Vencer el estreñimiento no exige el uso de laxantes o complementos. En gran parte de los casos, una alimentación alta en fibra y grasas saludables puede ser la solución, y los frutos secos son los aliados naturales. Su combinación de nutrientes hace posible que el tránsito intestinal sea mejor y una digestión más eficiente. Pero no todos son iguales, ni todos ellos deben formar parte de la dieta para reducir los problemas intestinales.

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Beneficios de los frutos secos frente al estreñimiento

Fibra para regular tu tránsito digestivo

La fibra que contienen los frutos secos, y especialmente la insoluble, es uno de los componentes más importantes para estimular el movimiento intestinal, puesto que aumentar el volumen de las heces y absorber agua para facilitar el tránsito del alimento en el colon, evitando así que se endurezcan y ayudando a disminuir el esfuerzo y la incomodidad durante la evacuación. Almendras, pistachos o avellanas tienen un contenido alto en fibra (más de 8 gramos por cada 100 gramos de fruto seco).

Grasas saludables para el sistema digestivo

Los ácidos grasos monoinsaturados y los poliinsaturados hacen que estos alimentos se comporten como si fueran lubricantes naturales: aumenta la fluidez del tránsito intestinal, provocando que las heces se puedan desplazar con mayor facilidad. Al mismo tiempo estas grasas ayudan a disminuir la inflamación y protegen la mucosa del tracto digestivo, mejorando la salud digestiva per se.

Qué frutos secos consumir para el estreñimiento

Almendras, pistachos y nueces pacanas

Las almendras tienen mucho contenido de fibra y magnesio, un mineral que relaja los músculos del intestino y facilita el tránsito de las heces. Los pistachos aportan mucha cantidad de fibra y compuestos antioxidantes que hace más fuerte el microbioma intestinal, que es clave en todo lo que es la digestión. Las nueces pacanas también ayudan, y su textura suave y sabor dulce las hacen ideales para ensaladas y batidos.

Nueces de macadamia, avellanas y anacardos

Si bien son menos populares para el efecto digestivo, las macadamias aportan una cantidad de fibra insoluble importante. Las avellanas sobresalen en su capacidad para aumentar el volumen del bolo fecal y mejorar la motilidad intestinal; los anacardos, en menor cantidad de fibra, son un buen complemento para las frutas frescas o los yogures naturales.

Cómo incluir frutos secos

Con el objetivo de obtener sus propiedades sin pasarnos, es conveniente consumir alrededor de 20 a 30 gramos de frutos secos al día, siempre sin ningún tipo de adicional: ni saladas, ni azúcares, ni nada. Incorporarlos a yogures, a ensaldas, a la avena o a los batidos es una manera sencilla de incluirlos en la dieta diaria. Siempre acompaña los frutos secos con un vaso de agua para incrementar su efecto.

Constancia y equilibrio

Los frutos secos no constituyen una solución mágica, sino que se asocian bien a un complemento, en el marco de todo tipo de alimentación equilibrada con todo tipo de frutas y verduras y una correcta hidratación, que constituyen el efecto preventivo que tiene que ser el adecuado, y que es conveniente incluirlos de forma habitual y no solamente cuando aparezcan molestias en el sentido de intestinal, ya que sí que es cierto que funciona de forma preventiva con cierto efecto. De este modo, los frutos secos, asociados como hemos comentado a una alimentación equilibrada, hacen la diferencia.

Realizar el mantenimiento del intestino en movimiento implica realizar pequeños cambios sostenidos en el tiempo. Así, los frutos secos, consumidos de forma moderada y consciente son una ayuda útil para la prevención y el alivio del estreñimiento sin el uso de productos agresivos. Incorpóralos a tu rutina y verás cómo mejora tu bienestar digestivo de manera natural.

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