El gobierno aprobó el pasado martes el anteproyecto de ley que permitirá la condonación de una parte de la deuda de las comunidades autónomas de régimen común. En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ante la negativa del PP a aceptar la propuesta, se preguntó: "¿Quién va a decir que no a que se le perdone parte de la deuda? ¿Qué familia española, si se le plantea una condonación de su hipoteca, va a decir que no?".
El gobierno, como si fuera un mago o un ilusionista, ha fabricado la ficción de que las deudas se pueden borrar como si fueran las manchas en una camisa. Le devuelvo a la ministra Montero su falaz argumentación: ¿Por qué un gobierno que puede perdonar una parte de la deuda no la perdona toda de una vez?
Mientras que en Francia el gobierno de Bayrou está a punto de caer por la propuesta de recortar el gasto insostenible de las pensiones, aquí, en España, Pedro Sánchez se permite el lujo de "perdonar" una parte de la deuda a las comunidades autónomas. Y luego nos quejamos.
El trampantojo del gobierno con su Anteproyecto de ley y sus argumentos casi infantiles tiene como fin ocultar la realidad: la condonación de la deuda es una de las condiciones que le puso ERC a Sánchez hace casi dos años para apoyar su investidura. En el texto, firmado por ERC y el PSOE, se decía: "Con el fin de sanear la situación financiera de la Generalitat y facilitar su vuelta a la financiación en los mercados de deuda, se procederá a tramitar una modificación legal de alcance general para todas las Comunidades Autónomas de régimen común que permita la asunción por parte del Estado de parte de la deuda autonómica con este, originada por el impacto negativo del ciclo económico... Esta operación supondrá la asunción del entorno del 20% de la deuda viva en el momento de ejecución de este acuerdo y supondrá unos 15.000 millones de euros de la deuda de Cataluña y supondrá un ahorro de en torno a 1.300 millones de euros en intereses".
El tiempo ha pasado y ERC ha exigido que se cumpla esta parte del pacto si Sánchez quiere que los diputados republicanos sigan dándole su apoyo en el Congreso.
Una vez que la cifra a condonar a Cataluña estaba ya establecida, los técnicos de Hacienda se han puesto manos a la obra para diseñar un sistema que dé como resultado la cifra exigida para la Generalitat y, al mismo tiempo, en el que las demás autonomías no se sientan del todo discriminadas. La cifra total de condonación supera los 83.000 millones de euros, cantidad que pasa de figurar en el pasivo de las autonomías, a engrosar la deuda pública del Estado. La deuda, no desaparece, sencillamente el pagador es otro: ahora somos todos los españoles quienes asumimos de forma solidaria el despilfarro de algunas autonomías.
La condonación de una parte de la deuda supone premiar a las comunidades más irresponsables, empezando por Cataluña
El sistema de reparto de la quita es muy complejo, pero, al final, a Cataluña se le "perdonarán" 17.104 millones de euros, un poquito más de lo que pedía ERC. Sin embargo, en número absolutos, la comunidad que saldría más beneficiada sería Andalucía, con 18.791 millones. Da la casualidad de que la ministra Montero será la candidata del PSOE a presidir la Junta de Andalucía en las elecciones que tendrán lugar el año que viene.
El gobierno, siempre dispuesto a trampear a su contrincante, se hace el siguiente planteamiento: si las comunidades del PP aceptan la quita, se vendrá abajo el argumento de que esta reforma se ha hecho para beneficiar sólo a Cataluña; pero, si no lo acepta, cosa que era lo más probable y que es lo que en efecto va a suceder, Montero podrá utilizar en Andalucía el argumento de que, con tal de perjudicar al gobierno, el PP está dispuesto a fastidiar a los andaluces. Un poco retorcido, pero es así.
En teoría (lo dice la Autoridad Fiscal en incluso el texto del Anteproyecto de ley), el dinero ahorrado en intereses de la deuda no se puede utilizar para aumentar el gasto, sino que tiene que ir destinado a reducir el déficit. Pero tanto el presidente Sánchez (en su entrevista con Pepa Bueno), como la propia ministra de Hacienda han proclamado que ese ahorro de intereses (casi 7.000 millones) se podrá destinar a gastar más. Gastar, gastar, gastar,...
El sistema fabricado para contentar a los independentistas de ERC premia, de hecho, a las autonomías más derrochadoras, mientras que castiga a las que han sido más prudentes a la hora de administrar el dinero de los ciudadanos. Un ejemplo: la deuda por habitante en Cataluña supone 11.960 euros, mientras que en Madrid es de 6.100 euros. Sin embargo, el sistema castiga a Madrid por haber bajado impuestos, mientras que prima a Cataluña ¡por que los ha subido!. ¿Es esto racional?
Por otra parte, la condonación se lleva a cabo cuando todavía no está definido el sistema fiscal propio para Cataluña, otra de las concesiones a los independentistas. Pero lo más grave es que tendrá lugar sin que todavía esté sobre la mesa el nuevo sistema de financiación para todas las comunidades autónomas. En fin, un auténtico dislate.
Lo único bueno que tiene el Anteproyecto es que se tendrá que aprobar en el Congreso y el gobierno aún no tiene atada la mayoría que necesita para que se lleve a cabo este "perdón" de la deuda.
Pero, mientras tanto, el gobierno sigue creando la ficción de hay manga ancha para todo, que la deuda se puede borrar porque "el dinero público no es de nadie", frase antológica de Carmen Calvo que resume toda una filosofía de irresponsabilidad de los políticos en la gestión pública, y que tan bien le cuadra a Sánchez y a sus compañeros de viaje.
Te puede interesar
7 Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registradoLo más visto
hace 7 horas
Cortoplacismo puro y duro, el signo de los tiempos (por eso precisamente llama la atención lo que está ocurriendo en Francia, que sea el gobierno el que tenga a todos los partidos en contra por querer tomar medidas que miran más allá de las próximas elecciones). Y cumplimiento de los compromisos parlamentarios, como el propio Sánchez reconoció ante Pepa Bueno. El cumplimiento de sus promesas electorales a los ciudadanos no cuenta, ¿quién se acuerda ya de eso?
Si hubiera sido fiel a su programa electoral y coherente con lo que decía antes de las elecciones no habría podido ser presidente de nuevo. La alegría desatada de la noche electoral en Ferraz ilustra el valor que Sánchez y los que le aclamaban daban a lo que todos los candidatos del partido, encabezados por su líder, habían dicho en la campaña electoral. “Somos más”, decían, sin pensar en quiénes forman ese más, en si es compatible llegar a pactos con los que te van a obligar a desdecirte en todos los asuntos importantes, es decir, a traicionar a los electores que se supone que te han votado porque se creían lo que decías, porque confiaban en ti (al menos eso es lo que pensábamos hasta ahora los que hemos conocido otros tiempos, que los políticos se comprometían, con los que les votaban y con los que no, a cumplir su programa electoral).
Ni siquiera se planteó entonces entre los socialistas, perdedores de las elecciones se mire como se mire, el conflicto de compromisos que iba a surgir si pactaban con los independentistas. Al fin y al cabo es el Congreso de los Diputados, sin importar que en el Senado el PP tenga mayoría absoluta, el que elige al presidente. Lo importante es eso, lo que voten los diputados, sin importar las razones de su voto, esas que todos conocemos.
¿Y entonces dónde quedan los principios? Esos ya los definió Marx, el ingenioso, el siglo pasado. ¿Y el interés general? Eso también es evidente: lo importante es que no gobierne la derecha, pues sólo con nosotros es posible avanzar. ¿Qué importa el precio que haya que pagar para lograrlo?
hace 9 horas
La mejor forma de convencer al personal de que Sánchez es honesto con estas condonaciones es que del importe condonado no pase a ser acreedor el estado sino el PSOE.De lo contrario deberiamos pensar que se trata de que todos los españoles paguemos a los catalanes la factura de Sánchez para seguir gobernando.
hace 10 horas
Comenté ayer en otro artículo que el foco debería ponerse en por qué Andalucía y Cataluña están tan endeudadas y no tanto en si viene bien a unos o a otros. Porque dudo que a muchos españoles les importe que con su aportación al Gobierno Central se ayudara a sufragar la reparación de desastres como la DANA en Valencia o los incendios de este verano en Castilla y León, Galicia y Asturias.
Otra cosa muy distinta es que Cataluña se haya dedicado a regar con dinero público a organizaciones afines, a un canal televisivo autonómico proselitista o a montar embajadas por medio mundo (como en la que se reunieron Illa y Puigdemont). Porque no es lo mismo que endeudarse para mejorar infraestructuras, potenciar la industrialización o paliar el abandono rural.
Quizás el PP debería pedir una auditoría (o hacerla por sí mismo) que explique a dónde ha ido el dinero que se pretende asumamos el conjunto de españoles y explicarnos qué facturas vamos a pagar.
hace 11 horas
¿Quién no va a querer que le perdonen la deuda? Hombre, faltaría más. Me imagino a mi banco despertando un buen día y diciendo: “Venga, barra libre de condonaciones, que hoy estoy generoso”. Claro que sí, cojonudo, ¿no?
¿El truco? Muy simple: reparten la deuda entre todos los clientes. Vamos, un ejercicio de ingeniería financiera que haría llorar de emoción a Einstein. Magnífica, inteligentísima y, sobre todo, altruista… salvo que yo, que no tengo hipoteca, me borro del invento.
Porque, seamos serios: ¿es lo mismo la hipoteca de un pisito de 90 metros que la de un chaletazo de 200? No, ¿verdad? Pero la gracia del sistema es que aquí gana quien más se endeuda. Es decir, los campeones de la deuda reciben la medalla de oro, y el resto a aplaudirles mientras paga la fiesta.
Una auténtica mente galaxia detrás de todo esto. Como decía mi madre: “Siempre hay un tiesto para una mierda”. Y vaya si lo han encontrado. Me ha gustado el articulo.
hace 12 horas
¿Que sistema tenemos, que ningún político responde personalmente de su gestión, si daña a la sociedad. Aquí, resulta que se delega todo el poder y no se responde de su mala utilización?
hace 12 horas
Creo que todo esto es divertido.
Cojo está frase del artículo:
«¿Quién va a decir que no a que se le perdone parte de la deuda? ¿Qué familia española, si se le plantea una condonación de su hipoteca, va a decir que no?».
Sra María Jesús, cambiadora de opinión a mayor gloria de su jefe.
Quien paga impuestos, el ciudadano o el territorio?
Oiga, quite la deuda al ciudadano y deje en paz al territorio que no paga al estado.
El que paga la fiesta es el ciudadano, sea socialista por una vez.
Jajaja, me parto!!!!
hace 20 horas
Nos toman por t*nt*s.
Divide y vencerás.
El mensaje es: cuanto más gastéis más se os perdonará.