La compañía de Zuckerberg permite a sus usuarios de Messenger realizar pagos a empresas externas a través de sus ‘cerebros’ de Inteligencia Artificial

Cuando Mark Zuckerberg abre la boca, sube el pan. Si dice que el futuro del entretenimiento será la realidad virtual, la industria se vuelca de lleno a desarrollar nuevas gafas, gráficos y simulaciones. Si habla de un concepto desconocido para la mayoría de los mortales, véase los chatbots, se convierte al segundo en trending topic. Así ocurrió en abril durante su conferencia F8, donde anunció que su red social lanzaría una plataforma abierta para albergar a estos pequeños cerebros de Inteligencia Artificial.

Su misión es facilitar la vida de los usuarios. Que quiere una pizza... Pídasela al chatbot desde la aplicación de mensajería instantánea de Facebook, Messenger. Que va a ir al cine... Entérese de la cartelera con una sencilla pregunta. Pero parecía que Zuckerberg había pasado algo por alto. Parecía. La plataforma social acaba de anunciar que sus mentes artificiales ya pueden aceptar pagos sin necesidad de enviar a los usuarios a webs externas.

Si el usuario confía en la aplicación para que conozca dónde está, con quién y cuándo, ¿no se va a fiar de que tenga su número de cuenta? Eso es. Con la información de la tarjeta de crédito de la persona, los bots pueden encargarse de hacer los pagos. Es decir, esa pizza y esa entrada de cine, se podrán comprar directamente desde Messenger. Para que nada falle, la compañía ya está trabajando con los principales actores del sector, desde PayPal, Visa, MasterCard hasta American Express.

Casi una quinta parte de los consumidores europeos estaría pagaría por servicios bancarios o de seguros de Google, Facebook o Amazon

Esto pone en jaque a la banca tradicional, incluso a las jóvenes empresas de tecnología financiera (las llamadas fintech), que se ven amenazadas por un gigante que ya se ha ganado el intangible más valioso para todos, la confianza del cliente y su afinidad con la marca. Casi una quinta parte de los consumidores europeos estaría dispuesta a pagar por servicios bancarios o de seguros de empresas tecnológicas como Google, Facebook o Amazon, según una encuesta de Fujitsu a 7.000 personas. Aunque los métodos tradicionales de pago aún mantienen su supremacía (un 44% aún utiliza efectivo en su día a día), los usuarios se muestran abiertos a utilizar nuevos sistemas: un 32% usa el móvil para pagar, un 22% los wearables y un 20% las criptomonedas como Bitcoin.

El CEO de Transferwise, Taavet Hinrikus, comparte esta visión. En la conferencia Tech in Asia Tokyo, ha asegurado que “en diez años un 30% de los servicios financieros pertenecerán a las compañías tecnológicas” porque el modelo de la banca tradicional está "desfasado" y a punto de "desmoronarse". De ahí, el boom de las fintech. Pero su problema es que son unas desconocidas para el público frente a la omnipotencia de los gigantes de Silicon Valley.

No todo es cuestión de confianza, también de identidad digital. La nueva directiva de pagos europeo PSD2 permitirá que los clientes no tengan que introducir sus datos de pago cada vez que realicen una compra, sino que autorizará a su banco a compartirlos con terceros proveedores, sin intermediarios. Perfecto para los chatbots. "Habrá una pelea por ser el interface con el usuario final, y quien ocupe ese puesto será aquél capaz de ofrecer servicios más personalizados", explica Jordi Gascón, EMEA Security Presales Lead de CA Technologies.

No es raro que el primer ejecutivo de Deutsche Bank, John Cryan, haya aconsejado a sus empleados que actúen como si trabajasen en una compañía tecnológica de Silicon Valley. La carrera ha comenzado.