El golfo de Bohai es un pequeño mar interior ubicado en la costa noreste de China y conectado con el mar Amarillo, que separa al país de la península de Corea. Se trata de una masa de agua de aproximadamente 78.000 kilómetros cuadrados, donde el ejército chino, de vez en cuando, efectúa maniobras militares. Allí ha sido donde recientemente han fotografiado al 'monstruo del mar de Bohai'.

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Con ese nombre han bautizado los expertos al ekranoplano que China está poniendo a prueba. Se trata de un híbrido entre aeronave y buque, que se desplaza a menos de tres metros de la superficie, normalmente de agua, a gran velocidad.

Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética exploró intensamente el desarrollo de estos vehículos. El más famoso fue el 'monstruo del mar Caspio', un gigantesco ekranoplano propulsado por diez motores que tenía más de 100 metros de largo, 42 metros de envergadura y un peso de 540 toneladas. El aparato fue detectado en 1967 por satélites espía estadounidenses viajando a velocidades superiores a los 400 km/h. Los americanos tuvieron que frotarse los ojos.

El ekranoplano volaba sobre el agua utilizando el efecto suelo: un fenómeno aerodinámico que genera mayor sustentación y menor resistencia cuando una aeronave vuela a muy baja altitud, gracias a que el aire entre el ala y la superficie se comprime, creando una "almohada" de aire. Este principio permitía que alcanzaran velocidades tan altas con un menor consumo de combustible que los aviones convencionales.

Además, su gran capacidad de carga, comparable a la de los barcos, y su independencia, porque no requerían instalaciones portuarias para operar, hacía que tuviesen grandes ventajas potenciales, que los convertían en buenas opciones para misiones militares rápidas y sorpresivas en regiones marítimas. Por no hablar de que, volando tan bajo, eran casi indetectables para los radares enemigos.

Pero había varias contras. De entrada, el vehículo era muy sensible a las condiciones climatológicas adversas cuando navegaba sobre el mar, y no podía hacerlo sobre tierra firme si encontraba obstáculos en el camino. Además, eran caros de desarrollar, sus motores eran muy ruidosos y suponían un reto a nivel técnico.

Con los años, las autoridades soviéticas dejaron de apostar por los ekranoplanos, desviando los fondos hacia otros programas militares considerados más prometedores. Y con la caída de la Unión Soviética, el proyecto quedó enterrado.

Un 'monstruo' abandonado

En realidad, el 'Monstruo del mar Caspio' fue el nombre que los estadounidenses dieron al Korabl-Maket, el primer prototipo de ekranoplano que los soviéticos desarrollaron, que estuvo liderado por el ingeniero Rostislav Alexeyev. Los americanos observaron que en sus alas llevaba grabadas las siglas 'KM', por lo que decidieron bautizarlo de esa manera (en inglés, 'Kaspian monster').

Se desarrollaron distintas versiones del ekranoplano. Pero en 1975 los ingenieros de la URSS comenzaron a construir el Lun MD-160, de 73 metros de largo, 44 metros de envergadura y 286 toneladas de peso. Este modelo estaba propulsado por ocho motores, dos menos que el prototipo, pero alcanzaba velocidades mayores, cercanas a los 500 km/h.

Las imágenes del Lun MD-160 se hicieron virales en el año 2020, cuando apareció en una playa de Daguestán. Tenía una explicación, y era que Rusia había decidido transportarlo desde Kaspiysk hasta Derbent para exponerlo en un parque temático militar que estaba previsto que abriera dos años después. Pero cuando el vehículo estaba cerca de llegar a su destino, las correas que lo ataban a un barco se soltaron, y el ekranoplano acabó varado en la costa del mar Caspio.

El proyecto chino

Varios países han intentado desempolvar el proyecto a lo largo de los años con diferentes versiones de la aeronave. Entre ellos Rusia, Alemania, Estados Unidos, Corea y, por supuesto, China, que ahora ha vuelto a captar la atención del mundo entero después de que se filtraran las imágenes de su prototipo, que fueron identificadas por el analista militar HI Sutton.

El ekranoplano chino fotografiafo recientemente. Hurin92/x

En las fotografías se aprecia que el nuevo vehículo de efecto suelo (WIG) chino presenta un casco de hidroavión y un fuselaje en forma de barco junto a una cola unida en forma de V, algo habitual en este tipo de aeronaves. Por lo pronto, los expertos creen que si su desarrollo continúa podría ser un arma importante para presionar o intimidar a Taiwán.

Pero cierto es que este tipo de vehículos parecen volver a estar de moda. Y es que Estados Unidos está desarrollando una aeronave similar, llamada Liberty Lifter, que se espera que esté operativa en el año 2027 y que, teóricamente, también podría volar a altitudes de unos 3.000 metros. Con ella, el Pentágono pretende transportar carga y pasajeros a lo largo del océano Pacífico.

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