El Wings of Zion, el avión que lleva de vuelta a Benjamin Netanyahu y su esposa Sara camino a Israel, ha vuelto a evitar este martes el espacio aéreo francés y español. Ha optado, como ya hiciera en el vuelo de ida hacia Nueva York, por cruzar por el estrecho de Gibraltar, añadiendo 600 kilómetros al trayecto entre Israel y EEUU.

PUBLICIDAD

Netanyahu regresa a Israel justo a tiempo para sumarse a la celebración del Yom Kippur, el día más sagrado del calendario judío considerado la jornada de la expiación, del perdón y del arrepentimiento de corazón o de un arrepentimiento sincero. Una vez aterrizado en Tel Aviv, tendrá que enfrentarse a los ministros del ala más ultra de su Gabinete, contrarios al plan presentado por Trump que supone abandonar cualquier aspiración de anexión israelí de Gaza o de expulsión de los palestinos.

El cambio de ruta, comparada la que tomó el mismo avión en julio y en otras ocasiones anteriores, no ha pasado desapercibido para la prensa israelí. En sus seis vuelos previos a Estados Unidos, el avión del primer ministro sobrevoló Grecia, Italia y Francia. En su viaje de ida, el aparato, un Boeing 767-338ER, ha vuelto a sobrevolar espacio aéreo griego e italiano -ambos gobiernos son considerados amigos de Tel Aviv y rechazan el reconocimiento de Palestina así como la imposición de sanciones por parte de la UE-, pero ha evitado el francés días después del reconocimiento de Palestina por Emmanuel Macron.

La aeronave ha optado también ahora por atravesar el estrecho de Gibraltar, entre Marruecos y España, con posibilidades de aterrizaje seguro -como las bases militares estadounidenses de Rota y Morón- en caso de necesidad. Durante el viaje de ida, Netanyahu ordenó nuevos ataques contra el grupo rebelde chií de los hutíes.

En noviembre del año pasado, la Corte Penal Internacional de La Haya dictó órdenes de detención contra Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra y de lesa humanidad, lo que supone que 124 Estados miembros de la CPI están obligados a detener y extraditar a Netanyahu y Gallant a La Haya si entran en sus fronteras. España ha insistido en que cumpliría la orden en casa de que Netanyahu accediera al país aunque la mayoría de los países de la UE han sido cautos. Hungría, que ha anunciado su decisión de abandonar el tribunal, recibió al primer ministro israelí el pasado abril y optó por no ejecutar la orden de arresto.

PUBLICIDAD