Con el fin del estado de alarma y el progresivo levantamiento de las restricciones sanitarias, los españoles se han lanzado a comer fuera. No es una metáfora: a mediados de mayo el gasto en ocio y restauración de las tarjetas españolas fue un 15% superior al mismo periodo de 2019, antes de que estallase la pandemia. Pero no es lo único que han hecho: en tiendas han gastado un 13,7% más y en productos de primera necesidad, un 30%.

Diferentes factores, como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que han evitado despidos; la confianza de los españoles en la salida de la crisis; el ahorro acumulado durante los meses de restricciones y el optimismo que sopla de Europa con la llegada de los 140.000 millones de fondos europeos está llevando a una suerte de felices años 20. Se trata a su vez de un gasto que impulsará el crecimiento económico del país, posiblemente por encima de las perspectivas económicas del gobierno y principales organismos internacionales y servicios de análisis.

Este mayo, el consumo de las familias españolas ha alcanzado su mayor cifra desde 2006, antes de la Gran Recesión, al subir a los 59,2 puntos, según el Índice de Gestores de Compras (PMI, por sus siglas en inglés) de IHS Markit del sector servicios. Por otro lado, la confianza de los consumidores ha superado en mayo el nivel previo a la irrupción de la pandemia, al alcanzar los 89 puntos (en febrero de 2020 se situó en los 85,7), según el índice de confianza del consumidor (ICC) que ha difundido este viernes el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

"Hay familias que lo han pasado muy mal, pero a los que les ha ido bien y no han podido consumir con normalidad estos meses, ahora no tienen miedo a salir a gastar a un buen restaurante", resume el subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), José Ignacio Conde-Ruiz, en conversación con El Independiente.

La reactivación de la economía del sector servicios en España

Fuente: IHS Markit

La firma de análisis IHS Markit constata que el levantamiento de las restricciones por la Covid-19 conllevó una reapertura más generalizada de los establecimientos y a un notable aumento de la demanda, lo que ha conducido a España a su ritmo más fuerte de expansión en 14 años y medio. El país encabeza la marcha de la zona euro junto con Irlanda, cuyos datos de consumo han alcanzado máximos históricos.

20 meses de crecimiento histórico

Son cifras que llevan a los expertos a pensar que los meses venideros van a seguir siendo muy positivos en términos de gasto privado. "Todo apunta a que el año que viene va a ser un año de crecimiento histórico. Se juntan varias cosas que hacen pensar que los próximos 20-22 meses se van a registrar cifras de crecimiento históricamente elevadas", recalca Conde-Ruiz, aunque señala que está condicionado a que la situación epidemiológica continúe mejorando y que aún "está por ver la rapidez con que se va a gestar" esta mejoría económica.

En España se han contagiado 3.693.012 personas de coronavirus desde el inicio de la pandemia. En la actualidad, la incidencia es de 118,29 casos por cada 100.000 habitantes, pero los contagiados caen progresivamente, y el país ya cuenta con 10 millones de personas vacunadas con la pauta completa (el 21% de la población), lo que está permitiendo seguir levantando restricciones sanitarias para reactivar la economía y los sectores que siguen paralizados.

También por eso los datos son especialmente llamativos: hoy día hay 39.373 empresas menos que en febrero de 2020, 3.781.250 personas en paro y hay que sumarles otras 542.142 en ERTE. Pero la economía no solo no está en retroceso, sino que ahorro el acumulado está impulsando el crecimiento del PIB.

Las previsiones podrían quedarse cortas

"La absorción del exceso de ahorro supone una fuente de incertidumbre que puede sesgar al alza el crecimiento en el corto plazo", apuntan los economistas Rubén Veiga, Juan Ramón García y Camilo Ulloa en el último informe sobre ahorro de BBVA Research. Así, mientras que el Gobierno espera que la economía crezca un 6,5% en 2021, ese dato podría verse corregido al alza si el consumo continúa despuntando, frente a lo que suele suceder (los diferentes organismos y la realidad acostumbra a ser menos optimista de lo que estima en un primer momento el Ejecutivo).

En 2020, la economía española se contrajo un 11%, su peor año completo en los registros. El PMI de servicios se desplomó hasta un mínimo histórico de 7,1 en abril de 2020, cuando se detuvo toda la actividad económica no esencial para frenar la pandemia. Del lado del consumo, el pasado año se redujo un 12,1% debido. También lo hizo en el primer trimestre de 2021, un 1%, por el repunte de casos de Covid-19 y a la tormenta Filomena.

Pero el levantamiento de las restricciones y el mejor proceso de la situación epidemiológica ha permitido empezar a gastar y la situación continuará a mejor. En BBVA apuntan que el consumo privado podría crecer dos puntos porcentuales más este año si todo el aumento del ahorro, almacenado como riqueza, se traslada a renta a lo largo del próximo año.

Todo ello, sin contar con la mejoría económica que supondrá el regreso de turistas internacionales a España, el impacto de los fondos europeos en las empresas y en el mercado de trabajo general, que impactarán en el consumo de los españoles a la vez que supondrán un viento de cola (más) a las previsiones macro.