El empresario Joseba Antxon Alonso ha declarado este lunes en el Tribunal Supremo que nunca pagó mordidas a empresarios; que es cierto que firmó un contrato de traspaso de participaciones de su empresa al exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán, pero que éste no tenía validez; y que realizó transferencias a la Fundación Fiadelso, vinculada al exministro de Transoprtes José Luis Ábalos. La Fiscalía Anticorrupción ha pedido tanto para él como para el extrabajador de Acciona Fernando Merino retirada de pasaporte y comparecencias quincenales.

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El juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente escuchaba hoy a los empresarios claves en el supuesto cobro de mordidas por parte de los antiguos miembros destacados del PSOE. El primero en declarar ha sido Merino que es la persona que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil liga con los pagos irregulares por parte de la constructora Acciona cuando éste trabajaba en Navarra.

Él sí ha contestado tanto al magistrado, como a la Fiscalía y a su propia defensa, y ha admitido que conoció a Cerdán cuando era responsable del Partido Socialista Navarro (PSN), según fuentes presentes en las declaraciones. Que, aunque tomó un café con él alguna vez y un "pincho", nunca se celebró esa cena que la UCO menciona en su informe. Ha negado cualquier irregularidad en la adjudicación de obras a Acciona y ha especificado que no le despidieron, sino que fue un proceso pactado con la empresa después de que a él le movieran a la zona del sur para ser encargado de unas obras allí.

Por su parte, Antxon ha seguido una línea totalmente paralela a la diseñada por los letrados de Cerdán. Ha negado cualquier mordida, no le ha dado validez a la escritura en el que traspasaba el 45% de su empresa Servinabar 2000 S.L. al político y ha dicho que las obras en las que su compañía participó en UTE (Unión Temporal de Empresas) con Acciona no son objeto de la investigación y Merino ha explicado que era "habitual" que en este tipo de obras se llevaran "socios locales", pero que él no decidía, sino que tenía jefes.

Igual que el exdirigente socialista, actualmente en prisión provisional, Antxon ha expresado que la escritura que rubricó con Cerdán se produjo después de 2015 cuando, efectivamente, el PSN había obtenido un mal resultado en las urnas. Como el político se planteaba pasarse a la empresa público hicieron ese escrito que luego no se elevó a escritura pública por lo que Cerdán lo rompió y él lo guardó en un trastero con otros muchos documentos hasta que lo encontró la UCO.

Asimismo, ha reconocido que hizo una transferencia la Fundación Fiadelso --vinculada a Ábalos-- como también las hizo a otras muchas fundaciones "para desgravar". Antxon ha explicado que el sueldo que le pagaba a Koldo García, el exasesor de Ábalos, era antes de 2017 cuando llegó al Ministerio y que Koldo lo que hacía es conseguir clientes. Actuaba como comisionista en obras donde no aparecía dinero público entre 2015 y 2016. Además, Antxon ha negado ser él la persona a la que Koldo se refiere en algunas conversaciones como "guipu", por su procedencia de Guipuzkoa.

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