La Agencia Espacial Europea (ESA) marcó un hito sin precedentes: la melodía del icónico "Vals del Danubio Azul" de Johann Strauss II fue transmitida al cosmos desde su antena de espacio profundo en Cebreros, España. Este acto, que muchos consideran la coronación de esta obra como el "himno no oficial del espacio", fue enviada al lugar que le corresponde entre las estrellas.
Un Vals con conexiones culturales
Desde 1977, el espacio ha llevado un fragmento de la humanidad a través de la nave espacial Voyager 1 y su célebre Disco de Oro. Esta cápsula del tiempo, diseñada por la NASA, contenía una muestra de la civilización terrestre. Entre ellas, se encontraban fotografías, saludos en 55 idiomas, sonidos de la Tierra y 27 piezas musicales. Sin embargo, aún no estaba en esta colección el "Vals del Danubio Azul", a pesar de su profunda conexión cultural con la exploración espacial.
Para que eso cambiara, la ESA y la Oficina de Turismo de Viena unieron fuerzas y lanzaron esta iniciativa coincidiendo con dos fechas significativas: el 200 aniversario del nacimiento de Johann Strauss II y el 50 aniversario de la Agencia Espacial Europea. El objetivo era enviar el emblemático vals hacia las estrellas.
Transmisión y alcance interplanetario
La Wiener Symphoniker (Orquesta Sinfónica de Viena), bajo la dirección de Petr Popelka, se encargó de ofrecer la actuación en directo desde el Museo de Artes Aplicadas (MAK) de Viena. A las 21:30 CEST, el vals fue transmitido al espacio profundo desde la antena de la ESA en Cebreros, España.
La señal, viajando a la velocidad de la luz, emprendió un viaje que nos deja unos datos impresionantes:
- Alcanzó la órbita de la Luna en apenas 1,28 segundos.
- Llegó a Marte en 4 minutos y 20 segundos.
- Alcanzó Neptuno, el planeta más distante del sistema solar, en aproximadamente 4 horas.
- Después de 23 horas y 3 minutos, superó la distancia de la propia nave Voyager 1, adentrándose en el vasto e inexplorado espacio interestelar.
La estación terrestre de Cebreros, un pilar para el rendimiento científico
La estación terrestre de Cebreros, situada en Ávila y a tan solo 80 kilómetros de la capital española, se inauguró en 2005 como la segunda antena de espacio profundo de la red de seguimiento de satélites Estrack de la ESA. Con su disco de 35 metros, es un pilar fundamental en el apoyo a misiones de espacio profundo de la ESA (como Mars Express, BepiColombo, Juice y Hera) y de socios internacionales como la NASA, el CNES y JAXA, potenciando la eficiencia y el rendimiento científico global.
Actividades paralelas
Además del concierto en Viena, hubo proyecciones públicas en Madrid, Nueva York y Viena. En la estación de Cebreros, se organizó un evento paralelo que reunió a científicos de la ESA, dignatarios, medios de comunicación y socios internacionales. Destacó una mesa redonda con figuras como la profesora Carole Mundell (Directora Científica de la ESA) y el Embajador de Austria en España, entre otros. En Madrid, el Planetario acogió una proyección pública con 250 asistentes, inaugurada por Javier Delgado, Director Adjunto del ESAC de la ESA.
La trascendencia de este acontecimiento, para los expertos, va más allá de la transmisión musical, y es que esto simboliza la unión entre cultura y exploración espacial. El gesto de enviar el "Vals del Danubio azul", gracias a la antena de Cebreros, honra una obra que es sinónimo del espacio, y también emitir un mensaje de esperanza y conexión a través del cosmos.
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