se revaloriza un 140% en la última década; las piezas contemporáneas son las más cotizadas

En 2016, la inversión en arte ha sufrido considerablemente, tal como reflejan las cifras de las subastas. Las piezas de pintores impresionistas europeos, como Matisse y Cézanne, han sido las que más han visto caer su precio, mientras que las de artistas del siglo XIX, como Constable y Turner, celebraron repuntes del 19%. El arte moderno y contemporáneo, que en los años precedentes triunfaba, se depreció un 8% y 2%, respectivamente en el último año, según el índice de Knight Frank, basado en el análisis de Art Market Research.

Viola Raikhel-Bolot, director general de 1858, una firma de consultoría de arte, señala que las subastas reflejan sólo parte de la historia. "Representan el 45% del mercado y este año (en referencia a 2016), se ha notado cierta renuencia entre los propietarios a vender, salvo que realmente tuviesen que hacerlo, quizá preocupados por el Brexit y otros problemas económicos", señala el directivo en declaraciones recogidas por Knight Frank.

Las subastas son un termómetro de las inversiones emocionales: en 2016 se pagaron 51 millones por una joya y 32 por un Ferrari

Pese a que el entorno no ha sido favorable, algunas subastas se han saldado con éxito rotundo. En noviembre, Christie vendió Grainstack, uno de los cuadros icónicos de Claude Monet, por 81 millones de dólares, cuando se había estimado un precio de en torno a 45 millones de dólares.

Otra venta sonada fue la de Niñas en el puente, de Edvard Munch, que se vendió en Sotheby por 54 millones de dólares, frente a los 31 millones que se habían pagado por él en 2008.

En cuanto a las joyas, el índice elaborado por Knight Frank muestra que en el último año se han revalorizado un 3%, cifra que se dispara un 147% en la década. Las perlas son la apuesta más rentable. En 2016, su precio ha repuntado un 300%, mientras que el valor de los diamantes rosas sube cerca de un 250% y los coloreados de azul, algo más del 100%. Las joyas antiguas pierden tirón y en el último ejercicio figuran entre las que menos se revalorizan, aunque el incremento del precio ronda el nada desdeñable 80%, según la consultora.

Los relojes son otro objeto d deseo que distingue a los grandes patrimonios. Las marcas de lujo se han revalorizado de media un 66% en la última década y un 4% en 2016. Los más valorados en el último año son los de la firma suiza Patek Philippe, seguidos por Cartier y Rolex.