A Dani de la Orden (Barcelona, 1989), director de la película Casa en llamas (2024), le 'persigue' la comedia romántica. En otoño, la televisión pública catalana dejará ver su última obra, la sitcom romántica La casa nostra. La penúltima es otra serie de televisión. Se grabó en 2023, todo sea escrito. Se llama A muerte y el primer capítulo está disponible en atresplayer desde este domingo 15 de junio. Verónica Echegui y Joan Amargós son los protagonistas. Ella, publicista, una vivalavirgen. Él, un abogado que trabaja en recursos humanos de un concesionario. Con novia. Un pan sin sal. A uno le diagnostican cáncer. La otra se queda embarazada de algún 'rollete'. Y se conocen –se reencuentran, en realidad– en un velatorio.

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El director de cine ubica el origen de A muerte hace 12 años. En 2013 debutó en el largometraje con Barcelona, noche de verano, con guion de –entre otros– Eduard Sola, guionista de hasta cinco títulos –películas y series– estrenados en 2024: Casa en llamas, Mamen Mayo, El bus de la vida, Querer y La virgen roja. En A muerte, le acompañan los guionistas Oriol Capel y Natalia Durán. Dirige Dani de la Orden seis de los siete capítulos de la primera temporada. Habrán visto probablemente alguna de las siguientes películas que dirigió el catalán: Barcelona noche de invierno, El pregón, El mejor verano de mi vida, Litus, Hasta que la boda nos separe, Loco por ella, Mamá o papá, El test…

Buscaba Dani de la Orden (36) hacer una rom-com, pero con un elemento diferencial. Comedias románticas hay muchas (sobre todo en Netflix). Fue el cineasta Kike Maíllo (Disco, Ibiza, Locomía) quien le propuso llevar al extremo el concepto 'chico conoce chica'. Él está a punto de morir y ella, a punto de parir. "Se quedó en un cajón y lo recuperamos. Empezamos a trabajar dos personajes contradictorios, dos polos [opuestos] que encajaban", recuerda el director en conversación telefónica con El Independiente. Quería, además, resolver cuanto antes la tensión sexual. Vamos, de estos polvos vienen estos lodos...

Sí, Richard Curtis es el Padre Nuestro de Dani de la Orden. Mientras hacían A muerte, Apple TV+ estrenó la serie Platónico. "Es una comedia gamberra, pero a la vez emocional, un poco actual, sin pasarse de cursis, con diálogos 'improvisados'", elogia. Lo mismo puede decirse de A muerte, cuya primera temporada ya está disponible precisamente en la plataforma de Apple.

Pregunta.- Entre Barcelona, noche de verano (2013) y A muerte (2025), ¿te has vuelto más cínico o más romántico?

Respuesta.- Me he vuelto un poco más realista. Intento hacerlas más actuales y menos cursis.

P.- Pasaba en Sexo en Nueva York. Ponían un poco de dulce a la cosa, pero luego siempre un poco de ácido, de picante, para romper ese 'pasteleo'.

R.- No queríamos hacer una serie muy endulzada. Tiene el justo equilibrio entre lo cursi, lo gamberro y lo estúpido. Es una serie muy punki, muy 'comedia'. Hacía falta porque se llama 'comedia' a cosas que a lo mejor son muy inteligentes y elaboradas que te hacen reflexionar, pero no son graciosas. Me molesta mucho cuando veo una cosa que está de puta madre, porque el guion es increíble, pero la tildan de comedia. Ya puedes ser reflexivo e inteligente, pero si no te ríes no es comedia; puede ser ironía o sarcasmo. Yo echaba de menos una serie que intentase buscar el descojone en al menos uno o tres momentos por capítulo. Es como lo de "es una comedia que te deja con una sonrisa en la boca". O sea, es una comedia no muy graciosa. 

P.- Hay comedias que te calientan un poco el corazoncito. No te descojonas, pero te hacen feliz. Y hay comedias pochas, las 'traumedias', muy de moda. Más allá de Machos alfa, no parece haber mucha sitcom española reciente. ¿Tienes la sensación de que hay mucho drama, mucha 'dramedia', pero no se hace pura comedia?

R.- Totalmente. Está la comedia más comercial y familiar, que está de puta madre, pero comedia 'adulta' con un punto gamberro… Machos alfa, Celeste…  Si buscas, sí hay. Pero, ¿comedia romántica de toda la vida? Está complicado. Es un género que se está perdiendo un poco.

P.- ¿Cómo va la secuela de Casa en llamas?

R.- Por ahora es una idea. Estamos viéndolo con Eduard Sola. Hay muy buena historia porque queda todo en el aire y lo bonito en la segunda parte es que ya no tienes que presentar a los personajes porque ya los conoces. Como todas las secuelas, puedes centrarte en otras cosas, cambiar el ambiente… "Es la misma fórmula". Pues sí porque para eso es una segunda parte. No vamos a hacer algo completamente distinto.

P- ¿Es A muerte un caballo de Troya? Más allá de ser una comedia romántica, es una serie sobre el aquí y el ahora.

R.- Teníamos muy claro qué teclas tocar y, sobre todo, qué teclas no tocar. Estas películas que tocan temas como la muerte se centran mucho en el 'exprime el momento, aprovecha la vida'. Dan ansiedad. Si te han diagnosticado algo, tienes que hacer un montón de cosa y dar la sensación de que has vivido a tope. Yo quería a un pavo preocupado porque le van a operar. No quiere que le hagan ver el lado positivo.

Si te han diagnosticado cáncer, es todo mucho más frío y menos peliculero. Esperas al día de la operación como puedas. Yo soy defensor de las vidas grises, anodinas. Te levantas cada día a las 9.00, vas a un trabajo de mierda que a lo mejor te gusta, vuelves a casa y ves Misión imposible con tu novia, y a lo mejor en verano hacéis un viajecito. No me pidas vivir a tope porque a lo mejor hay gente a la que no le gusta.

La vida se puede aprovechar de muchas maneras. La puedes exprimir a tope y quedarte con todo el juego de la naranja o a lo mejor sólo necesitas un poquito y ya está. Todas las maneras [de vivir] son lícitas. "Vale, cada momento puede ser el último,¿podemos ver un capítulo de Friends?". 

Raúl [Joan Amargós] es defensor del conformismo. "Cuando sales de tu zona de confort, sale la magia". Hijo de puta, a mí me ha costado 15 años encontrar mi zona de confort, ¿y ahora tengo que salir de ella? Ahora que vivo con mi pareja, mi trabajo está más o menos consolidado, estoy tranquilo y no tengo la ansiedad de antes de rodarlo todo o el miedo… ¿ahora me toca salir de la zona de confort?

P.- Es verdad que suelen ser películas muy cuquis sobre el cáncer, como 50/50 o Bajo la misma estrella.

R.- Concretamente la de 50/50 es la menos cuqui, la más real. Al final son dos colegas y lo único que hacen es salir a ligar, pero nada increíble. Películas como Bajo la misma estrella, con la que lloré como un cabrón, explican una historia bigger than life [más grande que la vida], demasiado romántica. Nosotros queremos contar una historia ligada al día a día: conoces a una tía, tienes una cita tonta, el polvo sale mal… Sí es verdad que después las situaciones cómicas son un poco inverosímiles, pero era necesario para que fuera graciosa [la serie].

P.- No tiene por qué estar basada A muerte en la realidad, pero quizás hablaste con gente de tu alrededor o viviste situaciones que te sirvieron para esta historia.

R.- Mientras rodábamos, un familiar de alguien del equipo enfermó y se estaba rodando una comedia. Yo tenía un familiar ingresado en el hospital. A partir de los 30, ya pasan cosas. Ya sea a ti o porque tus padres se hacen mayores. Nos rayaba ser frívolos y eso nos sirvió para reafirmar que la comedia se cuela sin querer en los momentos más dramáticos. Pon un chiste que no buscas, una situación ridícula y te relajas un poco.

P.- ¿Sigue siendo un poco tabú la muerte?

R.- Para mí es más tabú la enfermedad. De la misma manera que nacer es muy normal, también lo es morir. Es más tabú el antes de la muerte, la enfermedad, cómo te acercas a alguien que lo está pasando mal, al que intentas animar. Los cuidados son también tabú. ¿Hasta qué punto una persona sana se entrega al enfermo o le pone límites? ¿Hasta qué punto tienes que estar ahí porque quieres o porque te toca? La muerte en sí me preocupa cero. La mía. Me preocupa el posible dolor para llegar ahí. Una de las cosas que más miedo me dan es el dolor físico. Se habla siempre mucho del dolor de corazón, de la salud mental, pero el dolor físico de una enfermedad es muy jodido.

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